El año concluye con postales que en el seno del Gobierno eran inesperadas hace un año atrás, cuando Alberto Fernández y Cristina Kirchner se mostraban retomando una amistad y su sociedad política, en un acuerdo donde estuvo claro desde el principio, aunque todavía haya quienes postulan inocentes o falsas sorpresas, quien era el que tenía las riendas del Frente de Todos.
Cuando empezó el desmadre de la pandemia y el manejo de la cuarentena, la vicepresidenta, obviamente, potenció su bajada de línea interna y aumentó los encuentros con la persona que eligió como compañero de fórmula en el rol de candidato a jefe de Estado, del que luego fue tomando distancia. Las complicaciones empezaron cuando la titular del Senado dio cuentas de que sus interlocutores le eran esquivos en puntos fundamentales acordados de antemano, y especialmente en los que tienen que ver con el manejo de la crisis económica que potenciaron todos los índices negativos que dejó Mauricio Macri y su alianza Cambiemos.
Si hay algo que Cristina aprendió de Néstor, es a darse cuenta en qué momento lo interno debe hacerse público para meter presión y luego, desde una posición de fuerza, esperar alineación en la tropa. Está claro que esta coyuntura nada tiene que ver con la del ex mandatario santacruceño y tampoco con sus propios dos gobiernos entre 2007 y 2015. Por estos días la doctora Kirchner siente que tiene que marcar las políticas gubernamentales sin que se le desgrane el frente que encabeza, y a la vez impedir que nuevamente la oposición, que se fue con el 40 por ciento de los votos, se reorganice para imponerse en las legislativas del 2021, y menos aún en el 2023. La tarea es difícil, pero los Fernández saben que no pueden disolver lo que el macrismo les permitió rearmar junto a gobernadores e intendentes peronistas para volver al Poder.
De todos modos, las tensiones se mantienen con respecto a funcionarios del núcleo duro del presidente Fernández, quienes ven en Cristina un obstáculo para la gestión de su jefe, que hasta ahora ha preferido sostener la unidad porque sabe que, pese al apoyo mediático que le ha brindado, en su Gabinete hay cosas que no funcionan como deberían. Un dato claro y concreto sobre las diferencias estratégicas entre Casa Rosada y el Instituto Patria es la no participación de la titular de la Cámara alta en el publicitado traslado de las 300 mil dosis para inmunizar a 150.000 personas, de la vacuna Sputnik V desde Moscú a Buenos Aires. Algo que paradójicamente fue resaltado en las redes kirchneristas como un logro, que en todo caso, se debe a la buena relación de la ex presidenta con Vladimir Putin.
Por ahora Alberto Fernández prefiere consolidar la relación con los dos principales alfiles de Cristina Kirchner: el Ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, con oficinas en Balcarce 50 y en especial con Axel Kicillof, el hombre que junto a Máximo Kirchner avanzan con un proyecto en el bastión peronista que requiere lidiar con los “Barones del Conurbano” y el PJ Bonaerense. Sergio Massa, desde la Cámara de Diputados, mira hacia el futuro soñando con ser alguna vez quien ocupe el sillón que le adjudican a Rivadavia pero en realidad fue de Julio Argentino Roca. De todos modos entiende que ese destino está atado a la suerte que corra el FdT en el gobierno, con Cristina y Alberto junto a sus soldados con el menor fuego amigo posible.
En el marco de estos entuertos, sus interlocutores son el propio titular del Ejecutivo y el jefe del bloque oficialista, además de principal heredero de los Kirchner. Puertas afuera, el hombre de Tigre se muestra como un integrante más del Frente, que a diferencia del resto apuesta a mostrarse independiente en medio de las disputas generales en la fuerza gobernante. Al interior, apuesta a ganar posiciones con su renovación que ya no es como era, pero permanece, al menos para él, con chances de salir airosa de una etapa que nadie sabe de qué manera concluirá.
Fuente: Juan Pablo Peralta (@JuamPaPeralta) para la agencia internacional Globatium.com (@globatium) y ECMC Noticias México-Argentina-España-Brasil-Bolivia-Ecuador-Estados Unidos (@ecmcnoticiasmex) y RCR Metro Barcelona (@RCRBarcelona)
No hay comentarios:
Publicar un comentario