Los números entre 2015 y 2017 en las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca son 10 veces más altos que el resto del país. No es coincidencia, ya que son las provincias con mayores niveles de pobreza donde los pibes y pibas trabajan desde muy chicos, en condiciones totalmente precarias.
En la juventud estas presiones cotidianas empujan al aislamiento, sin perspectiva de un futuro, y quienes lo padecen centralmente son los sectores más vulnerados debido a la falta de presupuesto tanto en la salud como en educación pública, con instituciones precarias y sin profesionales capacitados que acompañen a les pibes, donde la salida a estos padecimientos es la medicalización, sin atacar de raíz el problema.
En América Latina, el 20% de les jóvenes menores de 25 está desocupado y la precariedad es todavía mayor, en un sistema que empuja a los jóvenes a recurrir a los trabajos más terribles, en malas condiciones como en Rappi, Glovo o call centers, donde la frustración, la ansiedad y el estrés entran en juego y se hacen parte de la vida cotidiana de la juventud. Las condiciones de vida de miles de jóvenes afectan directamente su salud mental, lo que puede llevar a la decisión de quitarse la vida.
En un país atravesado por una crisis económica, donde la prioridad del gobierno no es invertir y garantizar la salud y la educación pública sino pagar una deuda ilegítima con el FMI, estas problemáticas de la juventud no podrán ser resueltas de fondo.
La salud mental en el país del FMI
¿Qué futuro les espera a les jóvenes en el país del FMI? Mientras la juventud es una de las perdedoras de la crisis económica en nuestro país, hay una minoría que se hace cada vez más rica: las farmacéuticas, los empresarios y los especuladores que hicieron un gran negocio bajo el gobierno de Macri.
Por eso es necesario invertir las prioridades sobre la salud, implementando políticas públicas preventivas y de concientización, con profesionales psicólogos, psicopedagogos en las escuelas y en los hospitales.
Hay otra salida
Mientras tanto, en el mundo empiezan a haber fenómenos donde la juventud es protagonista, como en Chile y su rebelión popular, las huelgas internacionales por el clima con 7 millones de jóvenes movilizados a nivel mundial; todo esto demuestra que hay otra salida: la de no resignarse, uniendo esa fuerza que empieza a mostrar la juventud junto a les trabajadores, contra el FMI y contra los capitalistas que hacen negocios con la vida de les jóvenes. Es posible pensar una salida por un mundo donde podamos disfrutar del arte, de la cultura, la sexualidad, la ciencia y donde haya trabajo para todes.
Fuente: La Izquierda Diario
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