En mayo superaron las mil marchas de los miércoles y siguen firmes en su reclamo. Cada vez son menos porque muchos se mueren sin recibir lo que les corresponde. La esquina es un clásico del abandono a los jubilados y también de la Ciudad. Pareciera que La Confitería El Molino es sólo un fantasma del viejo pasado que ya no se puede resucitar, como dice el tango de Gardel y Le Pera "Volvió una noche".
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