sábado, 25 de noviembre de 2023

Casa de Gobierno grafica las internas en el peronismo luego de la derrota

Conocido el resultado del domingo pasado en el balotaje todo fue una sucesión de hechos que para la mayoría resultaron distópicos. Así como Sergio Massa prefirió aceptar rápidamente la derrota en el búnker de Unión por la Patria, la alta dirigencia que lo respaldaba hasta la semana pasada también decidió dar vuelta la página rápidamente y olvidar a ese candidato obrero, peronista y sanmartiniano que representaban en la propaganda de campaña.

Sólo las bases que micromilitaron al tigrense dejaron ver escenas de llanto y dolor a metros del Complejo C en el barrio de Chacarita. Fue al terminar el discurso del ministro de Hacienda y candidato vencido, que se animó a amagar con irse y culpar de todo lo que viniera -en materia económica- al presidente electo de La Libertad Avanza.

“Eso fue una mezcla de bronca e impotencia momentánea, nada más”, minimizaron desde su entorno el martes, cuando el líder del Frente Renovador tuvo que volver a mostrarse -forzosamente activo- junto a su equipo económico para cumplir con lo que había prometido: Quedarse hasta el 9 de diciembre, y en caso de perder, colaborar con la transición.

La enorme cantidad de afiches y carteles que cubrían las paredes, puertas de despachos, pasillos, galerías, patios internos y baños de la Casa Rosada desaparecieron de manera inmediata.

No se vio ni escuchó un sólo agradecimiento al hombre, que según Cristina Kirchner -y él mismo- había agarrado “la papa caliente” que la mayoría evitó escondiéndose debajo de la cama cuando el gobierno corría el riesgo de tener que irse en helicóptero. Palabras dichas, entre otros, por el cacique de Avellaneda, ex ministro de Vivienda y fugaz interventor de Edesur, Jorge Ferraresi, así como el camporista y titular de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque.

Sin felicitar al triunfador, Javier Milei, el único ex accionista fuerte del desintegrado Frente de Todos que dejó un mensaje de reconocimiento a la fórmula perdedora fue Alberto Fernández. Lo hizo desde sus redes sociales: “Agradezco a @SergioMassa y @RossiAgustinOk por la campaña que realizaron. Valoro todo el trabajo que han hecho”. No faltó quien vio en el texto presidencial cierto grado de sarcasmo. No olvidemos que el titular del Ejecutivo termina su mandato absolutamente corrido de la gestión por obra y gracia de quien ahora tiene igual, o peor imagen negativa que él, especialmente afuera del PJ.

Como pasa cada vez que el olor a cala circula entre las huestes del despoder, las teorías conspirativas retomaron fuerza en Balcarce 50“Ven por qué Cristina se borró del mapa antes de tiempo (…) Ahora se sacó de encima a Sergio y quiere volver como jefa opositora con Wado (De Pedro) y Kicillof”, infirió un enardecido operador massista que desprecia los manejos del kirchnerismo desde siempre, pero que eligió acompañar a su jefe hasta el final, en esta etapa de reconciliación con quienes antes lo acusaban de tener relaciones con los narcos y la embajada de EEUU, y a los que él mismo prometía meter presos y echar del Estado.

Los referentes más conspiranoicos del FR se preguntaban “¿por qué en la provincia Juntos por el Cambio y los libertarios no se aliaron para ganarle a Axel y sí para cagar a Massa?” Un interrogante legítimo, porque esa coalición electoral se hubiera impuesto al gobernador que reeligió en la PBA por unos 6 puntos y medio. Está claro que esa ala “sergista” sospecha de todo lo que provenga del cristinismo y de los intendentes del PJ de la provincia de Buenos Aires.

El lunes feriado, Casa de Gobierno hizo un nuevo viaje en el tiempo a las épocas de la Pandemia. Sólo periodistas, granaderos, policías, mozos y personal de limpieza, esperaban saber si finalmente se concretaría la “inminente” reunión (que no fue) en Olivos, entre el mandatario saliente y el entrante. Un producto que se vendía mediáticamente como pan caliente, y la única oferta informativa de la jornada post electoral.

Como eso nunca ocurrió, hubo que esperar hasta el martes a las 8:30 para que al economista le abrieran el legendario portón verde de Villate 1000. Lo que queda del equipo de comunicación del desmantelado albertismo procuró adelantar la información únicamente a los medios afines, que vale aclarar, no por eso significa que sean oficialistas.

En la postal de ambos que envió Presidencia de la Nación -con mesita de por medio y jarra de agua servida- se expuso la cara de pocos amigos de los funcionarios que eligieron mostrarse con el clásico fondo bucólico de la histórica quinta. Esa foto tuvo el corolario de un escueto comunicado que esbozó con respecto al cónclave que "fue amable, respetuoso e institucional", destacando que “no hubo ningún pedido particular en ningún tema”, textual.

Lo cierto es que gran parte del encuentro -de una duración aproximada de dos horas y media- consistió más que nada, en una recorrida guiada que el propio Fernández invitó a hacer a JM, mientras le contaba algo de su experiencia como jefe de Estado. Más tarde, el propio Fernández reconoció en un reportaje concedido a uno de sus amigos animadores, que él no está para darle consejos a nadie.

Por el lado de Javier Milei, se agregó que en algunos temas de gestión y política internacional hubieron visiones diferentes pero siempre en el marco del respeto mutuo. Nada se manifestó en referencia a cómo será el traspaso de mando, que las facciones están diagramando con matices una vez terminada la jura ante los legisladores en el Congreso y el discurso del flamante presidente.

Es que el capítulo posterior al juramento permite negociar de manera más abierta los protocolos y ceremonias institucionales. Fue la propia Karina Milei, hermana del mandatario electo y su principal asesora, quien el viernes llegó a Casa de Gobierno para comenzar a tratar el tema con el Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.

El miércoles quedó marcado por el ataque conjunto que los Fernández, ahora anticristinistas confesos (Alberto y Aníbal), iniciaron a horas de la debacle electoral. Casi en conjunto salieron al ruedo criticando duro a la vicepresidenta, que esa tarde recibía en el Senado a su sucesora en el cargo, Victoria Villarruel.

El titular del Ejecutivo, que no se hizo cargo de la derrota de UP ni de la mala gestión que tuvo, aseveró exultante: “Resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina”. Por su parte, el ministro de Seguridad hasta el 10/12, apuntó en esa línea, que CFK como jefa de la oposición forma parte de “la prehistoria, ni siquiera de la historia”.

Sin dudas, el desastre en los comicios envalentonó a quienes se autoperciben como futuros pejotistas que retomarán las sendas del antikirchnerismo. Dimes y diretes de un peronismo que se copia a sí mismo en base a las coyunturas históricas de cada momento. Nada nuevo bajo el sol.

Con los -nunca respetados- acuerdos de Precios Justos vencidos, la caja de Pandora se abrió y las listas con aumentos desmedidos llegaron a los comercios con subas en torno al 30 y 50 por ciento en productos de la canasta básica. El dólar blue retomó su escalada ascendente, por arriba de los 1000 pesos (algo no tan preocupante como se esperaba) y con los financieros en esa idéntica curva ascendente. La inflación artificial que publicó el INDEC de Marco Lavagna en octubre (8,3%) ya es un mero recuerdo electoralista.

En la Rosada siguen con detenimiento lo que ocurre en el centro de operaciones de La Libertad Avanza, ubicado en el Hotel Libertador de Córdoba y Maipú. El gabinete de ocho ministerios (hasta ahora) con sus secretarías continúa siendo presentado mediáticamente en el marco de operaciones, especulaciones, globos de ensayo y presiones de rigor. La cuenta oficial que abrió el mileísmo en la red X (@OPEArg), es la que va anunciando novedades, que varias veces contradicen, o no confirman lo que se dice en los medios.

En otro orden de cosas, aparece el hecho de que cada nombre vinculado al macrismo que resuena en la futura gestión de LLA sea visto como un triunfo -a largo plazo- en lo que queda de la administración del ex FdT. “Casta al palo”, ironizó un colaborador ministerial que termina su contrato en pocos días, pero ya tiene un lugar asegurado en la tropa camporista, desde la que se bajó la orden de expulsar a los que no sean “puros” y se abra la puerta a los soldados caídos en diversas dependencias con cajas importantes y que la organización que conduce Máximo Kirchner debe abandonar en cuestión de días. Nos referimos al PAMI, la ANSES, y entre otras, la propia sede del Poder Ejecutivo Nacional.

Las últimas novedades comunicadas desde el entorno del mandatario electo.

Pese a todos los cuestionamientos que Fernández recibió por sus gastos excesivos en dólares, en esas recorridas que hizo por el mundo junto a enormes y costosas comitivas, se insistió con pedirle al Vaticano una última “audiencia de fin de mandato”. Una figura que nunca se otorgó a ningún presidente de salida.

Al Papa Francisco no le quedó otra opción que aceptar, ya que además de felicitar a Milei por su victoria, no descarta visitar el país con el libertario como presidente, además de recibirlo en la Santa Sede una vez asumido. “Pacificar”, es el alegato que dejó entrever un prelado bergogliano a la hora de justificar ese posible regreso del Sumo Pontífice a la Argentina.

La excursión de Alberto F. a Roma será en los últimos días del corriente mes, y luego junto a Sergio Massa viajará a Río de Janeiro (Brasil) con el objetivo de estar presentes en su última Cumbre Mercosur. El ex candidato y ministro tiene previsto una travesía más a Honduras, donde –si no hay cambios- participará en la reunión del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Mientras define con los halcones macristas la conformación de su gobierno, Milei concedió varios reportajes en los que declaró que va a trabajar en la Quinta de Olivos y no usará el helicóptero porque no desarrollará sus actividades en Casa de Gobierno. Algo que varios ex mandatarios quisieron hacer, pero que tuvieron que matizar con agendas en ambos lugares por una simple cuestión, el peso simbólico que tiene el mítico palacio rosado, que no será la primera vez que se intenta convertir en una suerte de museo.

Al respecto, el ex presidente Menem fue uno de los que planteó en su momento algo parecido, pero que en poco tiempo tuvo que revertir, al dar cuenta de que los actos de poder, a su entender, debían ser ejecutados en la Rosada, precisamente por esas mismas razones alegóricas antes expuestas.

Además hay que agregar que en Balcarce 50 funciona la Jefatura de Ministros y la cartera de Interior, que es, nada más y nada menos, que el nexo directo con los gobernadores de todas las provincias. Frecuente lugar de desembarco de la totalidad de los mandatarios regionales y sus representaciones, así como de presidentes, embajadores, funcionarios, empresarios y líderes extranjeros.

Otra posibilidad que se abre, es que Vicepresidencia vuelva a tener despacho en el edificio gubernamental. La última en mantener uno, con el fin de estar de manera presencial cada vez que el jefe de Estado viaja al exterior y deja a cargo del Poder Ejecutivo a su segundo en la línea sucesoria, fue Gabriela Michetti. Villarruel podría retornar a esa práctica si lo acuerda con su compañero de fórmula triunfante.

Con Cristina Kirchner como vice, esa oficina fue ocupada por otras dependencias del gobierno que termina. Ella nunca asistió al lugar en las sucesivas excursiones internacionales de Fernández. Primero fue para no opacar la figura de su ex delfín -a poco de ser ungido como su compañero- y que en 2019 llegaría al sillón de Rivadavia.

Posteriormente, todo quedó totalmente desactivado debido a las desavenencias públicas que los dos tuvieron en los cuatro años de una gestión que derivó en este reordenamiento que reclama el resultado electoral del 19 de noviembre. Fenómeno que alcanza -y atañe- tanto al oficialismo en retirada como a la oposición que vuelve a tomar las riendas del Estado, pero claro, bajo circunstancias inéditas.

El Gobierno libertario -en alianza con el macrismo- deberá dar solución a los problemas de inflación, pobreza e indigencia, potenciadas en los últimos ocho años, así como cumplir esa promesa que hizo a su electorado, es decir, diferenciarse de la clásica corporación política que comanda el sistema desde la vuelta de la democracia. Una cuestión que por ahora, está bastante alejada de la realidad.


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (P&M). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de X en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista


 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

José y Simón, nuestros amigos mozos de Casa Rosada. Profesionales y compañeros de primera

En esas mañanas de laburo intenso nunca faltan a la cita estos amigos con un café caliente, una medialuna, un té, lo que sea. En la postal hicimos selfie con ellos, quien suscribe y los colegas y amigos Bryan Meyer, Hernán Mundo y Ariel Rodríguez.. 

viernes, 17 de noviembre de 2023

Casa de Gobierno llega al balotaje con incertidumbre sobre lo que vendrá

Llega el fin de las especulaciones, las hipótesis y las elucubraciones electorales. El debate previo al balotaje ha quedado en la anécdota, al igual que los anteriores. Lo que todavía resuena es el “por sí o por no Javier…” que Sergio Massa impuso y repetía en un arranque que para los propios fue una estrategia formidable, aunque a los ajenos les causó una sensación negativa ligada a la soberbia y autoritarismo por parte del ministro-candidato, que además iba de banca y no de punto.

Parece que los asesores olvidaron ese principio básico de la comunicación que se refiere a la empatía que el público adquiere ante quien aparece públicamente victimizado.

Los libertarios tampoco vieron con buenos ojos la performance del economista, especialmente en comparación con el rendimiento de Victoria Villarruel frente a quien -pese a casi ya no ejercer el cargo- sigue siendo el jefe de Gabinete de la Nación con despacho en Casa Rosada, Agustín Rossi.

Hablando de Balcarce 50, las ausencias de Alberto Fernández ya forman parte de la cotidianeidad del final de su mandato. En la semana estuvo algunas tardes en su despacho del primer piso, pero sin que se informara nada sobre sus agendas. Lo mismo se repite con sus funcionarios más cercanos. Tampoco circula por la sede gubernamental, la otrora portavoz presidencial Gabriela Cerruti, ni nadie de su equipo de comunicación.

Consultando algunas fuentes cercanas al mandatario, supimos que anduvo con molestos dolores lumbares y de bastante mal humor. Un dirigente que todavía habla con él comentó, un poco a modo de apología y otro tanto en tono de gracia que “Alberto puede haber tenido pesadillas con helicópteros, asambleas legislativas, elecciones anticipadas, y otras tragedias, pero jamás con este destierro berreta al que lo sometieron”.

Antes de apagar el cigarrillo en el suelo de una de las galerías internas de la Rosada, el hombre pensó apesadumbrado y en voz alta: “En serio, sabés lo que debe ser llegar a presidente y terminar así…”.

Sin dudas que el otrora funcionario kirchnerista todavía siente algo de afecto por el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina. Este periodista acreditado permanente en la sede del Ejecutivo desde 2003 recuerda que ese aprecio no se le notó tanto cuando la Vicepresidenta mandó a sus soldados a presentarle las renuncias para forzar los cambios de Gabinete, que luego de la derrota en las PASO, el mandatario tuvo que acatar.

De un tiempo a esta parte, la actividad del jefe de Estado se vio fuertemente orientada a emisor de mensajes públicos por redes sociales.

El amable político, de esos que se autocalifican “de la vieja guardia”, infirió en esas jornadas aciagas que los hechos dejaban expuestas dos cosas claras. Una, que, para él, la Senadora lo había invitado a dimitir, o inconscientemente a emanciparse. Pero le cuestionó a su colega que no había estado a la altura de las circunstancias.

“Alberto debió aceptar la salida de todos estos camporistas y haber iniciado su gobierno, yo no sé si fue un ingenuo o no tuvo huevos”, analizó en su momento luego de una consulta que le hicimos vía WhatsApp, a pocas horas de los sucesos. Lo contrafáctico guarda siempre un enigma, no saber nunca que podría haber pasado, en este caso, con cualquiera de las dos opciones.

Eso forma ya parte del pasado, aunque está claro que sus efectos siguen jugando un papel importante en la coyuntura actual. El quedarse en el “poder” tuvo sus costos, se llevó a su delfín en materia económica, Martín Guzmán. Que fue claramente boicoteado por Massa, Máximo K y su renovada madrina, Cristina Kirchner.

Así fue que el 3 de agosto de 2022, el tigrense recibió el cargo de “súper” ministro de Economía de manos del propio Fernández, a quien nadie olvida bajando de la tarima del Museo del Bicentenario, terminado el juramento, en la más absoluta de las soledades.

Esa intromisión indirecta del líder del Frente Renovador y la jefa política kirchnerista en la gestión, hoy es leída por varios revisionistas como una suerte de autogolpe que de manera indirecta tomó el control del Poder Ejecutivo Nacional, dejando a Fernández como el habitante de Olivos (y eventualmente de Casa de Gobierno) que podía seguir disfrutando los beneficios de ser presidente, pero sin ninguna posibilidad de tener un lugar en la mesa chica de las definiciones de la administración central. Un hecho inédito en un gobierno democrático.

El cambio de timón sumó, en base a datos oficiales del INDEC, 193% de inflación a los 814% totales que produjo, hasta ahora, la gestión del ex FdT. La titularidad massista en el Palacio de Hacienda incorporó más de 2 millones de pobres a los 18 que ya había en todo el país, entre los cuales 5 están en la indigencia. El dato más difícil de digerir es que 6 de cada 10 chicos está bajo esa temible línea de pobreza.

La última etapa del extenso período electoral tuvo serias complicaciones para el oficialismo, debido al cepo y a un IPC que, pisado artificialmente y todo, no dio respiro en ningún momento, produciendo falta de combustibles, insumos médicos en áreas críticas de la Salud, subas indiscriminadas en los medicamentos -y su consecuente desabastecimiento- e incrementos en todos los rubros del mercado que se sintieron fuerte en el bolsillo de los argentinos.

Los alimentos marcaron la hoja de ruta de las necesidades básicas insatisfechas y por las que se llega a esta segunda vuelta en base a una forzada dicotomía que fogonea a modo de campaña Unión por la Patria, con el objetivo de sacar de la agenda el funesto gerenciamiento financiero de la Argentina: “Democracia o Fascismo”.

Casi toda la Casa de Gobierno comenzó a replicar esa prédica, que impulsada desde el gremio de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) colmó las paredes, espejos y vidrios del palacio rosado con imágenes que forzaron la “épica” de un Massa obrero, sanmartiniano, o asociado al estilo gráfico de la Europa del este y el peronismo de los ’50.

Los epígrafes que acompañan afiches y carteles rezan, entre otras cosas: “Tenemos con quién, tenemos con qué”; “vote por él”; “Sergio para el futuro”, hasta el simple “Massa 2023” y “Massa Presidente”. De hecho, el viernes a la tarde, desde algunas galerías, se escuchaba el canto que consignaba “¡se siente, se siente, Massa Presidente!”.

Este fenómeno formó parte de la denominada “micromilitancia”, que se embarcó en un costoso esquema de propaganda solventada desde el Estado, y que –por acción u omisión- indujo a una violencia inusitada contra todo aquel que no respaldara al hombre ungido por el peronismo en todas sus vertientes.

La contradicción se verifica cuando se escucha al presidenciable de UP emitir mensajes de tinte conciliador, hablando de amor y de la convocatoria a un gobierno de unidad que cierre la grieta. Parece que los más enfervorizados fanáticos oficialistas iniciaron un peligroso mecanismo de ataque y estigmatización hacia aquel que manifestara el voto en blanco, no asistir a los comicios, o lo peor, expresarse en favor de La Libertad Avanza.

La caza de brujas llegó a la sala de prensa de Casa Rosada, los más papistas que el Papa (y nos referimos a infiltrados entre los periodistas) no escatimaron calificativos negativos para catalogar a quienes sacaban a relucir guarismos objetivos de una crisis que podría potenciarse, más allá de quién se imponga este 19 de noviembre. 

Energúmenos, antiderechos, videlistas, procesistas, antiobreros, gorilas, vendepatrias, apátridas y cipayos, fueron algunos de los epítetos que los acólitos descontrolados del Gobierno emitieron a través de sus redes sociales (la mayoría anónimas, pero fácilmente detectables), o por lo bajo, o a los cuatro vientos para ser escuchados con un fervor que se contrapone al ideario que se promueve desde el poder de turno: “La Patria es el otro” o “El Amor vence al odio”.

Entre denuncias de fraudes (pasados y futuros) de parte de LLA -que no pasaron a mayores- el clima continuó enrareciéndose a horas del domingo. Nada halagüeño fue lo que pronosticaron algunos a la hora de que empiecen a salir los primeros resultados finales desde el centro de cómputos oficial.

El mal ambiente es peligroso y más aún si los cotos comunicacionales estatales no llevan tranquilidad al respecto. La denominada “campaña del miedo” podría formar parte de una estrategia, pero que inevitablemente es a corto plazo, porque el lunes (feriado) y el martes, esta administración, con todas las vicisitudes que atraviesa, debe seguir al frente de la Nación hasta el 10 de diciembre, y Massa ya advirtió que permanecerá como ministro de Economía hasta horas antes de su eventual asunción.


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (P&M). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de X en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

jueves, 16 de noviembre de 2023

miércoles, 15 de noviembre de 2023

viernes, 10 de noviembre de 2023

Massa encara el tramo final de su campaña lo más lejos posible de Alberto y CFK

A semanas del traspaso de mando todavía no hay nada establecido con respecto a la ceremonia en la que Alberto Fernández deberá entregar los atributos del poder a quien elija la ciudadanía el próximo 19 de noviembre. Es extraña la prudencia en una Casa Rosada, que, pese a su quietud e inactividad, tenía -después de las generales- aroma a triunfo cantado del candidato oficialista.

De pasada por Balcarce 50 “para ver a un amigo”, un histórico dirigente sindical ligado a las 62 organizaciones peronistas, manifestó: “A mí me dicen que estamos 6 o 7 puntos arriba, pero no entiendo porque acá veo caras de preocupación”. La pregunta se replica entre los pocos funcionarios asistentes a la sede del Poder Ejecutivo. “¿Sabés qué pasa?... ¿Quién puede confiar en las encuestas? Está todo muy raro”, reflexionó un asesor ministerial, que a la vez se quejó de los que escriben epítetos irreproducibles en los carteles pegados en diversas zonas de la Rosada con la cara de Sergio Massa.

La orden del ministro-candidato, que impuso silencio al primer mandatario y a todo su entorno, fue infringida por una sola persona, la indómita Secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, quien recurrió al mundillo mediático para decir lo que su ex pareja y jefe no puede decir: “No gobierna él (Massa), eso te aseguro que no. Alberto Fernández sigue la gestión todos los días, el que decide es Alberto Fernández”, aseguró la abogada, que en referencia a las sucesivas y reiteradas diferenciaciones que esgrime el tigrense con respecto a la administración albertista, hizo una exégesis sobre esos dichos, que a su entender quieren manifestar que “en este gobierno no he tomado yo las decisiones”. El interrogante es saber quién las tomó entonces, y si la contestación servirá de apología al gobierno que termina.

Vale apuntar que mientras el mandatario prepara su mudanza de Olivos y del despacho del primer piso de Balcarce 50, la única actividad que tuvo en estas jornadas fue la de publicar una solicitada en la prensa israelí exigiendo la liberación de los rehenes de Hamás, especialmente de los 21 ciudadanos argentinos. Algo que ocurrió luego de un petitorio que le presentaron representantes de AMIA y DAIA, una vez fijada la posición crítica de la cancillería local a los ataques de Netanyahu en un campo de refugiados en la Franja de Gaza. Esa decisión que Massa calificó de “horrible”. Para acercar posiciones con la colectividad, Fernández mantuvo un encuentro virtual desde la residencia presidencial con los familiares de los compatriotas judíos privados de su libertad. Un gesto que en medio de la vorágine electoral, pasó inadvertido.

En otro orden de cosas, los ecos que llegan desde Yrigoyen 250 –sede de Economía y el búnker massista en la calle Mitre-, se ajustan a una disimulada intranquilidad. A la falta de insumos médicos en áreas de salud críticos, se sumó la de remedios, que se inició en la Provincia de Buenos Aires, pero que empieza a extenderse a otras partes del país, junto al problema de los copagos que se cobran en las prepagas y obras sociales. Una situación que está generando repudio y acciones legales por parte de pacientes y asociaciones de consumidores. Fenómenos que son fiel reflejo a la secuencia que generan la falta de dólares, el cepo a las importaciones y la consecuente inflación.

Ambas cuestiones siguen sin solución a horas del último debate presidencial y el balotaje, pese a que Salud es uno de los ejes de campaña de Unión por la Patria. Para colmo, en la primera semana de noviembre se registró una suba de 5,1 por ciento en varios alimentos básicos, que, pese a los acuerdos de Precios Justos, superan lo establecido (5% mensual) produciendo desabastecimiento de azúcar, aceite, arroz, pastas y bebidas, entre otras mercaderías.

Otra queja es la suba en el rubro Internet, Telefonía y Cable. La secretaría de Comercio, que dirige Matías Tombolini, habló de un coto del 4,5% en los incrementos, pero las empresas carcomen el bolsillo de los usuarios con aumentos que alcanzan el 20%.

Están los que ven teorías conspirativas en los faltantes de combustibles -que aún tienen resabios en el interior- y ahora en estos incrementos con góndolas vacías. Sin embargo, hay técnicos gubernamentales que reconocen que los problemas pasan por otro lado. Explican que para ellos se trata del agotamiento de un proceso de fin de ciclo, del que infieren que habrá una descompresión cuando haya un claro ganador en las elecciones. Lo que nadie puede predecir es si desencorsetar esas variables después de votar jugará económicamente en favor de equilibrar las variables o estimular un proceso inverso.

En los pasillos de Casa de Gobierno también llegó el mandamiento massista que decretó no abrir la boca sobre el tema del espionaje ilegal que tiene como puntales a un funcionario de la AFIP, el camporista y ex Télam, Fabián “Conu” Rodríguez, al diputado y ex director de contrainteligencia de la AFI, Rodolfo Tailhade, y al policía bonaerense retirado y agente inorgánico de la ex SIDE -disfrazado de periodista- Ariel Zanchetta. Un esquema de seguimiento a jueces, políticos (opositores y oficialistas), personalidades de la cultura, empresarios, profesionales de medios de comunicación, y otros actores relacionados al denominado “círculo rojo”.

De todos modos, el tema fue tocado por la dirigente de LLA, Victoria Villarruel, en el debate de vicepresidentes que encaró a uno de los hombres con despacho en Rosada, Agustín Rossi, quien no logró responder si todo lo que ocurrió con esta red de espías fue “por complicidad o incompetencia”, tal como se lo planteó la candidata libertaria.

Más allá de la hinchada, mayoritariamente kirchnerista, que abarrotó los estudios de TN, en bambalinas se comenzó a fortalecer un axioma electoralista que proviene del vientre de UP que tomó vuelo esta semana en las redes sociales: “Villarruel es el cerebro, Milei la fachada”. Una teoría que también abona otra tesis no reconocida en público: la baja performance que volvió a tener el todavía jefe de Gabinete de la Nación.

Por más que Massa lo niegue, al igual que antes de las PASO, los mercados ven venir una devaluación luego de la segunda vuelta. Inclusive las agencias de turismo rechazan pagos en pesos para viajes al exterior por temor a un salto de dólar, que estuvo amagando en las últimas horas con arrimarse a los 1000 pesos. Una cotización que los operadores financieros consideran absolutamente artificial, al igual que el billete verde oficial.

El viernes, era tal la avanzada de la moneda estadounidense, que a Hacienda no le quedó otra que volver a recurrir a la puesta en escena mediática de allanamientos de la Federal, Aduana y AFIP en supuestas cuevas en el centro porteño. Como adelantamos en P&M, la presión financiera hizo que la operación de “El Croata” Ivo Rojnica, venciera antes de tiempo.

Los que logran salir del fanatismo triunfalista que invade el ámbito kirchnerista, y que se autocalifican -al igual que Massa- como peronistas del Frente Renovador, observan que, en el contexto de una eventual llegada del jefe de Hacienda al sillón de Rivadavia, no se puede negar que asumiría con casi un año y medio de gestión sobre los hombros con datos que, reconocen, “no fueron los mejores”. Asimismo, no dejan de advertir que un importante arco de la sociedad no lo apoyó, y el que lo hizo por temor a cambios conflictivos no tendrá empacho en salir a cuestionar cualquier traspié de Sergio M.

No está claro si la promesa de mayor fiscalización de las boletas de La Libertad Avanza que hace el PRO quedará en meras declamaciones (como las de Luis Barrionuevo), o en la objetiva posibilidad de complicar las trampitas en los cuartos oscuros del Conurbano, que históricamente promueven los punteros territoriales del PJ. Una práctica que sólo pueden negar –o desconocer- aquellos que jamás hayan cruzado la General Paz para cubrir unos comicios en las profundidades de los pagos bonaerenses, o no ser un elector en los bajos fondos de la PBA.

La carga de datos oficiales dará la respuesta el 19N y tendrá injerencia en el rápido reconocimiento de aquel al que le toque perder. Habrá que ver la diferencia que arrojen los guarismos. Por eso, el hipotético escenario “cabeza a cabeza” que promueve el oficialismo -a modo de táctica proselitista- complicaría las definiciones.

Lo de Julio Garro Alak en La Plata es un fantasma que atravesaría esa forzada, pero no descartada suposición. El optimismo en las filas de Massa persiste, aunque para consolidarlo, los asesores del tigrense promueven que el candidato se aleje aún más de las figuras de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Lo que el ministro no puede hacer es diferenciarse del exiguo desempeño que tuvo al frente del Palacio de Hacienda, y esa es una dificultad que supera toda argucia que pueda implementar su hábil equipo de campaña.       


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (P&M). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de X en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

jueves, 9 de noviembre de 2023

miércoles, 8 de noviembre de 2023

lunes, 6 de noviembre de 2023

sábado, 4 de noviembre de 2023

viernes, 3 de noviembre de 2023

Triunfalismo e internas se imponen en Casa Rosada a días del balotaje

En las galerías, pasillos, patios, comedor, baños, puertas vidriadas de despachos y oficinas, y otros sectores de Casa Rosada, se ve gran cantidad de carteles y afiches con el rostro de Sergio Massa.

Hay candidato para todos los gustos. Uno loockeado de San Martín subido a su caballo blanco y otro donde aparece como un obrero aclamado por sus compañeros trabajadores. Algunos están dibujados al estilo peronista de los años ’40 y otras son fotografías más elaboradas donde se ve al presidenciable siempre sonriente, con algún brazo en alto y sugiriendo un triunfo asegurado.

Las consignas que acompañan las imágenes son: “Massa Presidente”; “Massa 2023”; “El cambio se construye con trabajo”; “Todos juntos con Massa”; “Se terminó la grieta, UNIDAD NACIONAL”, entre otros. Esta última genera una suerte de Déjà vu sobre el mantra que recitaba Fernández en 2019, cuando de la mano de su ex mentora, CFK, llegaba al sillón de Rivadavia.

En las pantallas televisivas de la sala de periodistas y las que están en otros sectores de Balcarce 50 se ve permanentemente al tigrense en reuniones, actos, visitas, recorridas o haciendo todo tipo de anuncios. El último que realizó fue objetado desde la oposición ante la Justicia penal por violar la veda.

Ocurrió luego de que junto a la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, informara que ampliaba créditos para jubilados, pensionados y trabajadores bajo relación de dependencia. La respuesta del propio Massa no se hizo esperar. Señaló que si lo van a denunciar por “resolver la vida a los jubilados, que nos denuncien”. Otros dijeron que esa normativa es para las PASO y la primera vuelta, no para la segunda.

Por su parte, Alberto Fernández sigue siendo un visitante silencioso de la sede del Poder Ejecutivo. Esta semana circulaban en redes sociales rumores infundados que hablaban de una posible renuncia suya. Para que se despejara el runrún se organizaron un par de actividades al casi invisible jefe de Estado.

El miércoles fue al partido bonaerense de Florencio Varela a recorrer obras en ejecución de un entubamiento, y el jueves hizo lo mismo en un edificio de la Universidad de Arte de la Boca. Todo sin prensa, y mucho menos, declaraciones o discursos. Muy lejos quedaron aquellos días de la centralidad pandémica.

En el resto de las jornadas, el titular del Ejecutivo estuvo en Olivos o llegó a Casa de Gobierno en el helicóptero oficial sin otro cometido que quedarse en su despacho, y cada tanto, hacer alguna de sus intermitentes y misteriosas salidas hacia la zona de Puerto Madero sin claro destino.

Fuentes cercanas explicaron que, en más de una oportunidad, lo que hace Fernández es ir a tomar un descanso al departamento que se le adjudica al publicista, José “Pepe” Albistur, esposo de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, domicilio al que ya como ex mandatario, Alberto F. podría volver temporalmente después del 10 de diciembre.

También quedaron en un mero recuerdo las conferencias de prensa de los jueves de la portavoz Gabriela Cerruti, a quien no se la ve más circulando por los corredores rosados, con papeles y celular en mano con cara de muy pocos amigos.

La “Remisería”, como se bautizó a la oficina del Ministerio del Interior que da al Patio de las Palmeras -porque siempre estaba con las puertas abiertas- hoy se mantiene cerrada y sus ocupantes atienden por turno a quienes necesiten hacer consultas.

Eduardo “Wado” de Pedro oficia de jefe de campaña del tigrense, aunque en rigor de verdad quien se encarga de eso es el propio Massa, Malena Galmarini, y sus flamantes asesores brasileños, encabezados por Edinho Silva, el recomendado por Lula con el objetivo de demoler el fenómeno Milei, que con sus vasos comunicantes y línea directa al massismo fue funcional a la división del eje opositor duro que ahora busca reencolumnarse en la figura de Mauricio Macri.

Pese al clima triunfalista del peronismo, que se dirime entre faltantes de combustibles, insumos médicos críticos y torniquetes a los precios que no dan resultado, tanto en Hacienda como en Rosada es común escuchar los cálculos que se hacen sobre ilusorios votantes que irían de un lado al otro de las opciones que quedaron de cara al 19 de noviembre. Cada uno muestra y comparte por WhatsApp la última encuesta que más le gusta, pero que siempre da ganador al postulante oficialista.

Un dirigente justicialista que fue a alguna oficina del palacio gubernamental aseguró: “Ganamos pero con los votos que le vamos a sacar a Milei, no a Patricia (Bullrich)”. El hombre se sinceró al manifestar que no fue buena idea la postal que se vio en la Asamblea Legislativa en el Congreso donde se proclamaron las fórmulas que se enfrentarán en el balotaje.

“Todo bien, pero eso del palco y Sergio mirando desde arriba a toda la cámara, quedando otra vez pegado a Cristina... ¿pero a quién se le ocurrió?”, se quejó el otrora funcionario.

No son pocos los que se preguntan qué va a pasar cuando los operativos de la Aduana, AFIP y la Policía Federal dejen de mantener artificialmente el dólar blue apenas por debajo de los 1000 pesos. Todos saben que la historia de “El Croata” tiene fecha de vencimiento en unas semanas más.

Es que Argentina pagó unos 2.600 millones de dólares al FMI en materia de vencimientos. Sumas que fueron prorrogadas hasta después de las generales y que ponen aún más en rojo las reservas del Banco Central. Que es el problema objetivo que origina la falta de billetes verdes.

Desde el triángulo de poder de la coalición de gobierno, en la que la Rosada perdió toda capacidad de gestión, se perciben más tensiones. Es que Alberto F. avaló el comunicado de la Cancillería que firmó Santiago Cafiero condenando los ataques israelíes a un campo de refugiados en Gaza, del que Massa se despegó rápidamente replicando un tuit del senador Pablo Yedlin, quien repudió las acciones de Hamas.

Poco antes, el ministro-candidato se había mostrado en la DAIA con fotos de los rehenes en Oriente Medio.

Fue el viernes cuando el Presidente tuvo que recibir a las autoridades de AMIA y DAIA para, según informó un escueto comunicado oficial, las entidades fueron notificadas sobre “todo el trabajo que viene realizando el gobierno argentino para la liberación de los rehenes y se comprometió a continuar y redoblar las acciones para que sean liberados de manera incondicional e inmediata”.

En base al mismo texto de Presidencia, los referentes de la colectividad agradecieron el apoyo del Gobierno, pero nada se aseveró con respecto a sí se tocó el tema de la conflictiva posición que fijó el Ministerio de Relaciones Exteriores en referencia a la acción militar de Israel sobre Palestina.

Además de las claras diferencias geopolíticas en el seno de una Unión por la Patria, que contiene un ala kirchnerista pro palestina y a otra peronista pro israelí, la pregunta es ¿qué otras rivalidades en estado de latencia electoral se ocultan -o disimulan- en una posible administración, que de acceder a otros cuatro años de gestión, deberá enfrentar un férreo ajuste que el peronismo siempre prefiere que hagan gobiernos a los que califica de derecha?.

En el marco electoral, en lo que sí se impuso el equipo massista, fue en establecer que en el debate presidencial que se realizará en la UBA el próximo 12 de noviembre, no se puedan utilizar apuntes ni machetes. Es decir que básicamente no se lea. Algo que Javier Milei hizo en los dos encuentros anteriores, y que, a entender de los asesores de campaña, debilitará al libertario en el choque definitivo.

Aunque UP se ve ganadora, desde Hacienda reclaman a la militancia que no se relaje. Piden potenciar eso que llaman “micromilitancia”, y que tiene como mensaje central la idea de “derechos y democracia contra autoritarismo y quita de subsidios”. El mileísmo intenta bajar los decibeles y acalló a algunos de sus referentes, tal el caso de Ramiro Marra. Decisiones que imponen bozal a espejo del massismo en las filas del ex FdT

La síntesis que arguyen los pocos kirchneristas que deambulan por Rosada es que otra vez la disputa es entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri. El argumento es que sólo han cambiado sus delfines. Una idea que viene agotando al electorado y que tiene por resultado la baja participación ciudadana en los comicios.

No son pocos los que deducen que en el caso del ex mandatario de Cambiemos, su estrategia está basada en la búsqueda de ubicarse como líder de una eventual oposición, pese a la ruptura coyuntural de Juntos por el Cambio.

Algo que quizás CFK haría si la taba cayera a la inversa. “Ella ahora jugó con Massa y ordenó la tropa, él no tuvo otra opción que hacerlo con Milei, pero no ordenó nada”, espetó un ex albertista que ya se figura trabajando con el mandamás del Frente Renovador.

Aquellos cristinistas que han recobrado la fe en Sergio M. luego de considerarlo un traidor irrecuperable al que calificaban de derechoso y con peligrosos vínculos con el narcotráfico y la embajada de EEUU, aseguran que esta vez no va a apostatar. “No se va a animar”, afirmó un militante social que confía en que “la calle sigue siendo nuestra y eso es lo que vale… además nosotros lo pusimos ahí”, asegura y subraya en tono provocador: “¡Qué se va a animar!”.

La frase, expuesta a Política&Medios, tuvo un claro destinatario, el todavía presidente de la Nación, que hace unos días declaró a su entorno que “Cristina va a descubrir que Sergio no es como yo”. Amenazas veladas antes de la batalla final, que gane quien gane, presagia futuros inciertos a la corporación política y a todos los argentinos.


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (P&M). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de X en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista