El argumento gubernamental es que las consultoras quedaban expuestas a opinar sobre cuál había sido la inflación del mes anterior dos o tres días antes de que salga publicada por el órgano estadístico estatal. Asimismo, se expuso que el grupo de analistas consultados venía errando en los pronósticos por mucho, y pusieron como ejemplo la encuesta del mes de junio en la que el sector privado estimó en promedio en 7,6% en el IPC y la entidad que dirige Lavagna dio un 6 por ciento.

Una cantidad que de todos modos generó polémicas, porque la incesante suba del valor de todos los rubros del mercado es percibido por los consumidores muy por arriba de las mediciones que hace el INDEC, bajo control del massismo.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista