Fue no hace mucho en la hermosa casa de la familia Mazzocchi, un encuentro entre amigos y colegas de trabajo. Allí estaban el hermoso Mempi y sus hermanitos, su mamá Silvina, Gerardo, Gustavito Valenza, Meli, sus nenas Ema y Anna, Tincho Cangini, Ale Gomel y flia, Pao, y un servidor, entre otros. En un momento aparecieron dos guitarras y así nos divertimos en una noche de recuerdos y risas, una noche que no morirá jamás y en la que siempre estaremos felices y hermanados.
martes, 14 de agosto de 2012
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