viernes, 18 de marzo de 2022

Técnicamente dividido, el Frente de Todos inicia lo que queda de gestión

El sábado y domingo pasado, en la Residencia de Olivos ya se sabía que el dato del Índice de Precios al Consumidor venía con sorpresa negativa. El 4,2% -que en promedio preveían las consultoras privadas- quedaba lejos de lo que informaba en reserva todavía el titular del INDEC, Marco Lavagna. Después del viaje de Alberto Fernández a Chile (junto a una comitiva de más de 20 personas) para asistir a la asunción de su par Gabriel Boriclas luces rojas volvieron a encenderse en el entorno presidencial.

Todo esto en medio de las turbulencias -cada vez más insalvables-. entre albertitas y cristinistas, ya no sólo por las diferencias (por ahora) sin retorno con respecto al acuerdo con el FMI, al que el kirchnerismo denomina “pacto”, sino también por la polémica que generó el ataque con piedras al despacho de Cristina Kirchner el jueves 10 de marzo, y que la titular del Senado hizo público a través de un vídeo que publicó en su cuenta de Twitter. Un incidente que produce sospechas por diversos factores, y que le dan pie a la Vicepresidenta para sospechar que fue digitado por alguno de sus enemigos internos que de una u otra manera, avalaron.

Así y todo, la mesa chica del jefe de Estado se esforzó por mostrar normalidad y armar encuentros con diversos personajes locales o internacionales que conforman actividades que tuvieron como objetivo ocultar la agenda de la urgencia económica, política y social que se va pronunciando con mayor rigor en el país. 

Mientras Fernández recibía el lunes en Casa Rosada a Ada Colau (alcalde de Barcelona), en la Cámara alta se iniciaba el tratamiento en comisión del memorándum de entendimiento con la entidad financiera internacional que dirige Kristalina Georgieva, con la presencia del Ministro de Economía, Martín Guzmán, Juan Manzur (Jefe de Gabinete), Miguel Ángel Pesce (Banco Central) y Mercedes Marcó del Pont (AFIP), para explicar -otra vez- lo que repudia el ala cristinista.

Tendría que llegar el martes para que el “mundo meme” se pusiera a la orden del día después de que el jefe de Estado anunciara en un acto de refacción de una estación de trenes en Tortuguitas (partido de Malvinas Argentinas), que el viernes empezaba “la guerra contra la inflación en la Argentina”. Lo significativo fue que los más encumbrados funcionarios albertistas se tomaron la cabeza nuevamente por esta nueva licencia oratoria de su jefe. Una voz oficial dijo: “Yo no soy partidaria de las metáforas bélicas pero bueno, acá estamos”. Después empezó a circular un vídeo con el Presidente en una clase de aquagym a mujeres en un polideportivo local. La escena que circulaba por numerosos grupos de WhatsApp, convocó a más de un dirigente con oficina en la sede del Ejecutivo a preguntarse en el Patio de las Palmeras: “Pero, ¿quién nos asesora? ¿Durán Barba?”. La auto interpelación retumbaba entre risas cargadas de ironía, desánimo y nerviosismo.

Con el recuerdo vivo de las palabras del Presidente asegurando que no habrá ningún ajuste, los argentinos se desayunaron con un -entre 9,5 y 11,5 por ciento de suba en los combustibles- (la segunda del año). Algo que establece el círculo vicioso que mete presión en toda la cadena de valor de productos alimenticios y el resto de rubros que, como saben los consumidores, está descontrolada.  Pasaron pocas horas para que se supiera que el sector agroexportador de harina y aceite de soja tenía cerrada la posibilidad de vender al exterior y una amenaza de suba de retenciones que después se prometió desactivar. 

En el entretiempo de las disputas internas, intelectuales, asesores y periodistas oficialistas emitieron un documento convocando a mantener la unidad en la diversidad, temerosos de que tanto vaya el cántaro al agua que termine por romperse. La actitud bélica que se acentúa en la coalición gobernante derivó en una bajada de línea contra el vicecanciller, Pablo Tettamanti -del riñón kirchnerista- con órdenes dirigidas a cambiar la línea política de la Cancillería con respecto a la invasión de Rusia a Ucrania, “no sea cosa que se complique la aprobación del directorio del Fondo al preacuerdo después de tantos cambios que se negociaron con Juntos por el Cambio”, señaló una fuente diplomática de la vieja guardia en el Palacio San Martín.

Finalmente, a través de la portavoz Gabriela Cerruti, se supo que CFK y su secretario personal nunca respondieron los mensajes del presidente Fernández acercándo su solidaridad, después de los piedrazos en los ventanales de su lugar de trabajo en el Congreso. Algo que optó por no hacer desde su activa red de Twitter. Quienes sí recibieron respuesta por parte de la jefa política del FdT fueron los organismos de Derechos Humanos que la visitaron invitándola a participar del acto del próximo 24 de Marzo (que después de dos años volverá a ser presencial) y, a su vez, para darle respaldo ante el agravio que comparten, fue organizado.  

El otro eje de conflicto se dio en los alrededores del Ministerio de Desarrollo Social, donde hubo importantes acampes en reclamo de incrementos en los planes sociales y trabajo genuino. De todos modos, el titular de la cartera, Juan Zabaleta, se negó a recibir a los líderes de las organizaciones sociales no oficialistas, una escalada que va a seguir en aumento según los propios referentes, que aseguran que la caja de Potenciar Trabajo fue secuestrada por Emilio Pérsico Fernando Navarro, quienes con Daniel Menéndez y los intendentes que representa Zabaleta “están más preocupados por la continuidad de Fernández en el ‘23 que por resolver el hambre y la miseria que azota a todos los conurbanos, igual que a los centros urbanos empobrecidos”.

Relacionado a este choque de intereses, en Casa de Gobierno se realizó la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Héctor Daer (CGT), Hugo Yasky (CTA), y Daniel Funes de Rioja (UIA) fueron los responsables de contar a los periodistas acreditados en Rosada que el incremento del 45% será en cuatro cuotas, y que recién en diciembre de este año llegará a los 47.850 pesos, con posibilidad de reapertura, visto y considerando que la inflación en los últimos 12 meses alcanzó el 52,3 por ciento. El Gobierno les prometió que la semana que viene los volverá a convocar, con otros sectores, para ampliar acuerdos de precios y salarios.

Pese al aval de las mayorías del PJ (ahora albertista) y la oposición en el Parlamento, para concretar el nuevo préstamo que refinanciará la deuda argentina, los bonos y acciones locales cayeron y volvió a subir el riesgo país. En Balcarce 50 rescataron que al menos el dólar blue mantiene su tendencia a la baja. Una vez que todo ocurriera como se esperaba en el recinto de los senadores, donde hubo 56 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones (consideradas negativas según el reglamento de esa cámara) quedó en claro que, con la ausencia de Cristina Kirchner a la hora de votar, y muy relajada en el transcurso de la sesión especial -cuando decidió estar presente-, la alianza de los Fernández está rota. Al presidente no le queda otra opción que sostener la idea de reiniciar su gestión sin apoyo del camporismo cristinista.

En las huestes presidenciales empezaron a llamar al paquete de medidas que dará a conocer el primer mandatario: “Plan Ucrania”. Entre otras cosas, el mismo prevé ampliar el plan de Precios Cuidados con mayores controles, algo que hasta ahora no dio resultados, tampoco con la llegada de Roberto Feletti (Comercio Interior); introducir un fideicomiso que mediante subsidios mantenga el precio del pan y las verduras (en particular papa, tomate y cebolla) a través de una suerte de mercado central y alguna posible suba de impuestos.

El IPC de febrero asustó a las autoridades con ese 4,7 por ciento, y un 7,5% en alimentos y bebidas, al que se sumaron subas en la carne del 3,2%. Esta inflación, es hoy por hoy, la más alta de América Latina. En la Provincia de Buenos Aires la situación es aún más grave, y es ahí donde el mecanismo de comedores, merenderos, asignaciones y planes ya no llega a cubrir las necesidades básicas.

Funcionarios cercanos al Presidente garantizaron que “si no se cumple o hay desabastecimiento, se van a utilizar todas las herramientas disponibles y que estén al alcance, como la Ley de Abastecimiento, para controlar la situación”. Por su parte, y en contra de la política exportadora oficial, el consorcio que nuclea a los frigoríficos había decidido irse del plan de Cortes Cuidados, pero con las intimaciones que le cursó el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, decidió volver a vender cortes en el mercado interno a precios populares.

Propios y extraños sostienen que ya hubo muchos “relanzamientos” del gobierno de Alberto Fernández, especialmente bajo el concepto de la post pandemia. El de esta etapa viene con el extra de la separación técnica de la principal accionista y armadora frentista, quien ahora ordenó “dejar hacer” pero sin su sostén, al menos mientras, ni siquiera se le acepte su principal reclamo, la salida de Martín Guzmán.

Como respuesta CFK recibió que “no habrá cambios de Gabinete”. Lo afirmó la vocera Cerruti, aunque en el entramado del Poder están los que no le dan crédito y los que manifiestan: “Y qué va a decir ¿que sí y mostrarnos más debilitados?”. Los hilos de la improvisación se notaron en el palacio de Gobierno cuando se aseguró el miércoles que los anuncios se harían desde la provincia de Tucumán, aprovechando una entrega de patrulleros allí, y “para darle un contexto más federal” a los temas nacionales. Sin embargo, el jueves, la vocería presidencial informaba que todo se haría desde Casa Rosada. Esa data duró poco y desde el mediodía del viernes se empezó a hablar de un mensaje grabado desde Olivos que se emitiría a la tarde-noche. 

La incertidumbre y el desconcierto anidan en gran parte de los que integran o dan su apoyo al FdT. Sin más, la propia Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) se mostró a favor de lo que se acordó con el Fondo Monetario. Pidió al pueblo que ayude a Alberto Fernández y después de criticar a Mauricio Macri por el endeudamiento, envió un mensaje a Cristina Kirchner: "No aflojen". El problema es que los protagonistas de la historia parece que ya han decidido sus rumbos y difícilmente los dos años que quedan de mandato no estén signados por esas diferencias que, hasta ahora parecen, irreconciliables.

Fuente: Juan Pablo Peralta dese Casa Rosada para Política y Medios (PYM) @JuamPaPeralta

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