País | Tarifas promedio en US$ | Tarifa como % del PIB mensual per cápita |
Bolivia | 89.86 | 54.49% |
Paraguay | 20.23 | 8.55% |
Perú | 23.36 | 5.19% |
El Salvador | 14.16 | 4.96% |
Ecuador | 13.99 | 4.19% |
Colombia | 21.49 | 4.14% |
Venezuela | 32.68 | 2.89% |
Costa Rica | 14.61 | 2.28% |
Argentina | 15.59 | 2.05% |
Brasil | 17.89 | 2.00% |
México | 13.42 | 1.77% |
Panamá | 10.23 | 1.62% |
Chile | 13.32 | 1.29% |
Uruguay | 12.31 | 1.23% |
España | 4.53 | 0.18% |
Italia | 4.56 | 0.16% |
Francia | 2.07 Leer nota completa acá. | 0.06% |
sábado, 30 de junio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
jueves, 28 de junio de 2012
Teresa, la vidente cacerolera y moyanista que espera la presidencia de "Binger"
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
domingo, 24 de junio de 2012
Golpe de Estado en Paraguay
sábado, 23 de junio de 2012
viernes, 22 de junio de 2012
jueves, 21 de junio de 2012
miércoles, 20 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
lunes, 18 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Regalo para todos los viejos del mundo
sábado, 16 de junio de 2012
Ni una mujer más quemada
En la medida en que las mujeres ganan autonomía y pretenden ejercer la libertad sobre sus cuerpos y sus vidas, son disciplinadas con el fuego. Como en la Edad Media, cuando mujeres que conocían y enseñaban a otras mujeres cómo controlar su destino y su sexualidad, eran quemadas en la hoguera en tiempos de la Inquisición, acusadas por la Iglesia Católica de cometer brujerías.
El hecho de que Vásquez fuera el ex baterista del grupo Callejeros, involucrado en la tragedia de la disco Cromañón, fue lo que le dio mayor repercusión en noticieros de televisión, programas de radio y diarios. Cada día y medio una mujer muere en el país como consecuencia de la violencia machista. ¿Cuántos de esos casos llegan a la portada de los diarios? Pocos.
Pero el caso de Wanda inundó los noticieros. No fue un femicidio más. Tuvo un impacto social tremendo. A partir de su muerte crecieron significativamente no sólo los casos de mujeres quemadas: también los llamados a los servicios de asistencia a sobrevivientes de violencia de género, de mujeres que contaban que sus parejas o ex novios las amenazaban diciéndoles: “Te voy a quemar como a Wanda”.
¿Puede la difusión mediática de un femicidio –con las características que tuvo la cobertura especialmente televisiva de la muerte de Wanda– provocar un efecto imitación como está probado que ocurre con las noticias de suicidio?. Un estudio español publicado por el European Journal of Public Health, (Vol. 19, No. 6, 592-596) en 2009 y realizado por investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante, analizó si aumentan los casos de femicidio cometido por la pareja o ex pareja de la víctima, después de difundirse noticias sobre ese tipo de asesinatos en programas de televisión. El trabajo tomó el período de 2003 a 2007, en el cual se registraron 340 muertes de mujeres a manos de su pareja en España. Los investigadores concluyeron que “la cobertura periodística en TV de los femicidios íntimos –perpetrados por la pareja– puede incrementar en un 42 por ciento la probabilidad de muertes por esta causa”. En cambio: “Las noticias sobre medidas para abordar la violencia de género parecen mostrar un efecto positivo que reduce en un 10 por ciento la probabilidad de muerte por esa causa”. En diálogo con Página/12, una de las autoras del estudio, la profesora titular de Salud Pública en la Universidad de Alicante, Carmen Vives Cases, señaló ayer que sobre la base de los resultados consideran que “la violencia de género debe mantenerse como tema de noticia en la agenda de los medios de comunicación mientras siga siendo una causa componente de la mortalidad en mujeres”. Y al mismo tiempo, agregó, “se debería incluir más información sobre el contexto en el que la violencia de género se produce, con mayor variedad de fuentes informativas que incluya la perspectiva de expertos/as, profesionales y mujeres supervivientes”. Y en tercer lugar, indicó que “los medios de comunicación deben consolidarse como una valiosa herramienta de difusión de información sobre las respuestas sociales existentes y los derechos de las mujeres en situación de maltrato”. Más allá de que la relación entre la masiva difusión de noticias sobre femicidios y su repetición deba profundizarse, el punto sobre el cual debemos reflexionar, como periodistas, es cómo informar sobre estos crímenes. Es un hecho que cada vez que en los medios audiovisuales se trata el problema de la violencia machista –especialmente en programas de televisión– y se ofrecen teléfonos o sitios donde pedir ayuda, las consultas para salir de relaciones de sometimiento aumentan. Desde Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista –que agrupa a unas 170 colegas de distintas provincias– hemos elaborado un decálogo para el tratamiento de la violencia hacia las mujeres, que ha sido presentado en diversos ámbitos, ayer, en la Corte Suprema, en un seminario que inauguró el presidente del alto tribunal, Ricardo Lorenzetti. Algunas de las recomendaciones son: hablar de femicidio en lugar de crimen pasional –ninguna pasión justifica la violencia–, evitar el morbo al informar, con detalles innecesarios de cómo se produjo el homicidio, dar teléfonos donde pedir ayuda e informarse de la problemática, contextualizar el tema, como sugirió Vives Cases. No son casos aislados, son la consecuencia de una matriz cultural, donde la discriminación hacia las mujeres es el caldo de cultivo que favorece la violencia machista. Esperemos que con la condena a Vázquez se propague un mensaje claro: le decimos basta a la violencia machista, ni una mujer más muerta por violencia de género. Ni una mujer más quemada.
viernes, 15 de junio de 2012
jueves, 14 de junio de 2012
miércoles, 13 de junio de 2012
Muchachos, las mujeres atractivas producen estrés, ojo!
Fuente: Leanoticias.com
martes, 12 de junio de 2012
¿Por qué Internet es tan cara en América Latina?
Para Fernando Rojas, director de la TIC, con sede en Santiago de Chile, tal vez la causa más importante del alto costo de la banda ancha en la región tiene que ver con la tecnología que se usa en los diferentes países para conectar las redes que los conectan con la internet que viene del exterior. Pablo Mancini, director de estrategias digitales del portal argentino de noticias Infobae, resalta que internet se inventó en países desarrollados y que países como los latinoamericanos no han desarrollado la infraestructura tecnológica necesaria para que tenga más alcance y por consiguiente sea menos caro. Rojas coincide en que el problema del costo tiene su causa en la ineficiente conectividad que hay en la región. "Para conectar un usuario de Argentina con Chile toca ir a Miami", dice. "Y en el caso de Bolivia hay un problema más. Todos los países tienen cables submarinos, pero Bolivia –que no tiene acceso marítimo– tiene que pagar por el transporte de la conexión, el cual es un transporte único que hace parte de un mercado sin competencia. Y eso lo hace más caro".
Tarifas para 1mbps de velocidad de banda ancha fija a abril 2012
lunes, 11 de junio de 2012
domingo, 10 de junio de 2012
sábado, 9 de junio de 2012
Diputado neonazi griego golpea a parlamentarias de izquierda
"Con el poder de su voto el 17 de junio, los ciudadanos deben aislar a todos los matones, que no dudan en golpear en cualquier ocasión", indicaron algunas fuerzas comunistas, según el diario Ekathimerini. Kanelli, la diputada agredida indicó que el partido Amanecer Dorado amenaza con expulsar a todos los inmigrantes ilegales y encerrar las fronteras de Grecia. Mientras que voceros del partido radical de izquierda Syriza, calificaron al partido Amanecer Dorado de criminal, afirmando que ese es su verdadero rostro. En las elecciones del 6 de mayo, Amanecer Dorado entró en el parlamento tras obtener el 6.97% de los votos.
viernes, 8 de junio de 2012
jueves, 7 de junio de 2012
Celebremos este día del periodista movilizados en contra de la violencia y en defensa de nuestra profesión, ni un golpe más!
miércoles, 6 de junio de 2012
Secretos de los mejores 16 vinos argentinos de exportación
Fuente: iProfesional
martes, 5 de junio de 2012
Mujeres comisarias
Se conocieron hace un año, el 31 de mayo de 2011, cuando la ministra de Seguridad, Nilda Garré, las designó –junto a otras ocho policías– como subcomisarias de las dependencias que hoy lideran. Cuentan que en seguida se hicieron amigas y que se juntan a cenar con frecuencia para apoyarse y charlar sobre los problemas de cada jurisdicción. Reunidas por Veintitrés, repasaron sus trayectorias, la aceptación de los vecinos y el deseo de transformar a las fuerzas de seguridad en una institución igualitaria.
–¿Cómo decidieron ser policías?
Susana Aveni: –Cuando terminé el secundario, mi primo hermano egresó de la escuela de cadetes y me comentó que se abría la primera convocatoria a mujeres, pero sólo podían inscribirse aquellas que ya estaban dentro de la fuerza, como auxiliares o suboficiales. Como yo no podía anotarme, hice el curso de ingreso a la Facultad de Derecho de la UBA, pero me bocharon en comprensión de textos. Ese año seguí estudiando inglés y piano. Me crié entre algodones: mis papás me llenaban de actividades para que tenga una mayor cultura general. En ese momento se empezó a hablar de divorcio y revolución femenina y ellos tenían miedo de que no me pudiera casar. Pero a mí jamás me interesó. Yo quería ser policía pero cada vez que lo mencionaba, mis padres ponían el grito en el cielo. No lo podían creer. Finalmente, en 1978 se abrió la primera promoción para mujeres que no pertenecían a la fuerza y sin dudarlo me inscribí. Al principio, mi madre no quería firmar la autorización para ingresar a la policía pero finalmente accedió.
Gladis Beatriz Cardoso: –Mi caso fue diferente, ya que mi papá es policía. Si bien él nunca nos habló ni nos intentó inculcar a mí y a mis hermanos que estudiemos para ser policías, los tres seguimos su camino. Pero primero me mandaron a estudiar inglés, hice el profesorado de guitarra y hasta me recibí en el conservatorio superior de música. Como era misionera de la iglesia, venía realizando trabajo social y quería continuar ese camino… Siempre tuve claro que no iba a ser maestra ni doctora. Mi único sueño era convertirme en policía. Igual, pese a tener una larga trayectoria en la fuerza, me casé y tuve dos hijos: Julián, que tiene 20, y María, 17.
–¿Qué piensan ellos de que usted sea comisaria?
G.B.C.: –Están acostumbrados. Cuando Julián estaba en salita de tres, me llamó la psicopedagoga muy preocupada porque mi hijo decía que su mamá era policía y me dibujaba de uniforme. Cuando le dije que efectivamente era policía, no lo podía creer, porque en la foja de datos familiares yo había puesto que era empleada. La respuesta de la especialista fue: “No puede ser, porque su hijo es un amor. No es para nada violento”. Mucha gente tiene prejuicios respecto de la policía. Mi prioridad siempre fue la familia. Se complica cuando querés estar presente en todos lados... Yo sé que si no voy a un acto escolar o a una reunión de padres trabajo con mucha angustia y no rindo. Por suerte tuve mucho apoyo de mis colegas para cambiar las guardias y estar presente con ellos en todo momento.
–¿Alguna vez imaginaron que iban a llegar a liderar una comisaría?
S.A.: –En realidad, cuando nosotras entramos no se podía acceder a este grado. El máximo cargo al que podíamos aspirar era el último grado de oficiales subalternos. A partir de un decreto que sacó Carlos Menem en los ’90 pudimos soñar con ser comisarios. Hoy tenemos posibilidad de hacer carrera, pero los primeros años fueron muy duros. Además, en cada jerarquía debíamos permanecer como mínimo siete años, mientras que los hombres sólo tres. Es una institución machista pero porque está creada y organizada por hombres.
G.B.C.: –En ese contexto, la mayoría de las mujeres entraba a la fuerza con la idea de trabajar en oficinas. No concebían la idea de subir a un patrullero. A mí siempre me gustó la calle y ahí no basta con tener jerarquía. Hay que saber escuchar y tomar decisiones con velocidad. Si en algún momento me crucé con un machista, que me perdone pero no me di cuenta, lo ignoré.
–¿Cuánto personal tienen a cargo?
S.A.: –270 oficiales, de los cuales 10 son mujeres.
G.B.C.: –Yo 60, también con 10 mujeres.
–¿Cómo toman los oficiales el hecho de recibir directivas de una mujer?
S.A.: –Bárbaro. Sinceramente, no hay ningún inconveniente.
G.B.C.: –Es que fue la sociedad la que requería que las mujeres estén al mando. Muchas veces me pasó que finalizaba mi horario de trabajo y tenía que quedarme porque había allanamientos y desalojos con mujeres y niños. En esos casos, es indispensable que haya una mujer.
–¿Qué le aporta una mujer a la fuerza?
S.A.: –Pienso que en determinadas circunstancias la comunidad se acerca más cuando hay una mujer. Nosotras somos más de charlar con los vecinos y preocuparnos por conocer los problemas de las personas.
G.B.C.: –Nuestra calidez natural hace que las personas se abran más. Cuando entro a las oficinas de los jefes de servicios y está el denunciante declarando, yo me acerco, lo saludo, le pregunto qué le pasa y él me empieza a contar detalles que no había mencionado antes. Los muchachos no quieren perder tiempo y nosotras somos más charlatanas.
–¿Cómo las recibieron los vecinos?
G.B.C.: –La comunidad donde yo ejerzo es de mujeres muy sufridas, maltratadas… La mayoría está sometida a los quehaceres domésticos y cuando me ven de uniforme, ven un peldaño al que quieren llegar. Los barrios siempre responden positivamente a la policía mujer.
–Sumado a sus designaciones, hoy está Nilda Garre como ministra de Seguridad y Florencia Piermarini al frente del Servicio Penitenciario Bonaerense. ¿Podría llegar una mujer a estar al frente de la Policía Federal?
S.A.: –Por supuesto. Mi límite es el cielo.
–¿Les queda tiempo para ser femeninas?
S.A.: –Sí. Nunca hay que perder la femineidad. Yo me pongo el uniforme con tacos y no me los saco nunca. Anoche estuve en Constituyentes y General Paz con la barra brava de Chacarita y corrí con los tacos y maquillada. Inclusive, siempre tengo masitas y tés saborizados para ofrecer en las reuniones.
G.B.C.: –La sociedad reclamaba a la mujer en las fuerzas de seguridad y por eso no podemos perder nuestra femineidad. Para patear puertas y masticar chicles con la boca abierta están los hombres. Nosotras estamos para otra cosa.
–¿El uniforme necesita cambios?
G.B.C.: –En mi vida privada jamás uso pantalón o corbata. Sinceramente, no me gusta tener que vestirme de nene para ir a trabajar. Siempre corrí de tacos y nadie se me escapó.