miércoles, 30 de noviembre de 2022

Alberto Fernández se debilita frente al éxodo de ministros que sufre su gabinete

El gabinete de Alberto Fernández continúa sufriendo bajas, en este caso se explicó oficialmente que la salida de otro ministro en por problemas de salud. Esta vez, quien presentó la renuncia fue el titular de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, quien en febrero del año pasado asumió en lugar del fallecido Mario Meoni, quien paradójicamente perdió la vida en un lamentable accidente de tránsito.

Cuando se produjo la muerte del dirigente del Frente Renovador, Guerrera ocupaba el mismo cargo de quien asume en las próximas horas como su reemplazante. Se trata de Diego Giuliano, secretario del área, que jurará el jueves de esta semana. El hombre oriundo de la provincia de Santa Fe, es otro hombre que responde al actual ministro de Economía, Sergio Massa, quien de esta forma retiene esa cartera en medio de la dura interna entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, quien le ha ido horadando casi todos sus leales en la jefatura que todavía conduce Juan Manzur, quien también dejará el cargo en los próximos meses para sumarse a la etapa dura de la campaña en su provincia de Tucumán, donde la batalla electoral será el 14 de mayo, ante un panorama difícil. En las Primarias de 2021 ese distrito fue retenido por el oficialismo por pocas diferencia con la oposición.

Las dimisiones en el entorno presidencial empezaron en el primer año de Gobierno con María Eugenia Bielsa, que fue sustituida por otro que ya no está, Jorge Ferraresi. El intendente que concluyó su licencia y volvió a Avellaneda dejando en el puesto a Santiago Maggioti. Vinieron después otras defecciones. Tal el caso de Marcela Losardo, que abandonó el ministerio de Justicia para dejar en la titularidad de la cartera a Martín Soria.

En ese contexto, le tocó el turno a Daniel Arroyo en Desarrollo Social, quien ante los conflictos con los líderes de las organizaciones sociales -que además son secretarios de Estado, como Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie)- huyó de la función que fue tomada por Juan Zabaleta. Otro que ya no está más y volvió a su municipio de Hurlingham para dar batalla de cara a 2023. Con la finalidad de ocupar ese sillón fue designada la diputada bonaerense del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz. Una de las pocas «albertistas» que aún integran el gabinete de ministros.

Después de la derrota en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, cuando la vicepresidenta Kirchner exigió cambios, se tuvo que ir Santiago Cafiero de la jefatura de Gabinete para dejarle paso a Manzur. El hombre más cercano a Fernández se fue a la Cancillería, y para eso hubo que despedir del Palacio San Martín a Felipe Solá. También debió salir del ministerio de Seguridad, Sabina Frederic, y arribó en ese sitial de tanta conflictividad, el polémico Aníbal Fernández.

Debido al escándalo denominado “Vacunatorio Vip”, en el contexto de la pandemia y cuando se inoculó a unos pocos dirigentes y sus familiares sin que les correspondiera, debió dejar la cartera de Salud, Ginés González García, sucedido por su segunda en ese momento, Carla Vizzotti.

Nicolás Trotta fue expulsado de Educación y fue relevado por Jaime Perzyck. Luis Basterra fue eyectado de Agricultura, Ganadería y Pesca para que volviera a una tarea ejecutiva, Julián Domínguez, quien se fue cuando se unificó la cartera con la de Hacienda.

Las dimisiones continuaron en el ministerio de Desarrolló productivo, del que fue expelido, Matías Kulfas, donde después terminó Daniel Scioli, para salir poco después y dejar el lugar (con rango de secretaría) a José Ignacio de Mendiguren.

Del Ministerio de Defensa fue echado Agustín Rossi y desembarcó Jorge Taiana. A su vez decidió partir de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza. De esa manera fue nombrado en ese área, Daniel Filmus.

La que viene fue parte de la etapa más cercana, donde en medio de un discurso de CFK, Martín Guzmán, presentó su renuncia vía Twitter. Llegó entonces Silvina Batakis, que en tiempo récord tuvo que dejar el cargo a Massa. En una semana el dólar informal había llegado a 350 pesos.

Poco después desertó del Gabinete, Elizabeth Gómez Alcorta. Fue por desavenencias con Aníbal Fernández, Manzur, y el propio Presidente. Aterrizó entonces en el ministerio de Mujeres Género y Diversidad, la puntana Ayelén Mazzina. Y en ese mismo momento se produjo, también por temas de salud, la renuncia de Claudio Moroni en el Ministerio de Trabajo, donde lo suplió Kelly Olmos.

Los nombrados tienen que ver con el Gabinete de la Nación, pero hubo una gran cantidad de secretarios/as y titulares de organismos estatales que ya no están o rotaron. La lista es demasiado larga para una administración que todavía no cumplió tres años. Todos resultado de las disputas internas en el oficialismo y la grave crisis económica que azota a la Argentina, debido a la mala gestión de la administración del presidente Fernández, que es es permanentemente justificada resaltando la herencia que dejó Mauricio Macri y el adeudamiento que produjo su gobierno, algo que es cierto, pero se mezcla con otras excusas que no han perjudicado tanto a otras naciones, nos referimos a la pandemia mundial del Covid y a la guerra entre Rusia y Ucrania.

Sólo se mantienen en sus puestos ministeriales desde el 10 de diciembre de 2019: Juan Cabandié (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible), Matías Lammens (Turismo y Deporte), Eduardo de Pedro (Interior), Tristán Bauer (Ministerio de Cultura), y Gabriel Katopodis (Obras Públicas).

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

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martes, 29 de noviembre de 2022

Polémica por el homenaje al ex ministro de Salud que promovió vacunaciones irregulares

Pese a las críticas y las polémicas que generó, el exministro de Salud de la Nación, Ginés Gonzáles García, fue homenajeado este lunes por el Gobierno nacional en Casa Rosada por sus “20 años de políticas públicas sanitarias”.

Esta fue la primera aparición del ex funcionario luego de que el presidente Alberto Fernández le pidiera la renuncia luego del escándalo conocido como “Vacunatorio Vip”. En diálogo con la prensa, González García minimizó el escándalo que impulsó su salida del Gabinete nacional. “No hubo vacunatorio VIP de ninguna manera, eso no fue así. Eso fue un hallazgo periodístico que significó mucho más que un problema con la Justicia, sino un problema mediático”, manifestó.

“Realmente no hubo ningún vacunado que no le correspondiera. El que dijo que lo vacunaron por ser amigo mío (Horacio Verbitsky) tenía 79 años y nosotros estábamos vacunando ya a los mayores de 60”, se justificó al salir de la sede del Ejecutivo.

Al ser consultado por los cornistas acreditados en Casa de Gobierno sobre si se arrepiente de algo o si haría alguna autocrítica, el médico respondió que “no se arrepiente de nada, uno siempre piensa que podría haber hecho más, pero soy consciente que busqué vacunas por todo el mundo y al principio estaba muy difícil”, y aseguró que “no volvería a ejercer un cargo público. Estoy trabajando en la parte académica y estoy escribiendo una novela. Una historia de amor en mi pueblo”.

El reconocimiento por sus dos décadas al servicio de la salud pública fue realizado en el Salón Pueblos Originarios de Balcarce 50, donde fue recibido por los ministros de salud de las diferentes provincias que participaban de un cónclave del CoFeSa (Consejo Federal de Salud) . Entre las contribuciones que se enumeraron, las autoridades se refirieron al plan Remediar, la ley de Salud Sexual y Reproductiva y los medicamentos genéricos.

La actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, fue quien ideó el homenaje y lo llevó adelante de manera efectiva. “Estuvimos en los últimos meses conmemorando los eventos relevantes para la salud pública y nos pareció oportuno poder convocar a Ginés (González García) para poder hacerle este reconocimiento en persona. Fue el gestor de muchas políticas que todavía perduran y que tuvieron un impacto positivo en toda la población”, destacó Vizzotti, y agregó: “Se me ocurrió a mi”.

La actividad estuvo vedada a los periodistas acreditados en Casa Rosada, que pese a los amplios vallados y efectivos de seguridad, logró extraer el testimonio del ex ministro y la actual titular de la cartera. Lo paradójico fue que el lugar elegido para ejecutar el homenaje está a metros de donde se encuentran depositadas las piedras que familiares y amigos de víctimas del Covid, dejaron en una primera marcha a Plaza de Mayo en el monumento del General Belgrano, frente al palacio gubernamental, pero que luego fueron quitadas por decisión del jefe de Estado e ingresadas al salón de ingreso en Balcarce 50, donde aún permanecen.

Cobertura para FM Concierto 105.5 desde Casa Rosada:

 

 

 

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

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lunes, 28 de noviembre de 2022

El exitismo mundialista no alcanza para que los argentinos esquiven la crisis económica

Si hay algo que los políticos argentinos saben, aunque digan lo contrario ante el clamor popular futbolero, es que los resultados de la Selección argentina en el Mundial de Qatar son tan temporales como los triunfos electorales. Un peronista de la «vieja guardia», que de tanto en tanto visita Casa Rosada, advirtió a este periodista que «cuando un equipo sale campeón del mundo, apenas termina los festejos tiene que empezar a pensar en clasificar para la próxima competencia, porque ser el mejor ese año no le garantiza participar en el mundial que viene», además infirió que «en política es lo mismo pero con tiempos más acotados, se celebra la victoria en las urnas, pero en cuestión de meses todo se hace humo, y hay que reconocer que muchas veces por impericia del ganador».

La frase remite a la idea que repiten varios actores de la sociedad. Tiene que ver con colegir que armar alianzas para ganar elecciones no es tan difícil, pero si gobernar. La alianza Cambiemos -con Mauricio Macri a la cabeza- lo sabe, ahora también está al tanto de este dilema el Frente de Todos y su jefa máxima, Cristina Kirchner.

El que causalmente se refirió indirectamente al tema, fue precisamente el director técnico del equipo local, Lionel Scaloni, quien señaló que «la sensación hoy es de alegría. Festejamos, pero mañana hay que preparar el partido siguiente. La alegría dura muy poco y hay que tener un equilibrio cuando se gana y cuando se pierde», afirmó, y agregó casi como un mensaje a los exitistas argentinos de todos los ámbitos: «habría que tener un poco más de sentido común y pensar que es sólo un partido de fútbol. Parece que nos jugamos más que eso. Eso mismo sienten los jugadores en la cancha. Es difícil hacer entender a la gente que mañana sale el sol se gane o se pierda».

La agotadora interna en la administración central, incluyendo la que atraviesa a la oposición, ha llevado al votante a un cansancio extremo. Y todavía falta un año de un Gobierno que seguirá con sus luchas endógenas, que además ha planteado una lógica disruptiva a la hora de gobernar. Nos referimos a una vicepresidenta que pretende conducir y gobernar (a la vez) mediante un ministro de Economía en el cual no confía, y un presidente que sólo desarrolla una función institucional, sin participar en la determinación de las altas cuestiones de Estado. Un tema que cada vez le genera más resentimiento.

Desde la cartera de Hacienda, Sergio Massa, ejecuta una estrategia que tiene una única finalidad: que no estalle todo por los por aires. Algo que lleva a la totalidad del funcionariado a jugar con fuego, porque vale decir que el gobierno que se fue en 2019 dejó una inflación del 53,8% interanual. Alberto Fernández cumplirá -el 10 de diciembre- tres años al frente del Poder Ejecutivo y doblará esa cifra que, si no hay sospechosos cálculos oficiales desde el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC), llegará a los tres dígitos.

Resulta preocupante que con este espinoso cuadro de situación -y a 12 meses de que asuma otra administración- la prioridad de la clase política sea posicionarse de cara al 2023. Y nos referimos a una dirigencia (oficialista u opositora) que tiene sus bases con cada vez más divisiones, un fenómeno que se observa y grafica en las peleas de poder que se ven en las altas esferas partidarias.

Un Mundial y sus resultados nunca influyeron o determinaron una votación. No pasó en plena dictadura, cuando en 1978, y después de obtener el principal título del planeta en Buenos Aires, empezó su proceso de salida, que ni siquiera pudo sostener apurando el criminal conflicto de Malvinas contra, nada más y nada menos, que la OTAN.

En 1986, Diego Armando Maradona subió al balcón en que tantas veces se vio a Juan Perón, junto a sus compañeros de equipo. Fue un símbolo que el radicalismo alfonsinista pretendió utilizar en medio de la debacle económica que derivó en una hiperinflación que llegó a 3079%. Sin embargo, cinco meses antes de cumplir su mandato, Raúl Alfonsín tuvo que entregar el bastón de mando a su sucesor, Carlos Saúl Menem. Un hecho que ocurrió un excepcional 8 de julio de 1989.

Las alegrías futbolísticas no son más que eso. Las tristezas también. En cambio, la vida social, económica y política de un país no goza de la inmediatez del gol certero -y en el momento justo- que garantice el galardón, que al menos de la sensación de cuatro años de liderazgo.

«Gobernar es mucho más difícil que el fútbol, y los goles hay que hacerlos todos los días», asegura un referente peronista que camina el territorio bonaerense preocupado por lo que vendrá, pero eso si, sin sacarse la camiseta que en su espalda lleva el número 10 y un nombre; el de Lionel Messi. Paradojas de la Argentina.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

viernes, 25 de noviembre de 2022

Alberto, sus problemas de salud y una agenda paralela a la de Cristina y Massa

El fin de semana largo tuvo eventos que graficaron siete días ajetreados que sacaron a la luz cómo está la situación en la coalición gobernante y en su gestión. El sábado pasado, la Unidad Médica Presidencial anunció que Alberto Fernández había sido sometido a una endoscopía, que en principio se iba a realizar al culminar el feriado, pero se definió adelantar.

La misma dio como resultado que el jefe de Estado no presentaba lesiones con sangrado activo, como sí se le diagnosticó en Bali (Indonesia), indicando que debía realizar reposo y retomar en forma paulatina sus actividades laborales. Esto no fue así, porque el martes, después de la derrota argentina frente a Arabia Saudita en el Mundial de Qatar, se lo vio ingresar por la explanada de Casa Rosada a las 10:30 hs de la mañana, con el rostro descolorido, pero a paso firme camino a su despacho del primer piso.

En la mañana del domingo anterior, la senadora Kirchner había dado a conocer -a través de su cuenta de Twitter- el fallecimiento de la titular y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Hebe Pastor de Bonafini. El presidente intentó sumarse a los mensajes de congoja por la muerte de la mujer que perdió la vida a los 93 años. La mayoría dedicados a la lucha por los Derechos Humanos, luego de la desaparición de sus hijos, que fue ejecutada por la dictadura cívico-militar-clerical de Videla, Massera y Agosti (entre otros genocidas). El tuit de Fernández decía: “Con la partida de Hebe de Bonafini perdimos una luchadora incansable. Reclamando verdad y justicia junto a las Madres y Abuelas, enfrentó a los genocidas cuando el sentido común colectivo iba en otra dirección. Con enorme cariño y sincero pesar, la despido. Hasta siempre Hebe”.

La dura respuesta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo no se hizo esperar: “Sr Presidente no se perdió nada, el legado de las Madres vive en el pueblo. Relacionar la lucha de nuestra Presidenta con otra organización es un insulto”, subrayaba el texto en referencia a las Abuelas encabezadas por Estela de Carlotto, con quien Bonafini tuvo enormes diferencias, y cerraba: “Por suerte Hebe hizo público todo lo que pensaba de usted”. De esta manera quedaron claras y reconfirmadas las fuertes críticas de la Madre más conocida de todas a Fernández durante toda su administración, casi siempre en coincidencia con las posiciones de la ex mandataria, Cristina Fernández de Kirchner.

En el segundo día de la semana, Fernández no tenía programada ninguna agenda oficial, pero con el transcurso de las horas se supo que mantuvo una reunión con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, con el fin de “ponerse al tanto de los detalles de la gestión durante su ausencia por el viaje a Europa y Asia”, se informó mediante fuentes de Balcarce 50, y siguió con otro extenso encuentro con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, de quien se decía que se le podría pedir la renuncia luego de las críticas solapadas que CFK le hizo por la forma en que están desplazadas las fuerzas federales (en este caso la Gendarmería) en el sur del país, y no en el Conurbano bonaerense en tren de combatir la inseguridad.

A la salida del cónclave con el Primer Mandatario, mientras éste almorzaba con Emilio Pérsico Fernando “Chino” Navarro (secretarios de Estado y titulares del fraccionado Movimiento Evita), Aníbal habló con los periodistas acreditados en la sede del Ejecutivo y en ese contexto espetó: "Yo no renuncio ni en el tute. ¿Quién va a pedir mi renuncia? ¿Cristina!? Si el ministro depende del Presidente!!". Y pasó lista a una larga lista de operativos antinarcóticos. Enterado de las declaraciones un dirigente camporista que suele circular por Gobierno observó irónicamente: “La verdad que nunca me hubiera imaginado a Aníbal haciendo randazzismo”.

En el transcurso de esa serie de actividades que intentaban mostrar absoluta normalidad y a un Fernández activo en categórico control, llegó la novedad de que no habría viaje presidencial a México porque se suspendía la Cumbre de la Alianza del Pacífico por la negativa del Congreso del Perú, que no permitió la asistencia del presidente Pedro Castillo.

En el marco de esa noticia, se escuchó el ruido generado por las críticas que hizo Andrés Manuel López Obrador a la estrategia argentina de bajar la candidatura de Cecilia Todesca -para presidir el BID-y no apoyar tampoco al postulante mexicano, Gerardo Esquivel. Decisión que se tomó en favor del elegido por EEUU y Canadá, nos referimos al brasileño, Ilan Goldfjan (hombre de Jair Bolsonaro). “Ojalá les cumplan”, dijo el mandatario azteca, sobre lo que acordó Argentina para hacer una jugada que no cayó nada bien en las tierras del Tequila.

El mismo martes, los voceros albertistas aseguraban enfáticamente en los pasillos de la Rosada que al otro día el Presidente viajaría a la provincia de Corrientes para encabezar la 15° Asamblea de Gobernadores del Consejo Regional del Norte Grande Argentino. Algo que al caer la noche fue descartado, según se rumoreó, por prescripción médica.

El entorno del titular del Poder Ejecutivo salió rápidamente a desmentir y a negar la versión exponiendo que Fernández no iba a la Mesopotamia porque se lo invitó a último momento. Por supuesto, la invitación fue cursada desde la organización desde que se resolvió llevar a cabo el evento, mucho antes de que el Presidente se descompusiera en su travesía internacional.

Llegado el miércoles, y en virtud de seguir mostrando al Mandatario más dinámico que nunca, se conformó una agenda de emergencia con varios cónclaves, entre ellos, uno con intendentes de la Provincia de Buenos Aires. Alberto Descalzo (Ituzaingó), Juan José Mussi (Berazategui), y el exedil de Florencio Varela, Julio Pereyra, actual diputado nacional. Extraoficialmente trascendió que uno de los temas principales fue el de devolver el dominio de las policías locales a los distritos bonaerenses, en detrimento de la Bonaerense, que regentea el cuestionado Sergio Berni, quien resiste en el cargo frente a las críticas de la mayoría de los jefes comunales que piden su cabeza. Por ahora, la Vicepresidenta y el gobernador Axel Kicillof lo sostienen en el ministerio de Seguridad de la PBA. Los bisbiseos sobre la posibilidad de unificar Justicia con esa cartera, para quedar a cargo de Julio Alak, es por ahora, nada más que eso, un runrún. Para el médico, militar y abogado, se trata de una “operación” para perjudicarlo.

Después de lo que fue la extensa, accidentada y costosa gira por París, Bali y Madrid, el jueves volvió al ruedo la portavoz Cerruti con sus conferencias matutinas. En ese marco la funcionaria expresó que el Presidente "Se encuentra en perfecto estado de salud", reiteró la desmentida de que no haya viajado a Corrientes por su cuadro gástrico, y agregó sin dudar: "Ya está a pleno".

El otro tema que no pudo evitar la vocera fue el de la compra (en proceso de licitación según ella misma reconoció) de un nuevo avión presidencial por valor de 25 millones de dólares. Tres se entregarían -en parte de pago- con el Tango 01, que en los ’90 adquirió Carlos Menem. Nave que está en desuso desde 2016. De todos modos, la adquisición de ese Boeing 757-256 en u$s 22.300.000 M, genera polémicas debido al grave cuadro de situación que atraviesa el país, con un Banco Central con sus reservas en rojo.

Las justificaciones de Cerruti giraron en torno a premisas que van por el lado de la seguridad del jefe de Estado y la obligatoriedad exigida, conforme su declaración, por los países extranjeros. Quienes la objetaron desde la propia Rosada apuntaron que, con aeronave propia, lo que pasó con el Presidente luego de su descompensación en Indonesia, no hubiera cambiado en nada. “Son excusas sin sustento y que encima le dan de comer a los opositores”, remarcó un hombre cercano a Fernández que sabe que es el propio Mandatario el que promueve la anacrónica empresa.

Las controversias en torno a esos puntos se multiplicaron, ya que se contraponen con lo que hacen muchos altos funcionarios de países del denominado, primer mundo, que no tienen cifras récords de pobreza e indigencia como la Argentina. 

Terminada la rueda de prensa, Fernández estuvo en su oficina con Cerruti y más tarde con Manzur. Luego recibió al ministro de Transporte, Alexis Guerrera y después al embajador en Brasil, Daniel Scioli y la secretaria de Energía, Flavia Royón. Ambos funcionarios firmaron junto al Presidente y autoridades cariocas la actualización de un memorándum de intercambio energético con el principal socio del MerCoSur.

Al terminar el evento, Royón y Scioli dieron una rueda de prensa en el Patio de las Palmeras bajo el desolador calor porteño que empieza a avisar que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Las declaraciones minimizaron la salida de la italiana Enel (firma accionista de Edesur) de la Argentina- al aseverar que "no va a afectar a la población de un día para el otro", entendiendo que "no será un proceso inmediato" porque "se cuidará la prestación del servicio" con quien vaya a adquirirla.

Al límite del cierre semanal se definió que Alberto Fernández volviera a la escena pública, ya que en el palacio gubernamental se evitó que tenga visibilidad. El lugar elegido fue el municipio de Pilar, donde fue a inaugurar un Centro de Desarrollo Infantil junto a Gabriel Katopodis (Obra Pública), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), y el intendente local, Federico Achaval. Se prometió la emisión de un acto que terminó en una simple recorrida sin mucha gente en los alrededores.

Quedó claro que se tomaron muchos recaudos. Esta vez no ocurrió lo que se hace siempre en estos casos; transmitir la actividad en vivo. Se adelantó que se grabaría un material y se enviaría más tarde. Hasta el cierre de este artículo sólo llegaron a la Sala de Prensa de Casa Rosada unas fotos donde se nota cierta lasitud en la cara del Presidente. Tal vez, la burbuja en torno al jefe de Estado procuró imprevistos y cuidar la imagen de un Alberto, que, entre tantos desaguisados, continúa procrastinando el bono para empleados formales, cosa que tensiona aún más la relación con el kirchnerismo que le exige una suma fija que abarque a todos los trabajadores.

En ese clima, el dólar blue mantiene su imparable y preocupante tendencia alcista. En la primera semana del Mundial de Fútbol en Asia arrancó en 306 pesos y concluyó cinco jornadas en $320 (14 pesos en 120 horas). Lo mismo pasa con los diversos tipos de cambio que van en esa línea y llevaron a Sergio Massa a reconocer ante empresarios del llamado “círculo rojo”, que, si no baja la inflación, difícilmente se pueda ganar la elección del año que viene. Un razonamiento que hacen la mayoría de los peronistas, pero que nadie sabe por qué esboza el ministro de Economía en este momento de tanta fragilidad política y financiera. ¿Será que pide un poco más de rienda suelta a Cristina?  Por lo pronto, el tigrense avanza con un nuevo "Dólar Soja", que en pos de la inevitable devaluación estaría fijado entre los $225 y 230 pesos. 

Los consultores privados más sosegados entienden que el IPC de noviembre estaría levemente por arriba del 6%. Otros menos optimistas se arriesgan a pensar en un 6,6% como mínimo. Es que las remarcaciones persisten y en este mes llegaron las subas de tarifas y muchos otros rubros. Por ahora el programa de Precios Justos no se nota, y ya va terminando su primera etapa. Faltan todavía los tres períodos mensuales estivales que siempre tienden a la suba.

El clima en Casa de Gobierno se advierte alejado de las causas judiciales que acucian a la titular del Senado nacional y también a los contratiempos que vive Massa en el Palacio de Hacienda, que a su vez sufre la permanencia del albertista Miguel Ángel Pesce en el BCRA.

Como se dice en la jerga política, “la diaria” en Balcarce 50 está enfocada en la gastritis erosiva del presidente, la espasmódica decisión de adquirir un avión carísimo que usará poco tiempo, y/o tratar de mantener algunos lineamientos con organismos de DDHH cristinistas y sus colectivos, a los que a estas alturas ya distingue demasiado hostiles para con él.

Como un reflejo de supervivencia en la dificultad, Fernández intenta calmar esa sensación de vacío con prioridades que son tomadas con socarronería en el Instituto Patria y también en las huestes del massista Frente Renovador. Lo que sí existe -y se intenta mantener- es la idea de bajar la presión sobre el x jefe de Gabinete de Néstor y Cristina, el mismo que un día le renunció a la actual Senadora por no estar de acuerdo con sus políticas.

“La presidencia es otra cosa”, señala un hombre cercano al Mandatario, que adiciona: “son otras las responsabilidades”. Sin embargo, otro colaborador suyo opinó: “Alberto, ¿renunciar? ¿licencia? ¿ahora? Nooo!, él siente que el puesto que mejor le calzó de todos los que tuvo, es éste, el drama es que le tocaron tiempo difíciles; pandemia, guerra, y esos que se borran cuando más los necesitan o te hacen la guerrita interna”.

Lo cierto, es que, entre tanta elucubración y análisis psicológico, las encuestas que llegan al palacio rosado dan a la oposición diez puntos por encima del peronismo, y es el único dilema que unifica al Frente de Todos. Habrá que ver si la adversidad y el espanto logran unirlos antes de que sea tarde. 


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (PyM). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

jueves, 24 de noviembre de 2022

En la Argentina de 17,3 millones de pobres y 4,2 M de indigentes Fernández quiere un avión de u$s25 M de dólares

La portavoz Gabriela Cerruti se refirió en su conferencia de prensa de los jueves en Casa Rosada, a una información que se filtró en la prensa, referida a la compra de un nuevo avión presidencial (un Boeing 757-200) que adquiriría el Estado argentino en la friolera de 22 millones de dólares. La funcionaria no brindó detalles pero expresó: «No sé lo qué circula, la información oficial está en la licitación y cuando haya alguna información se las vamos a hacer saber».

En ese contexto, señaló que el Presidente no viaja en vuelos comerciales porque «viaja con toda una comitiva» y «debe cumplir con los protocolos de seguridad de Argentina y los distintos países», aseverando que «el Presidente no puede llegar con su valijita y su computadora».

La declaraciones generaron polémica porque hay muchos mandatarios de naciones del denominado primer mundo, que se trasladan en vuelos de línea y con verdaderas comitivas reducidas, de no más de diez personas (caso Justin Trudeau de la potente Canadá, o en sus mandatos, la alemana Angela Merkel y el uruguayo José Mujica), y no con cincuenta personas, como las que suele llevar Alberto Fernández a su, casi permanente, actividad en el exterior, que debido a los graves problemas financieros que atraviesa el país, podrían en su mayoría realizarse de manera virtual, o en caso de no poder faltar, ejecutar con delegaciones poco numerosas que permitan ahorrar los enormes gastos en billetes extranjeros que se hace en hoteles de cinco estrellas y el resto de los viáticos que determinan cifras escalofriantes para una nación con tantas carencias en su población.

En la última gira, el jefe de Estado estuvo fuera de la Argentina diez días y se trasladó por París (Francia), Bali (Indonesia), para estar en el G20, y Madrid (España), con unas treinta personas, entre funcionarios, asistentes, colaboradores, custodia, gente de ceremonial, equipo de prensa y unos 20 periodistas. Para ello se alquiló un chárter de Aerolíneas Argentinas por casi un millón de dólares.

Estamos hablando de un país que tiene, según datos oficiales, 17,3 millones de pobres y 4,2 millones de indigentes. El dato más doloroso, y que produce muchísima indignación en la sociedad, es que mientras la clase política, -que cobra varias veces un salario mínimo o una jubilación- la pobreza infantil ascendió en septiembre de este año 2022 al 50,9%. Se trata de, nada más y nada menos, que 5,5 millones de menores de 14 años que pasan hambre.

Así y todo, la corporación política argentina en general, no importa al partido al que pertenezca, abusa de los privilegios que otorga el Poder, especialmente en las administraciones que están a cargo de distritos importantes -que tienen brechas escalofriantes entre ricos y pobres- y mucho más cuando le toca estar a cargo de la gestión nacional. La premisa pareciera ser no escatimar en gastos en dólares, que en su defecto deben ser solventados por un Banco Central que tiene sus reservas en rojo hace mucho tiempo, y que además mantiene un duro cepo limitante para todo aquel ciudadano común que quiera adquirir la moneda estadounidense, así como también una serie de impuestos dirigidos a quienes pretendan salir del país.

Casi la mitad de los argentinos no puede acceder a un trabajo genuino y tener un salario digno. Inclusive con el imparable proceso inflacionario, que este año ronda el 100%, trabajadores formales o monotributistas ni alcanzan una canasta básica de alimentos. El resto queda a merced del clientelismo político de los planes sociales que otorga el fisco a través de punteros que ocupan cargos de secretarios de Estado que atienden de los dos lados del mostrador. Hablamos de aproximadamente 1.400.000 habitantes, que ante ese cuadro, como el resto, quizás puede llevar un plato de comida a la mesa haciendo changas o mendigando. Vale decir que en zonas rurales y distantes de centros urbanos de la mayoría de los distritos argentinos hay grados de desnutrición que sorprenden en un país que produce alimentos. Los pueblos originarios son sometidos en regímenes feudales a la discriminación, y en el siglo XXl no tienen agua potable, alimentos saludables, cloacas, asistencia sanitaria y mucho menos educación. Por eso miles de niños/as mueren de enfermedades absolutamente evitables.

El peronismo siempre pregonó la justicia social, sin embargo, en más de una oportunidad, tal el caso del Gobierno de Carlos Saúl Menem, predica la defensa de los más vulnerables desde la riqueza de dirigentes que fomentan un sistema de corrupción institucionalizado, donde pareciera que es lícito que un presidente, gobernador (Argentina tiene 24), y otros políticos con funciones ejecutivas, se muevan con naturalidad -y sin necesidad alguna- en helicópteros, autos de alta gama con chofer, rodeados de incontables asesores, secretarias/os, prenseros, etc.

Parece que está tomada la decisión de desprenderse (como parte de pago por u$s 3 millones) de un símbolo de la década del ’90, como es el Tango 01. Aeronave que en su momento fue una de las integrantes de las flotas presidenciales más lujosas de la región y del mundo, en la cual, hasta en más de una oportunidad, mandatarios de países limítrofes pidieron asiento para poder llegar a cumbres internacionales importantes, por no contar con los recursos, o en la mayoría de los casos, para evitarlos por cuestiones éticas.

El otro factor que promueve la polémica, es que a Alberto Fernández y su núcleo de leales (no más de diez funcionarios) les queda sólo un año de mandato, en el contexto de un gobierno que claramente -igual que el de Mauricio Macri- ha fracasado ¿Qué otras giras internacionales puede llevar adelante?. ¿Con qué justificativos y criterios?, si hasta ahora ninguna de las recurrentes y costosas travesías ha traído soluciones concretas al flagelos de la miseria que acucia a la mayoría de los pobladores que habitan el suelo argentino.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más data exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

Massa no logra contener la devaluación del peso argentino y el dólar informal llegó a los $312

En medios de la grave crisis económica que atraviesa la Argentina, el dólar blue volvió a dispararse este miércoles y cotizó a $312, para la venta, alcanzando así su mayor valor en los últimos cuatro meses, mientras que los tipos de cambio financieros operaron dispares, según se pudo observar los principales indicadores del mercado cambiario local.

La divisa norteamericana subió $4 y se vendió en su mayor valor desde el 27 de julio pasado, cuando finalizó a $314. De este modo, la brecha con el tipo de cambio oficial mayorista se ubica en el 89,3%. El dólar blue subió $2 en octubre, después de bajar en septiembre $2 y perdió otros $6 en agosto.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) culminó la rueda con compras por US$ 3 millones, por un mayor caudal proveniente de las exportaciones, porque este jueves mañana es feriado en los Estados Unidos, eso contribuyó a la mayor oferta de moneda.

Sin adquisiciones importantes, en las últimas jornadas, la principal entidad monetaria del país exhibe en el mes un saldo negativo cercano a los US$ 950 millones.

El dólar sin impuestos se apreció 33 centavos hasta los $171,85 en el promedio de los bancos privados y en el Banco Nación subió a $171,40.

El ahorro o dólar solidario, que incluye los impuestos, ganó 54 centavos a $283,55 y el denominado turista o tarjeta trepó 58 centavos a $300,74, superando el techo de los $ 300.

El dólar «Qatar» subió 66 centavos hasta los $343,70 y el mayorista que regula directamente el BCRA, aumentó 33 centavos hasta los $164,84 con un volumen operado en el segmento de contado de US$ 274,305 millones.

En la bolsa porteña el dólar Contado con Liquidación retrocede $2,24 hasta los $328,71 y la brecha con el tipo de cambio oficial mayorista llegó al 99,3%. El MEP o dólar bolsa subió y se situó en torno a los $315,62 y el spread con el oficial alcanzó el 91,4%.

Esta devaluación -en cuotas- que administra el ministro de Economía, Sergio Massa, pero sin poder contenerla, va a parar inevitablemente a los precios de todos los productos, en particular de los alimentos y los medicamentos, dos rubros vitales. Para tener una idea de lo que está pasando con los fármacos, el Centro de profesionales farmacéuticos relevó que los precios de las drogas aumentaron 82,4% -promedio- entre enero y mediados de este mes de noviembre. La inflación enero-octubre fue 76,6%. Los de venta libre son los que más subieron: 87,4% contra 80,2% de suba en los que son recetados por los galenos.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más data exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

miércoles, 23 de noviembre de 2022

martes, 22 de noviembre de 2022

Recrudece la interna oficialista a medida que se acerca el año electoral

Es cierto que la estadía de la selección argentina en el Mundial de Qatar disimulará muchos de los temas políticos, económicos y sociales que acucian al país. Eso no quiere decir que vayan a solucionarse y mucho menos, desaparecer. Nos gustaría informar lo contrario, pero ocurre que la realidad siempre es más poderosa que la fantasía y las expresiones de deseo.

La coyuntura nos encuentra con un Presidente con problemas de salud que no son menores. Una gastritis erosiva con sangrado, que produjo dos desmayos del Mandatario en el marco del G20 en Bali (Indonesia) encendieron las luces rojas en el denominado “albertismo”, pero en particular en el ala kirchnerista del Frente de Todos, que no tiene en sus planos hacerse cargo de una administración que seguirá a la deriva hasta el 10 de diciembre de 2023.

Una cosa es haber tomado las riendas del Palacio de Hacienda a través de Sergio Massa, que lleva adelante el ajuste que no se le permitió a Martín Guzmán, y otra muy diferente es tener que hacerse cargo del Poder Ejecutivo si Fernández tiene que tomar una licencia y obligar a su mentora y vicepresidenta de la Nación a tener que sustituirlo.

El temor que cundió en las ligas cristinistas cuando se supo que el delfín fallido estaba internado en un hospital al otro lado del mundo forzó que la propia Cristina Kirchner tuviera que levantar el teléfono para chequear el escenario verdadero. La Senadora lo escuchó bien pero quedó tan preocupada que se mostró como una “leona herbívora” en el Estadio Diego Maradona de La Plata. Donde emitió diatribas contra la justicia y la oposición, pero tuvo que hacer críticas quirúrgicas sobre la gestión del hombre que ungió en 2019 para que ocupara el Sillón de Rivadavia. La única forma que encontró fue destacar los períodos donde gobernó ella y su fallecido esposo, Néstor Kirchner.

Descartando de plano la reelección del actual titular del PEN, la ex jefa de Estado dijo: “Cambiamos la Argentina y lo podemos volver a hacer», y agregó que “podemos volver a hacer esa gran Argentina, la gente tiene que decidir si quiere volver a ser esa Argentina que alguna vez tuvieron». El remate que cierra toda posibilidad de continuismo a los pocos albertistas duros que habitan la Casa Rosada fue en respuesta al clamor que se escuchó permanentemente en la cancha y que promovía el “Cristina presidenta”. Cántico al que la dirigente respondió con una frase que dijo alguna vez Juan Perón: “todo en su medida y armoniosamente”. Un axioma que proviene del libro “Vidas paralelas” de Plutarco, en el cual éste se lo atribuye a Pericles.

Más allá de las disquisiciones filosóficas, la jefa política de la coalición gobernante -que cuestiona desde adentro pero como si estuviera fuera de la alianza- deja abierta la posibilidad a una candidatura propia que ahora sirve más como contingencia que algo concreto. Especialmente porque procura una advertencia al Poder Judicial que la acecha con fallos que la pueden afectar, por eso la sórdida amenaza de una posible vuelta a la más alta magistratura del país.

De más está decir que todavía faltan diez meses para las elecciones del año que viene, y aunque vaciado de Poder, Alberto Fernández debe llegar a cumplir su mandato. Es la estrategia de los cristinistas, que pese a intuir una derrota van por el “Plan B”: convertirse en la oposición con mayor poderío desde que volvió la democracia en 1983. Para eso, CFK y el resto de los justicialistas -en todas sus variantes- entienden que es imperioso un peronismo unido.

Los que caminamos hace muchos años los pasillos de Casa Rosada vemos asombrados un cuadro que nunca se dio, por lo menos después de la crisis del 2001. Un proceso de fragmentación que tiene a Balcarce 50 como una terminal en la que no se define el 95 por ciento de las decisiones que se toman. El cinco restante es solamente por cuestiones de orden institucional que recaen en la famosa lapicera del Presidente Fernández, que entre idas y vueltas está atrapado en el laberinto de acatar o procrastinar lo que se le impone desde el Instituto Patria y su nuevo anexo: la sede del Ministerio de Economía.

Los que conocen a Alberto, como se lo llama en la prensa argentina, en la calle y en su entorno, aseguran que “es un tipo terco, no le gusta que se lo lleven puesto, el problema que tiene ahora es que tiene que darle prioridad a su salud, no es joda”, manifestó en off un colaborador que tiene despacho en la Rosada.

Esa descripción del ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner que llegó a la presidencia impulsado por la actual senadora, sugiere que si hay algo que el jefe de Estado no tiene en mente es pedir una licencia, pero obviamente se sabe que esa determinación queda en manos de Federico Saavedra, director de la Unidad Médica Presidencial. La última endoscopía que se le hizo ya en Buenos Aires indica que ya no “tiene lesiones con sangrado activo”, por lo que se le indica reposo y retomar paulatinamente sus actividades. También queda en “veremos” el viaje a México que Fernández tenía previsto realizar el próximo 24 de noviembre. Algo que Fernández pretende realizar igual porque allí estarán esperándolo Andrés Manuel López Obrador y Lula da Silva.

Mientras tanto, y a través de medios afines (según la circunstancia) el equipo de comunicación presidencial insiste en mostrar a un mandatario activo pese al cuadro que atraviesa. De esa manera difunde que Fernández retoma su agenda doméstica para definir un bono de fin de año junto a Massa. Y aquí un detalle nada menor, la voluntad del Presidente de oponerse a una suma fija que reclama CFK bajo la justificación de no desfinanciar a municipios, gobernaciones y pequeños comercios.

Los pocos leales que tiene a su alrededor -y los facultativos que lo asisten- saben que una descompensación más daría un vuelco a todo lo que esté al venir. En las entrañas del núcleo duro que rodea a la Vicepresidenta comprenden el mismo albur, pero parece que nadie quiere ceder en nada más allá de los resultados que se obtengan.

Las potentes subas del dólar en la semana que terminó son un embate que recae sobre Massa y su segundo, Gabriel Rubinstein, quien no tuvo mejor idea que acometer un sincericidio frente a empresarios que lo escucharon atemorizados. El tecnócrata que fue antikirchnerista hasta que asumió el cargo de secretario de Programación Económica habló de la posible devaluación que se avecina –que de todos modos se ejecuta por suba de precios- pero con el condimento de incorporar el peligro de un “Rodrigazo”. Es decir, una megadevaluación que lleva ese nombre debido a Celestino Rodrigo, ex ministro de Economía de Isabel Perón que llevó adelante (según su criterio para evitar distorsiones) aumentos de servicios públicos, transporte y combustibles de hasta el 180%. Algo que produjo una de las peores debacles del valor de la moneda, ergo: de los salarios, precios y desabastecimiento, entre otras desventuras.

Al corto plazo, el 6,3 por ciento del Índice de Precios al Consumidor (con un 88% interanual) que acerca al 100% en todo el año no es ningún buen indicio, menos teniendo en cuenta que ese número no refleja lo que el ciudadano percibe cuando va a comprar alimentos, que casi todos los días tienen remarcaciones.

Hubo otra acción que no salió bien en el Gobierno. La candidata a presidir el BID (Banco Interamericana de Desarrollo), Cecilia Todesca –actual secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería- fue enviada a EEUU con el fin de acceder al cargo que finalmente quedó en manos del bolsonarista, Illan Goldfajn. El banquero recibió el apoyo de Lula da Silva, EEUU y Canadá. Como México, que había prometido apoyar a Todesca respaldó a su propio candidato, a la Argentina no le quedó otra opción que bajar a su elegida y votar por el brasileño. El argumento de las huestes locales es que el país tendrá el 40% de los cargos en el organismo.

Las jornadas previas al fin de semana largo concluyeron con una significativa variedad de “fuego amigo”. Primero fue la dura embestida del ex ministro Guzmán contra Cristina y Máximo Kirchner, a quienes echó en cara como lo combatieron en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Llamó “chico caprichoso” al diputado a quien, a su entender, CFK le da un poder para el que no está capacitado. Salió a responderle el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que calificó de «lamentables» las declaraciones.

Lo peor estaba al llegar. El domingo a las 9:20 de la mañana falleció la titular y fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. La noticia se conoció a través de la cuenta de Twitter de Cristina, que la despidió con una emotiva frase final: “Dios te llamó el día de la Soberanía Nacional… no debe ser casualidad. Simplemente gracias y hasta siempre.”

Alberto Fernández hizo lo suyo desde las redes. “Con la partida de Hebe de Bonafini perdimos una luchadora incansable. Reclamando verdad y justicia junto a las Madres y Abuelas, enfrentó a los genocidas cuando el sentido común colectivo iba en otra dirección. Con enorme cariño y sincero pesar, la despido. Hasta siempre Hebe”.

La severa respuesta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo no se hizo esperar: “Sr Presidente no se perdió nada, el legado de las Madres vive en el pueblo. Relacionar la lucha de nuestra Presidenta con otra organización es un insulto. Por suerte Hebe hizo público todo lo que pensaba de usted”. Desde el entorno presidencial se mantuvo el silencio de radio.

Todas estas circunstancias adelantan que la convivencia de acá hasta el armado de listas y el consecuente camino a los comicios va a ser cada vez más difícil. Nadie quiere ceder nada y “cada uno cuida su quintita”, replica un dirigente de base que advierte que las divisiones internas se agudizan, y es por eso que Cristina Kirchner vuelve a la escena con la intención de realinear a sus votantes que han caído en la apatía producto de luchas endógenas que procuraron marchas y contramarchas muy paradojales. Todavía están los militantes kirchneristas que se preguntan “cómo es que llegamos a depender de Massa”. Una de las tantas preguntas que la dirigencia que se autodenomina del “campo nacional y popular” no puede responder.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más data exclusiva de Balcarce 50 a través Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista