La semana corta que pasó dejó en Casa Rosada la imagen de un presidente con dos facetas. Un Alberto Fernández dedicado a los actos y conferencias públicas, y otro ligado a reuniones y comunicaciones que se mantuvieron en el silencio de los despachos de Balcarce 50 y la Residencia de Olivos. Arrancar el miércoles con gobernadores anunciando obras en 12 provincias en el Museo del Bicentenario adelantaba la continuidad del debate interno en el Frente de Todos, pero también entre las filas de Cambiemos, sobre la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias previstas, hasta ahora en el cronograma electoral, para agosto del 2021.
Los mandatarios provinciales, que están en su mayoría de acuerdo con la iniciativa, ya acordaron enviar un proyecto de ley al parlamento para que sea tratado con tiempo cuando se inicie el periodo de sesiones ordinarias. Con respecto a las objeciones que surgen de los partidos más chicos, que necesitan asegurar en las PASO el 1,5 % de los votos válidamente emitidos en el distrito que se trate para cada categoría, funcionarios cercanos al jefe de Estado minimizaron el tema argumentando que “los que no entran, no entran nunca, no va a cambiar nada en ese aspecto”. Sin embargo desde las mismas fuentes no dejan de decir que de todos modos hay que esperar y ver qué pasa con la pandemia en los próximos meses, “y si hay PASO, que haya PASO”, expresaron.
Su entorno había adelantado a los periodistas que el anuncio tenía que ver con la vacuna contra el Covid-19 y sugirieron hacer preguntas sobre eso y no con respecto a otros temas, entre ellos, obviamente, la carta que el día anterior la vicepresidenta, Cristina Kirchner, subió a su cuenta de Twitter donde partió con un balance de los primeros 365 días de gobierno, resaltó la actividad legislativa en el Senado que ella encabeza, reconoció al Poder Ejecutivo el esfuerzo por afrontar “la economía arrasada del macrismo” y “la pandemia inédita”, culminando con fuertes críticas a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, enfatizando la continuidad de Lawfare, haciendo especial foco en la figura de Ricardo Lorenzetti, sin nombrar a él ni a ninguno.
En ese contacto ambos acordaron unificar discursos, no sólo en materia de hacer todo lo necesario para que el aborto legal se convierta en ley en la Cámara alta, sino en ir en bloque contra el cuerpo judicial con sede en Talcahuano 550, y que desde el núcleo kirchnerista más duro de la alianza gubernamental es una amenaza a la gobernabilidad en los próximos tres años de mandato.
Después de ese diálogo, que se ampliará en los próximos días, Alberto y Cristina volvieron a hacer una aparición pública en un acto de naturaleza política con referentes de los DD.HH., más allá del circunstancial encuentro en el conflictivo velatorio de Diego Maradona en Casa Rosada el 26 de noviembre pasado.
De todos modos, consultados por las circunstancias y pedido de detalles sobre el inesperado reencuentro en la ex ESMA de los máximos dirigentes que administran el Estado, se mantuvo el hermetismo y la prioridad de instalar un mensaje que pretende marcar las diferencias, “Alberto es el Presidente, y Cristina es Cristina”.
Fuente: Juan Pablo Peralta (@JuamPaPeralta) para la agencia internacional Globatium.com (@globatium) y ECMC Noticias México-Argentina-España-Brasil-Bolivia-Ecuador-Estados Unidos (@ecmcnoticiasmex).
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