La historia nacional, incluso la historia de las provincias, siempre se escribió desde Buenos Aires. Y los dueños de la historia quieren que eso siga ocurriendo. Los perdedores de las guerras civiles han sido excluidos de la historia oficial: las mujeres, los sectores populares y la plebe, lo que Sarmiento llamó "barbarie". Eso fue condenado. Se pintó a los caudillos como brutos, feos, malolientes, bárbaros. Sin embargo, Bustos sabía leer y escribir, tenía una gran formación. Esta historia no está escrita o está mal escrita. No está contada, no se reivindica a los caudillos, ni la protesta contra el unitarismo. Ésa es la distancia que hay entre Ciudad y Nación, que con el diálogo político se podrá ir revirtiendo, pero seamos claros, falta mucho y este país sigue siendo unitario. (Nota completa)
Fuente: Diario Z
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