
domingo, 31 de agosto de 2008
Buenos Aires ¿más cara o más barata?

sábado, 30 de agosto de 2008
Primera radio a energía solar en la Argentina

viernes, 29 de agosto de 2008
Tragedia de Barajas: blogueros españoles enardecidos con TN

jueves, 28 de agosto de 2008
El caso Julio López y una iniciativa interesante

La iniciativa se lleva a cabo a menos de un mes de cumplirse dos años de la desaparición de Jorge Julio López, sin que haya ninguna respuesta del Poder Ejecutivo acerca de su paradero y sin un progreso en las investigaciones sobre el caso que debería ser un asunto de Estado.
La idea es tratar de instalar el tema en los medios de comunicación a través de la sencilla pero efectiva pregunta: ¿y Julio López?, que será formulada por el periodista o trabajador de prensa que tengan la oportunidad de entrevistar a un funcionario del Poder Ejecutivo, del Judicial o algún miembro de las fuerzas de seguridad, ya sea en reportajes, conferencias de prensa o de la forma que fuere, en algún momento le hagan esa simple y a la vez tan profunda pregunta.
Jorge Julio López fue víctima de un secuestro el 18 de septiembre de 2006, cuando por esos días era uno de los testigos fundamentales en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz y su testimonio serviría para dejar en claro las atrocidades cometidas por el siniestro personaje de la última dictadura militar en nuestro país.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Otra versión del escrache a Mariano Grondona


El sitio de la Red Nacional y Popular de Noticias publica un testimonio interesante sobre la reacción del abogado y periodista ante el rechazo de la comunidad de Azul. Visto y considerando que este vínculo se revela les paso la dire tal cual es:
martes, 26 de agosto de 2008
Premios Radio Nacional

En este caso los premiados fueron Luis Landriscina, Mercedes Sosa, Lalo Mir y además se le otorgó una plaqueta homenaje a mi compañero de todas la madrugadas, Marcelo Guaita. La misma fue entregada en honor a su trayectoria y los tres Martín Fierro obtenidos en estos más de siete años al aire con La Fonola. La conducción estuvo a cargo de Luis Fuxan y los premios fueron entregados por Marcelo Simón, director de la FM La Folklorica; Tristán Bauer, Presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos y el propio director de la emisora, Eduardo garcía Caffi.
Entre quienes también recibieron estos lauros estuvieron los directores de Radio Nacional de la Quiaca y de Ushuaia.
Tanto Caffi como Bauer arrojaron en sus discursos algunos de los lineamientos en cuanto a lo que se viene en materia de medios estatales. Justo esta mañana en el suplemento espectáculos de diario La Nación sale una nota al cineasta al que realmente le tengo fé, lo que hizo con el Canal Encuentro merece reconocimiento, acá se las paso.
lunes, 25 de agosto de 2008
Visiones negras de la Argentina desde Europa


En las últimas horas, debido al conflicto que surgió por la resolución del Comfer sobre la FM de radio Continental, se dijo entre otras tantas cosas, que justamente el grupo Prisa, dueño de El País de España es el que más castiga con su línea editorial a la administración Kirchner. Hay que decir que algo de eso puede ser cierto, sino miren esto, sin embargo, el diario El Mundo no se queda atrás para nada, vean este informe que hicieron sobre nosotros.
domingo, 24 de agosto de 2008
Cursos, talleres y seminarios en la UTPBA

sábado, 23 de agosto de 2008
La Nación busca redactor hasta 24 años
Uno sabe lo que es estar buscando laburo y es por eso que les paso este aviso que salió publicado en Zonajobs. Pueden ingresar aquí, registrarse y hacer la búsqueda con la palabra "periodismo". Así, una vez subido sus CV podrán enviarlo desde el portal laboral, sino, les paso estas direcciónes de la redacción: redaccion@lanacion.com.py, redaccion@lanacion.com.ar.
Oferta de trabajo para: Pasante Redacción - Operador Contenidos
Buscamos un/a estudiante universitario de carreras afines a Comunicación y Periodismo, de hasta 24 años, para realizar una práctica de pasantía en el área de Redacción de La Nacion. Se valorará experiencia anterior, buena predisposición, proactividad y capacidad para trabajar en equipo. Entre las tareas estarán la actualización de contenidos editoriales en el sitio, y la interacción con otras secciones. La posición es para trabajar 5 días en la semana, por la noche, de 19hs a 01.00 am. y requerimos muy buenos conocimientos de informática e manejo de inglés.
Requisitos que deben cumplir los postulantes:
Edad: Desde 20 Hasta 24 años (excluyente)
Lugar de residencia: Capital Federal (excluyente)
Educación: Universitario, En curso (excluyente)
Area de estudio: Comunicación Social, Periodismo (excluyente)
Idioma: Inglés
Lugar de residencia: Capital Federal (excluyente)
Educación: Universitario, En curso (excluyente)
Area de estudio: Comunicación Social, Periodismo (excluyente)
Idioma: Inglés
Prometo que el próximo paso de este portal será hacer algo productivo y útil para mis queridos colegas, una bolsa de trabajo.
viernes, 22 de agosto de 2008
La discusión sobre la resolución del Comfer generó este diálogo bizarro entre Magdalena y Víctor Hugo


V.H.: Mirá que el Comfer tiene cosas para hacer, mirá nada más la programación de televisión, Mariotto, en tanto hombre del Comfer, tiene hasta un prostíbulo habilitado al aire. Porque hay cosas en la TV que para verlas yo iba a La López en la Recoleta, te digo lugares que no tenés la menor idea que existen...
M.R.G: ¿Qué es La López?
V.H.: Bueno eh..... un lugar de la noche donde se pasa lo que hoy día el Comfer, el señor Mariotto habilita graciosamente y hasta a lo mejor aplaude y se divierte...
Pobre Victor Hugo!, meterse en semejante brete, y tan seriesito que parecía. Si no me creen, escuchenló ustedes mismos en la nota de La Nación. Ah!, y si quieren saber más sobre La López ingresen acá
jueves, 21 de agosto de 2008
Cancionero de Aerolíneas

Ayer a la tarde me tocó cubrir para radio América la asamblea en apoyo a la reestatización de Aerolíneas Argentinas que se llevó acabo en el auditorio de la sede de la UTA en la calle Moreno. Participaron de ella cinco gremios aeronáuticos, camioneros, taxistas y la propia Unión Tranviarios Automotor. Fijensé la organización del evento, que al ingresar a la elegante y antigua sala , todos los asistentes recibimos en mano unas fotocopias que tenían por título Cancionero de Aerolíneas. Una de las versiones acompañada por bombos y cornetas que sonó en la tarde decía así:
Vuelo a vuelo
Me enamoré de tí
Aerolíneas...
Vos tenés que seguir
Con mi sangre
Te voy a defender
Y a la patria te voy a devolver
¿Que tal? Lennon y Mc Cartney un poroto ¿no?
miércoles, 20 de agosto de 2008
Nostalgias de la radio

martes, 19 de agosto de 2008
Les paso un texto claro, breve y contundente:¿A quién beneficia el hambre?
La revolución silenciosa del hambre se ha convertido en un grito mundial que de Norte a Sur y desde el Este al Oeste del planeta está convulsionando a sociedades muy diversas: opulentas unas y empobrecidas otras, todas ellas se rebelan contra la inseguridad alimentaria que, como espada de Damocles, pende sobre la humanidad.
Según la FAO, en muchos países se han originado revueltas por la carestía sin límite en los precios de los alimentos básicos (arroz, trigo, remolacha, caña de azúcar, soja…): el año pasado en México y Birmania, este año, hasta hoy, en Egipto, Marruecos, Haití, Indonesia, Filipinas, Senegal, Camerún, Burkina Faso y un etcétera de casi 40 países.
Desde la campaña “Derecho a la alimentación. Urgente” que coordina Prosalus se viene destacando la necesidad de garantizar el derecho a la alimentación, lo que significa tres obligaciones básicas para los Estados: respetar, proteger y garantizar ese derecho. Respetar el derecho a la alimentación obliga a los Estados a no adoptar medidas que impidan el acceso a los recursos productivos. Proteger obliga al Estado a velar para que las empresas o los particulares no priven a las personas del acceso a la alimentación adecuada. Garantizar obliga al Estado a potenciar el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos que aseguren sus medios de vida, entre ellos, los alimentos. Además, cuando una persona o un colectivo sea incapaz, por razones que escapen a su control, de disfrutar el derecho a la alimentación adecuada por los medios a su alcance, el Estado está obligado a hacer efectivo ese derecho.
¿Qué está pasando? En opinión del periodista Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, el aumento de los precios de los alimentos se debe a cuatro razones fundamentales:
Según la FAO, en muchos países se han originado revueltas por la carestía sin límite en los precios de los alimentos básicos (arroz, trigo, remolacha, caña de azúcar, soja…): el año pasado en México y Birmania, este año, hasta hoy, en Egipto, Marruecos, Haití, Indonesia, Filipinas, Senegal, Camerún, Burkina Faso y un etcétera de casi 40 países.
Desde la campaña “Derecho a la alimentación. Urgente” que coordina Prosalus se viene destacando la necesidad de garantizar el derecho a la alimentación, lo que significa tres obligaciones básicas para los Estados: respetar, proteger y garantizar ese derecho. Respetar el derecho a la alimentación obliga a los Estados a no adoptar medidas que impidan el acceso a los recursos productivos. Proteger obliga al Estado a velar para que las empresas o los particulares no priven a las personas del acceso a la alimentación adecuada. Garantizar obliga al Estado a potenciar el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos que aseguren sus medios de vida, entre ellos, los alimentos. Además, cuando una persona o un colectivo sea incapaz, por razones que escapen a su control, de disfrutar el derecho a la alimentación adecuada por los medios a su alcance, el Estado está obligado a hacer efectivo ese derecho.
¿Qué está pasando? En opinión del periodista Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, el aumento de los precios de los alimentos se debe a cuatro razones fundamentales:
1ª) Países emergentes como China, India y Brasil han modificado sus hábitos alimentarios y comen más carne; ya se sabe, también los animales necesitan alimentarse, básicamente de cereales: se estima que para obtener un kg. de carne de vacuno, se necesitan 16 kg. de alimento.
2ª) La producción de agrocarburantes se está realizando “invadiendo” las tierras destinadas hasta hace poco a cultivos para la alimentación humana.
3ª) Encarecimiento del coste de los transportes debido al alza del precio del petróleo.
4ª) La especulación financiera. Actualmente, los fondos de inversión han optado por los productos alimenticios -soja, trigo, arroz y maíz- lo que provoca alzas descomunales. “Se estima que la especulación está causando el 10% de las subidas de los alimentos”,
lunes, 18 de agosto de 2008
El General San Martín por Fermín Chávez

domingo, 17 de agosto de 2008
Triple Crimen y la nota de un periodista


Vía el programa de Victor Hugo Morales del viernes por Continental me entero que el periodista Christian Sanz tuvo una reunión con una de las víctimas del triple crimen que tiene en vilo a los medios. Sanz es el responsable de un portal (Tribuna de Periodistas) que muchas veces no es tomado en serio por la gran cantidad de denuncias que realiza, pero más allá de las criticas, esta vez tuvo acceso a una nota con Sebastián Forza, en el marco de una investigación que venía realizando sobre medicamentos truchos. Su aporte, que se hizo efectivo en la justicia, es revelador, aquí se los dejo.
sábado, 16 de agosto de 2008
Lugo y los recuerdos del Paraguay

Paraguay, tierra de lapachos, tereré, bellas hembras y hombres de carácter, espero que Lugo les lleve la alegría que se merecen.
viernes, 15 de agosto de 2008
Policiales, la cara visible de la desintegración

Tratese de robos, asesinatos, estafas, dramas pasionales, violencia, etc, aprendí observando que siempre hay de fondo uno o varios indicios que conducen a vislumbrar una acelerada desintegración del entramado social. No hay que ser sabio ni especialista para llegar a esta conclusión, pero si es digno reconocer que en la vorágine de la inmediatez cotidiana este trasfondo macabro se pierde, y se pierden especialmente las causas de estas miserias, hablamos de pobreza, desigualdad, exclusión, pero también de individualismo, corrupción estructural, dependencia económica y desmedidas ambiciones personales que se alimentan día a día a través de un consumismo enfermizo. Los medios de comunicación, regidos bajo las normas del capitalismo post moderno, se solventan mediante la publicidad que nos ofrece los productos que harán más placentera nuestra irremediable vida finita. Para rellenar esa interminable saga de marcas y sponsores que conducen nuestra existencia terrenal están, entre otras cosas, las noticias, que no son más que una resultante de toda esa cadena o circulo vicioso mefistofélico. El sistema, en una demostración de ensamble casi "perfecta" ha adquirido la capacidad de vendernos hasta su más nauseabundo excremento.
jueves, 14 de agosto de 2008
Siguen las guerras de afiches varios


El día martes caminando por la Avenida Pueyrredón rumbo a la estación de Once vi como unos carteles negros con letras blancas habían ganado la calle. En ellos decía "El partido justicialista es de los peronistas, Alberto Fernández andate ya!". Firmaba el Movimiento de Recuperación Peronista, agregaba, "mujeres y hombres que no se fueron ni se irán del peronismo". Abajo de todo se leían dos nombres, Osvaldo Fernández y Juan José Minichillo. Página 12 le dedicó una nota al tema. acá se las dejo para que se enteren un poco de que se trata.
Esta madrugada, camino a radio Nacional, sobre Maipú, encontré recién pegaditos cientos de carteles blancos con letras negras que tienen como título "Al pueblo argentino" y sigue, "Presidente del City Bank, Sr. Bruchou, Presidente del Banco Río, Sr. Cristofani Basta de incentivar la inflación", firma Agrupación Pueblo Peronista.
Sin duda, los afiches se han transformado en una manera directa de emitir mensajes, que por sus costos, requieren menos dinero que las operaciones de prensa, además los resultados en el público son instantáneos, el texto corto y contundente genera el boca a boca y la rápida repercusión en medios gráficos e informático. Otro reflejo de los tiempos que corren.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Para periodistas y ciudadanos
La relación entre los periodistas y la pauta publicitaria
El jueves 14 de agosto, los periodistas Ernesto Ténembaum, Luis Bruschtein, Claudio Jacquelin y Daniel Fernández Canedo debatirán sobre la relación entre el trabajo periodístico y la pauta publicitaria.
Esta mesa, que se propone un debate plural y abierto sobre un aspecto crucial de la profesión, es co-organizada por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y la Asociación por los Derechos Civiles (ADC).
Jueves 14 de agosto, 16,45 horas.
Hotel NH Crillón, Av. Santa Fe 796 – C. A. Buenos Aires.
Jueves 14 de agosto, 16,45 horas.
Hotel NH Crillón, Av. Santa Fe 796 – C. A. Buenos Aires.
"La relación entre los periodistas y la pauta publicitaria"
Daniel Fernández Canedo – Secretario de Redacción de Clarín
Claudio Jacquelin – Secretario de Redacción de La Nación y miembro de la Comisión directiva de Fopea
Luis Bruschtein – Subdirector de Página 12
Ernesto Ténembaum – Periodista de Radio Mitre, canal TN y revista XXIII
Modera: Sebastián Lacunza – Director Ejecutivo de Fopea
ADC presenta además, en una jornada que comienza a las 13 horas en el mismo lugar, el informe “El precio del silencio. Abuso de la publicidad oficial y otras formas de censura indirecta en América Latina”. Contará con expertos como María O'Donnell, Roberto Saba, el colombiano Carlos Cortés Castillo y legisladores de Uruguay y Chile, entre otros.
Claudio Jacquelin – Secretario de Redacción de La Nación y miembro de la Comisión directiva de Fopea
Luis Bruschtein – Subdirector de Página 12
Ernesto Ténembaum – Periodista de Radio Mitre, canal TN y revista XXIII
Modera: Sebastián Lacunza – Director Ejecutivo de Fopea
ADC presenta además, en una jornada que comienza a las 13 horas en el mismo lugar, el informe “El precio del silencio. Abuso de la publicidad oficial y otras formas de censura indirecta en América Latina”. Contará con expertos como María O'Donnell, Roberto Saba, el colombiano Carlos Cortés Castillo y legisladores de Uruguay y Chile, entre otros.
martes, 12 de agosto de 2008
El Barrio Chino de Belgrano, ahora olímpico

lunes, 11 de agosto de 2008
La guerra de la información

domingo, 10 de agosto de 2008
Los voceros de la era k

sábado, 9 de agosto de 2008
Un recuerdo a Emilio Petcoff

Fuimos periodistas
Emilio Petcoff era, a un mismo tiempo, periodista y erudito. En una profesión donde todos somos expertos en generalidades y formamos un vasto océano de diez centímetros de profundidad, Emilio resultaba exótico y admirable. No se lo recuerda mucho, pero fue uno de los grandes periodistas argentinos de todos los tiempos. Ya de vuelta de casi todo, escribió en Clarín crónicas policiales del día. Salía por las tardes, merodeaba comisarías, gangsters, buchones y prostitutas, y luego tecleaba en su Olivetti historias oscuras que destellaban genio. Una de esas crónicas perdidas (cito de memoria) comenzaba más o menos así: "Juan Gómez vino a romper ayer el viejo axioma según el cual un hombre no puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Su cabeza apareció en la vereda y su cuerpo en la vereda de enfrente".
Petcoff parecía haber leído toda la biblioteca universal y hablaba diversos idiomas, pero prefería el estaño a la academia y largas veladas de whisky y citas filosóficas en cafetines de cuarta a cualquier fiesta de vanidades en la sede de una empresa anunciante o en un cóctel de canapés de la Cancillería. Lo conocí en su casa de Barracas, y mientras nos comíamos una milanesa acompañada con vino y soda me dio varias lecciones de literatura y de supervivencia. Me contó, en aquel entonces, que él había trabajado con el mejor cronista argentino del siglo XX: un hombre paradójicamente ignoto y analfabeto que conseguía cualquier información por más difícil que fuera. Petcoff hacía del periodismo un arte mayor, y no se preocupaba ni por la inmortalidad de su nombre ni por la suma de su cuenta bancaria. Era un bohemio lúcido y necesario, y la redacción del diario donde trabajaba tuvo que hacer una colecta para comprarle un sobretodo nuevo, porque el anterior tenía quince años de vida y se había convertido en una colección de andrajos. "Para qué tanta historia antigua", diría Emilio si me escuchara: murió el 7 de mayo de 1994. Esta historia antigua viene a cuento en este nuevo Día del Periodista para recordar lo que alguna vez fuimos.
Petcoff era uno de los últimos representantes de una generación de periodistas inolvidables que no pretendían hacerse ricos y que ni siquiera soñaban con la firma ni con la fama. Sólo querían parar la olla y hacer con arte este oficio maldito. Codiciaban, a lo sumo, ligar algún viaje de trabajo de vez en cuando y, por supuesto, escribir aquella novela que no escribirían nunca. Nada sabían del marketing ni del gerenciamiento, nunca firmaron un autógrafo ni ambicionaban una casa con pileta de natación. No conocían ni de vista a los anunciantes y, a veces, caían en el pecado de la fantasía. No eran perfectos, no todo tiempo pasado fue mejor. Pero aquellos periodistas eran escritores, tenían agallas y talento, y la humildad de los que saben que no saben. Es paradójico: ellos sabían mucho más que nosotros, pero no pretendían opinar de todo, como hacemos con irregular suerte. Aquellos muchachos de antes, que leían todo, tenían la opinión prohibida, por pudor y por prudencia. Algunos muchachos de ahora, que saben perfecto inglés pero tienen problemas con el castellano básico, son "todólogos" entusiastas, próceres mediáticos, salvadores de la patria, ricos y famosos, y predicadores de cualquier cosa. Es decir, predicadores de la nada.
Aquellos empecinados orfebres de la pluma tenían mucha calle y eran nómades por vocación. La joven guardia, en cambio, no es nómade sino sedentaria. No va a buscar la información, la espera para adornarla.
La preocupación consistía en haber leído a Sartre y a Camus. Hoy pasa por tener un programa de radio o aparecer en el cable para levantar publicidad. Antes se buscaban informantes y papeles ocultos. Hoy se busca "temática y target ". Antes se mataba por un dato, hoy se mata por un aviso.
Aquellos parecían heridos existenciales, mezcla lunática de artistas irresponsables y servidores públicos, y, como muchos poetas trasnochados, derivaban melancólicamente hacia el alcohol. Estos son vulnerables al elogio y proclives al lobby , juegan al golf, viven en countries y aparecen tostaditos y pasteurizados en las vidrieras de las celebridades.
Viene ahora la advertencia de rigor: esta profesión tenía antes y tiene ahora la misma cantidad de canallas y de mediocres. Muchos periodistas de aquel entonces resultaron mitómanos incurables, y muchos periodistas de ahora se preocupan por ser nobles y rigurosos, y por cuidar el sustantivo y el verbo, a pesar del enorme vacío de la época. Pero haciendo estas salvedades, cuánta modestia y cuánto conocimiento, y cuánta autocrítica debemos cruzar todavía. Y qué cruel hacerlo bajo este imperio del maltrato, cuando los políticos compran medios para manipular periodistas, funcionarios manejan la publicidad oficial para amordazar a los críticos y hasta el presidente de la Nación nos sacude bofetadas públicas desde los atriles.
Pero lo cortés no quita lo valiente. El periodismo es necesario para la democracia, y el periodista debe ser defendido, pero también debe revisar permanentemente sus pecados con el simple propósito de enmendarse, de aprender y de no volver a cometerlos. Asumiendo que quizás, al final de todo, el peor de los pecados no sea, como decía Borges, la desdicha, sino la mediocridad.
El viernes 13 de abril un periodista de mi generación y de mi diario, un hombre culto y modesto, un veterano cronista de cien batallas que nunca buscó la notoriedad, bruscamente la obtuvo por el simple método de darse un chapuzón. Mariano Wullich apareció ese día en una foto de tapa del diario LA NACION: por curiosidad personal y no por otra cosa se había embarcado en el Irízar, y después de haberse duchado, en la noche del martes 10, encontró humo en su camarote. Poco más tarde tenía puesto un chaleco salvavidas y estaba en cubierta, preparado para abandonar el rompehielos, que se incendiaba en medio del océano. Wullich bajó por una escalerilla y saltó para abordar la balsa, pero de pronto una ola se la arrebató y cayó al mar. Fue un instante helado e interminable: Mariano estaba varios metros bajo el agua fría, en mitad de la oscuridad y de los tiburones, a 140 millas náuticas de la costa y junto a un barco que amenazaba con explotar. El salvavidas primero, y dos suboficiales después, le salvaron el pellejo. Pero estuvo seis horas mojado, con la angustia del náufrago, el terror del resucitado y los pensamientos más lúgubres hasta que un pesquero rescató a su grupo.
La travesía a casa fue lenta y penosa, y cuando tocó Ezeiza, nuestro gran jefe de noticias, le pidió que escribiera urgente la crónica en primera persona. Mariano llegó a su departamento, lloró un rato, se bañó, se tomó un whisky, se vistió rápido y sin más trámite se vino a la redacción. Aquí estaba de repente, en saco y corbata, escribiendo su columna con el mismo profesionalismo de siempre. Al verlo tuve un escalofrío. Me acerqué a abrazarlo: le temblaban el pulso y la voz. Tenía todavía un susto de muerte, estaba agotado física y mentalmente, podría haberle pasado la información a cualquiera desde su cama, pero aquí estaba de repente, cumpliendo su viejo oficio con arte y valentía, con su camisa celeste y su corbata anudada, con la dignidad de aquellos periodistas que fuimos. El fantasma de Emilio Petcoff le dictaba los adjetivos y los párrafos brillantes. Era tan importante en ese momento: Mariano estaba salvándonos a todos. Nos estaba salvando del vacío.
Petcoff parecía haber leído toda la biblioteca universal y hablaba diversos idiomas, pero prefería el estaño a la academia y largas veladas de whisky y citas filosóficas en cafetines de cuarta a cualquier fiesta de vanidades en la sede de una empresa anunciante o en un cóctel de canapés de la Cancillería. Lo conocí en su casa de Barracas, y mientras nos comíamos una milanesa acompañada con vino y soda me dio varias lecciones de literatura y de supervivencia. Me contó, en aquel entonces, que él había trabajado con el mejor cronista argentino del siglo XX: un hombre paradójicamente ignoto y analfabeto que conseguía cualquier información por más difícil que fuera. Petcoff hacía del periodismo un arte mayor, y no se preocupaba ni por la inmortalidad de su nombre ni por la suma de su cuenta bancaria. Era un bohemio lúcido y necesario, y la redacción del diario donde trabajaba tuvo que hacer una colecta para comprarle un sobretodo nuevo, porque el anterior tenía quince años de vida y se había convertido en una colección de andrajos. "Para qué tanta historia antigua", diría Emilio si me escuchara: murió el 7 de mayo de 1994. Esta historia antigua viene a cuento en este nuevo Día del Periodista para recordar lo que alguna vez fuimos.
Petcoff era uno de los últimos representantes de una generación de periodistas inolvidables que no pretendían hacerse ricos y que ni siquiera soñaban con la firma ni con la fama. Sólo querían parar la olla y hacer con arte este oficio maldito. Codiciaban, a lo sumo, ligar algún viaje de trabajo de vez en cuando y, por supuesto, escribir aquella novela que no escribirían nunca. Nada sabían del marketing ni del gerenciamiento, nunca firmaron un autógrafo ni ambicionaban una casa con pileta de natación. No conocían ni de vista a los anunciantes y, a veces, caían en el pecado de la fantasía. No eran perfectos, no todo tiempo pasado fue mejor. Pero aquellos periodistas eran escritores, tenían agallas y talento, y la humildad de los que saben que no saben. Es paradójico: ellos sabían mucho más que nosotros, pero no pretendían opinar de todo, como hacemos con irregular suerte. Aquellos muchachos de antes, que leían todo, tenían la opinión prohibida, por pudor y por prudencia. Algunos muchachos de ahora, que saben perfecto inglés pero tienen problemas con el castellano básico, son "todólogos" entusiastas, próceres mediáticos, salvadores de la patria, ricos y famosos, y predicadores de cualquier cosa. Es decir, predicadores de la nada.
Aquellos empecinados orfebres de la pluma tenían mucha calle y eran nómades por vocación. La joven guardia, en cambio, no es nómade sino sedentaria. No va a buscar la información, la espera para adornarla.
La preocupación consistía en haber leído a Sartre y a Camus. Hoy pasa por tener un programa de radio o aparecer en el cable para levantar publicidad. Antes se buscaban informantes y papeles ocultos. Hoy se busca "temática y target ". Antes se mataba por un dato, hoy se mata por un aviso.
Aquellos parecían heridos existenciales, mezcla lunática de artistas irresponsables y servidores públicos, y, como muchos poetas trasnochados, derivaban melancólicamente hacia el alcohol. Estos son vulnerables al elogio y proclives al lobby , juegan al golf, viven en countries y aparecen tostaditos y pasteurizados en las vidrieras de las celebridades.
Viene ahora la advertencia de rigor: esta profesión tenía antes y tiene ahora la misma cantidad de canallas y de mediocres. Muchos periodistas de aquel entonces resultaron mitómanos incurables, y muchos periodistas de ahora se preocupan por ser nobles y rigurosos, y por cuidar el sustantivo y el verbo, a pesar del enorme vacío de la época. Pero haciendo estas salvedades, cuánta modestia y cuánto conocimiento, y cuánta autocrítica debemos cruzar todavía. Y qué cruel hacerlo bajo este imperio del maltrato, cuando los políticos compran medios para manipular periodistas, funcionarios manejan la publicidad oficial para amordazar a los críticos y hasta el presidente de la Nación nos sacude bofetadas públicas desde los atriles.
Pero lo cortés no quita lo valiente. El periodismo es necesario para la democracia, y el periodista debe ser defendido, pero también debe revisar permanentemente sus pecados con el simple propósito de enmendarse, de aprender y de no volver a cometerlos. Asumiendo que quizás, al final de todo, el peor de los pecados no sea, como decía Borges, la desdicha, sino la mediocridad.
El viernes 13 de abril un periodista de mi generación y de mi diario, un hombre culto y modesto, un veterano cronista de cien batallas que nunca buscó la notoriedad, bruscamente la obtuvo por el simple método de darse un chapuzón. Mariano Wullich apareció ese día en una foto de tapa del diario LA NACION: por curiosidad personal y no por otra cosa se había embarcado en el Irízar, y después de haberse duchado, en la noche del martes 10, encontró humo en su camarote. Poco más tarde tenía puesto un chaleco salvavidas y estaba en cubierta, preparado para abandonar el rompehielos, que se incendiaba en medio del océano. Wullich bajó por una escalerilla y saltó para abordar la balsa, pero de pronto una ola se la arrebató y cayó al mar. Fue un instante helado e interminable: Mariano estaba varios metros bajo el agua fría, en mitad de la oscuridad y de los tiburones, a 140 millas náuticas de la costa y junto a un barco que amenazaba con explotar. El salvavidas primero, y dos suboficiales después, le salvaron el pellejo. Pero estuvo seis horas mojado, con la angustia del náufrago, el terror del resucitado y los pensamientos más lúgubres hasta que un pesquero rescató a su grupo.
La travesía a casa fue lenta y penosa, y cuando tocó Ezeiza, nuestro gran jefe de noticias, le pidió que escribiera urgente la crónica en primera persona. Mariano llegó a su departamento, lloró un rato, se bañó, se tomó un whisky, se vistió rápido y sin más trámite se vino a la redacción. Aquí estaba de repente, en saco y corbata, escribiendo su columna con el mismo profesionalismo de siempre. Al verlo tuve un escalofrío. Me acerqué a abrazarlo: le temblaban el pulso y la voz. Tenía todavía un susto de muerte, estaba agotado física y mentalmente, podría haberle pasado la información a cualquiera desde su cama, pero aquí estaba de repente, cumpliendo su viejo oficio con arte y valentía, con su camisa celeste y su corbata anudada, con la dignidad de aquellos periodistas que fuimos. El fantasma de Emilio Petcoff le dictaba los adjetivos y los párrafos brillantes. Era tan importante en ese momento: Mariano estaba salvándonos a todos. Nos estaba salvando del vacío.
viernes, 8 de agosto de 2008
El fenómeno de San Cayetano

jueves, 7 de agosto de 2008
Un periodista suelto en la rural

Muchas de las pantallas dispuestas en los pasillos del predio ferial pasaban imágenes épicas de la lucha rural. Muchas con música alusiva y lo más sorprendente, una foto gigante en dónde estaban Alfredo de Angeli y Eduardo Buzzi, este último con un chico en andas al cual en vez de cara le dejaron un hueco para que los pequeños que visitaban el lugar pusieran su rostro y se sacaran la foto. La verdad, que vale la pena disfrutarla, esperemos que el año que viene pueda ir como un visitante más.
miércoles, 6 de agosto de 2008
martes, 5 de agosto de 2008
La guerra de las encuestas

lunes, 4 de agosto de 2008
La Presidenta, Lula y un virtual Mercosur

Festival de Tango de Buenos Aires

domingo, 3 de agosto de 2008
Mirada periodística de la conferencia de Cristina

sábado, 2 de agosto de 2008
La Rural y la conferencia de la Presidenta


Hoy me tocó cubrir los dos hechos importantes del fin de semana. La inauguración de la 122 edición de la Rural y la primera conferencia de prensa de Cristina Kirchner. Del primero puedo decir que el discurso de Miguens fue tal como se lo esperaba. Reclamó un plan agropecuario a largo plazo, dijo que las entidades rurales siguen unidas y que el campo bregó por mayor institucionalidad. Se generaron suspicacias por la ausencia de Eduardo Buzzi (Federación Agraria), a quien en los pasillos del poder sindican como el posible disidente de la mesa de enlace que ya estaría negociando con el gobierno una importante baja en las retenciones para sus sector. El segundo de Buzzi. Pablo Orsolini, se cansó de explicar que su presidente se encuentra haciendo un tratamiento para dejar de fumar.
Después del terrible frío, viento y la garúa incesante, casi con un estado gripal intenso llegué a Olivos. La pregunta del millón que hacían todos los periodistas cuando llegaban era cómo era el tema de las preguntas. El sueño de que preguntaran todos murió en el dedo índice del vocero presidencial Miguel Nuñez, quien se encargó de que los corresponsales internacionales se llevaran más de la mitad de la conferencia que duró 1 hora y 50 minutos. La Presidenta no agregó nada nuevo a su discurso, salvo que no piensa hacer cambios entre sus funcionarios (Moreno incluido) y con respecto a su relación con el Vicepresidente Cobos expresó "no hay que dramatizar". ¿Cómo sigue el tema retenciones? ni una palabra, ninguno de los elegidos lo preguntó.
viernes, 1 de agosto de 2008
El aumento de colectivos en la provincia es devastador

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