El cepo cambiario, que restringe muy fuertemente el acceso a
los dólares, golpeó no sólo a la empresas y los ahorristas individuales, sino
que su efecto se propagó a los fondos de inversión más grandes del mundo que
operan en la Argentina.
Los experimentados jugadores "no la vieron venir"
y quedaron, como el resto, con los pesos en la mano y sin posibilidad de
dolarizarse.
En la lista de los que quedaron atrapados en el cepo están
gigantes como Templeton, BlacRock y PIMCO, principalmente. Según cálculos de
las mismas entidades, entre ellas tienen el equivalente en pesos a más de
u$s10.000 millones en bonos, Letes y otros instrumentos en moneda local.
Su problema es que no pueden comprar dólares, única razón
por la cual todavía siguen dando vueltas en la City porteña.
"No pueden salir y, dado el caudal de dinero que
manejan, tardarán mucho en poder desprenderse de esos pesos para pasarse a
dólares. Por eso preguntan por alternativas para invertir en la plaza local. No
saben qué hacer", explicó a iProfesional un banquero que dialoga con estos
grandes fondos.
La situación para estos exponentes de las finanzas mundiales
es compleja. Cuando cobran cupones (intereses) por esos bonos se quedan con
pesos que no saben dónde colocar. Algunos consultan por alternativas en el
mercado inmobiliario, otros ponen los pesos en cauciones bursátiles o
reinvierten en otros bonos argentinos.
La encrucijada es tal que tampoco pueden dolarizarse vía la
operación de triangulación conocida como "contado con liquidación",
que es usada con frecuencia por muchos inversores más pequeños para sacar los
fondos del país. Suceden dos cosas: una, el pequeño tamaño del mercado local; y
dos, algunos la tienen prohibido por estatuto del propio fondo.
En el primer caso, en realidad el más relevante para los
fondos de inversión, es que el mercado local es muy poco profundo. Alrededor de
diez brokers en la Argentina pueden hacer el "contado con
liquidación", o sea comprar activos que coticen simultáneamente en la
plaza doméstica y en Nueva York.
Y a esa restricción se le suma que la liquidez no permite
operaciones por montos elevados. El límite (dado el mercado local tan escueto)
es de 1 millón de dólares por broker.
Ergo, los fondos tardarían muchísimo tiempo para poder sacar
la plata del país. "Hay que pensar que, con el pago de un cupón de un
bono, por ejemplo en el caso de estos inversores que están empapelados de
títulos, quizás cobran u$s200 millones. Imaginate lo que tardarían para
llevarse el capital", explicaba un banquero extranjero.
Otra restricción, cuentan allegados a estos grandes
jugadores, es que en algunos casos por el estatuto del mismo fondo no pueden
hacer el contado con liquidación.
La explicación que dan algunos es que al ser, dependiendo el
caso, fondos de "real money" (o sea de inversores institucionales) no
está permitida la triangulación porque "el precio no es tan
transparente".
Si bien el tipo de cambio implícito surge de
"arbitrar" el precio del activo que se utilizará entre la plaza local
y la del exterior, lo que cual debería ser los suficientemente transparente,
algunos fondos no quieren jugarse.
"Los hedge funds o los que toman más riesgos no tienen
ese problema, pero estos inversores por lo general se cuidan de maniobras como
esas", cuentan en la City.
Gigantes decepcionados con la Argentina
En la lista de los mayores tenedores de títulos argentinos
se encuentra Templeton. Entre sus "hitos" está el hecho de haberse
convertido -junto a BlackRock en menor medida- en el mayor comprador de los
u$s3.000 millones emitidos en BOTE a 2023 y 2026 (que es un título en pesos a
tasa fija) por Luis Caputo.
Los BOTE son bonos sin liquidez a tasa fija y en pesos que
fueron adquiridos solamente por fondos del exterior que -en mayo de 2018-
todavían buscaban hacer carry trade de corto plazo.
PIMCO, el gigante de la costa oeste que no participó en los
BOTE, tendría alrededor de u$s4.000 millones en cartera, se rumorea en el
mercado. Entre todos suman más de u$s10.000 millones pero Templeton es el que
tiene más exposición de todos.
La mala apuesta a bonos argentinos hizo que su director,
Michael Hasenstab, tuviera que explicar hace poco la pésima inversión con la
Argentina.
La división Global Fund de Templeton, que invirtió en
activos de mercados emergentes -principalmente en bonos argentinos- perdió
u$s3.000 millones solo en el tercer trimestre de este año.
El patrimonio general de esa cartera de inversión pasó de
u$s33.000 millones a u$s30.000 millones en tres meses. Después de ese yerro,
Hasenstab dijo que saldría de los mercados emergentes.
Por sus malas apuestas, según pudo averiguar este medio, los
popes de estos tres fondos -que forman parte de un comité informal de bonistas
del exterior para empezar a negociar la deuda con Alberto Fernández- no quieren
saber nada más con la Argentina.
"Están esperando para irse, no lo hacen porque no
pueden vender todo y bajar la persiana. Pero ya saben lo que viene y dicen que
no tiene sentido seguir acá. Cuando puedan, venden todo. Y le pasarán factura
al país por el mal resultado de los últimos años", relataba un ex
funcionario que los conoce bien.
Atrapado por el cepo, los fondos internacionales no tienen
otra alternativa que salir a comprar algunos activos locales para
"mover" el dinero.
Eso se vio, por ejemplo, en la colocación de un bono de
Banco Galicia hace una semana. Recibió un total de 106 ofertas por $4.907
millones de los cuales se adjudicaron $4.182 millones con un rendimiento de
3,49% sobre Badlar, equivalente a una tasa de corte del 48,84%.
También se observó algo de eso en la operación que lanzó la
Ciudad de Buenos Aires. Reabrió el bono en pesos 2022, recibiendo ofertas por
$7.950 millones (equivalentes a u$s127 millones) y tomando finalmente $6.250
millones. La colocación fue a una tasa de corte en torno a Badlar más 12,87%.
Y se sumó a la lista la colocación de Banco de Crédito y
Securitización (BACS) por $500 millones. Otra vez con sobresuscripción, emitió
una ON a seis y nueve meses de plazo a Badlar más 6% y 8,5%
respectivamente.
Incluso en el mercado esperan que más compañías y otros
emisores intenten aprovechar la liquidez en pesos que podría surgir como
consecuencia del cepo y el impacto entre los grandes jugadores.
Fuente: iProfesional
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