No hay espía que salve al Banksy

En la localidad de Cheltenham, a kilómetros de las sede de los servicios secretos británicos, el famoso (y anónimo) grafitero Banksy pintó un mural mostrando dos clásicos espías hollywoodenses “pinchando” un teléfono público. “Cabina espía” apareció después de que el ex espía estadounidense Edward Snowden revelara que esos servicios secretos se metían en millones de conversaciones telefónicas y correos electrónicos. Ayer, manos desconocidas satacaron el mural, que apareció garabateado y manchado. Según se informó, la obra está protegida con pintura antigrafiti, que permitiría limpiarlo, pero hay que apurarse: “El color puede penetrar en la capa protectora y dañar la obra”, dijo Angela De Souza, de la iniciativa “Salven al Banksy”. Los constructores del edificio querían sacarlo y mandarlo a un museo. El miércoles un millonario propuso comprarlo y dejarlo ahí.

Fuente: Clarín