La inflación en el costo de las telecomunicaciones generalmente pasa inadvertida debido a que el protagonismo se lo llevan los tarifazos de luz y gas. Sin embargo, se trata de un rubro que no escapa a la aceleración de precios general.
Según el índice de inflación que difundió el INDEC esta semana, la suba de preciosen el rubro de comunicaciones fue del 7,4 %. De esta manera, fue el sector que más creció, muy por encima del promedio general de 2,9 %. Y en CABA, el Índice de Precios al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires, el ítem "comunicaciones" tuvo un alza de 14,3% en el mes y acumula 5,6% en doce meses.
El componente fundamental es el gasto en celulares, que ya acumula dos años de inflación más alta que el Índice de Precios al Consumidor. En los últimos doce meses, trepó un 63,7 %, solo superado por el transporte (67,3 %). Más de 23 puntos arriba del promedio. En 2017 el escenario fue similar: comunicaciones aumentó 32 %, cuando en general el IPC marcó 25 %.
La explicación para el fenómeno está en las subas que vienen aplicando de forma sostenida las compañías que dominan el mercado, como Telecom (Personal, Arnet y Fibertel), Telefónica (Movistar) y Claro. Pero desde las empresas aseguran que en realidad se trata de una "actualización" de precios que venían "atrasados". "Las facturas de los servicios móviles en Argentina están muy por debajo de lo que se cobra en otros países", se quejan.
Entre las "telcos" que operan en el país niegan tener bajas de servicio masivas por la crisis. Sin embargo, los datos oficiales del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) muestran que en el tercer trimestre de 2016 había 145 celulares cada 100 habitantes y en el mismo período de 2018 la cifra bajó a 132 teléfonos móviles cada 100 personas, detalla Perfil.
Las empresas admiten que en el contexto de recesión apuntan cada vez más a los servicios prepagos (cargar tarjetas a medida que se consume el saldo) por sobre los pospagos (el abono mensual tradicional). En rigor, la mayor parte de los usuarios argentinos usa prepago: 52 millones 565 mil líneas contra seis millones 576 mil del pospago. Y estos últimos vienen en descenso desde 2013, cuando llegaron a ser ocho millones 600 mil.
"La realidad es que el que no tiene plata y tiene un plan prepago, tiene la posibilidad de dejar de cargar tarjetas y así no está gastando. La gente hace eso antes de dar de baja la línea", opinó el especialista en el mercado de telecomunicaciones Enrique Carrier, según publica Perfil.
En los últimos meses, las empresas lanzaron una serie de promociones para fidelizar a los clientes prepagos. Personal, por caso, ofrece WhatsApp gratis a los que hacen una recarga de $ 150. Movistar tiene la misma opción dentro del plan "Packetizate" y ofrece la posibilidad de "regalar" megas de un usuario a otro.
Fuente: iProfesional
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