Transcurridos más de dos meses luego de la asunción del actual Gobierno, la economía continúa transitando un sendero en el que todo parece estar sujeto a lo que suceda con la renegociación de la deuda: de sus resultados dependerá tanto el presupuesto para el corriente año como las decisiones que se adopten en pos de reactivar el aparato productivo.
No obstante esta limitación, existen algunos consensos entre los analistas que conforman el panel de Latinfocus (principalmente, bancos y consultoras) en cuanto a algunos puntos relevantes, como ser:
- El mercado cambiario continuará siendo controlado muy de cerca por el Banco Central.
- El cepo llegó para quedarse.
- La inflación de este año seguirá siendo alta, pero sustancialmente menor que la de 2019.
- Las tasas de interés serán inferiores a la inflación.
Sobre estos aspectos, el propio presidente del Banco Central, Miguel Pesce destacó que el tipo de cambio actual "es razonable para la competitividad y las necesidades que tenemos de exportaciones. No hay ninguna queja respecto de atraso en el precio del dólar".
También consideró que "si no hubiera regulaciones cambiarias, la demanda de divisas sería mucho mayor y el tipo de cambio sería más alto. Y los salarios serían más bajos y tendríamos más pobres en la Argentina".
En cuanto a la inflación, el funcionario sostuvo que la baja de los próximos meses dependerá de la desindexación de la economía y vaticinó que "esta dependerá, a su vez, del descenso de las tasas de interés".
En líneas generales, la encuesta que realiza habitualmente Latinfocus muestra cierto realineamiento de las estimaciones en lo referido a la inflación prevista para el año. El número rondaría, en promedio el 41,6%.
Si se comparan los resultados con los de enero, surge que el promedio es prácticamente el mismo (41,7%), aunque prevalecen las correcciones a la baja.
En lo que hace a los pronósticos referidos al tipo de cambio, lo más destacado es la fuerte corrección descendente en la mayoría de las respuestas, que llevó a que el precio promedio esperado para diciembre de este año baje de los $88,74 a 78,99 pesos.
Cabe señalar que esta cotización coincide plenamente con la que arroja el informe del Banco Central denominado REM, que se elabora sólo a partir de las estimaciones de entidades locales.
Según los últimos datos de la encuesta, la mayor estimación es de $86,09 y la menor de $66,09, en tanto que en enero el máximo era de $105 y el mínimo de 78,47 pesos.
De la comparación de ambas variables – dólar e inflación – surge que, en general, se estima una caída del tipo de cambio en términos reales. Es decir, se avizora una apreciación del peso, que en promedio rondaría el 7%. Esta caída contrasta con la estimación del mes anterior, pues en enero se pronosticaba un avance del dólar frente a los precios del orden del 4,9%.
Optimistas vs. pesimistas
En lo que se refiere al precio del dólar para fines de año, quienes tienen la visión más pesimistas son los bancos locales, pues lo estiman en promedio en 81,20 pesos. Les siguen las consultoras que trabajan localmente, con $79,50; mientras que los colegas del exterior para ambos rubros lo fijan a $77,80.
Si se hace la apertura por fuente, existen dos consultoras locales, una del exterior y un banco que ven al dólar por encima de los $82 para diciembre de 2020: Abeceb ($86,80), HSBC y S&P Global ($85) y Fundación Capital, con 82 pesos.
Cabe mencionar que si bien solo HSBC y S&P Global mantuvieron sin cambios sus estimaciones, se registraron notables ajustes a la baja en varios casos.
A partir de estos precios, surge que la magnitud de la devaluación que se prevé para todo el 2020 rondará en promedio cerca de un 32%.El más significativos fueron los de la consultora de Orlando Ferreres (OJF & Asociados), cuya estimación descendió casi $27 con respecto a lo pronosticado en enero, cuando la ubicaba en los $105. Algo similar sucedió en los casos de Invecq Consulting (-$25) y Ecolatina (-$18,40), entre otros.
Quienes tienen la mirada más negativa son los bancos locales, que la estiman por encima del 35 por ciento. En el otro extremo, las consultoras extranjeras apuestan a una suba del orden del 29,6 por ciento.
A nivel individual la consultora Abeceb estima una devaluación del orden del 43,5%, mientras que S&P Global y HSBC coinciden en un porcentaje levemente inferior al 42%, mientras que Fundación Capital lo fija en el 36,7 por ciento.
En sentido inverso, considerando los pronósticos más bajos, la pérdida de valor del peso sería apenas del 22 o 25 por ciento, según los analistas de Barclays Capital y FyE Consult, respectivamente.
¿Cuánto podrían subir los precios al consumidor?
Para los integrantes del panel de Latinfocus, en 2020 el IPC (Índice de Precios al Consumidor del Indec) treparía un 41,1%, un porcentaje levemente menor del que surge del REM del Banco Central, que es de 41,7%.
Según los analistas de la consultora que recaba toda la información, "la inflación seguirá alta por la presión del tipo de cambio y una expansión rápida de la base monetaria por el retorno del financiamiento monetario del déficit fiscal".
En este contexto, los bancos del exterior son los más pesimistas, pues consideran que los precios avanzarán el 41,1 por ciento. Les siguen, en orden decreciente, las consultoras locales, con el 41,4%; sus pares del exterior con el 40,7%; y cierran la lista los bancos locales, con el 39,4 por ciento.
En este segmento, quienes apuestan a los niveles más altos son OJF & Asociados, que la ubican en el 52,8%, y Econviews, con el 45%. Las siguen Fundación Capital y Quantum Finanzas, con el 42,3 por ciento. Y, en el nivel más bajo, se posicionan Barclays Capital y UBS, con el 40 y 38%, respectivamente.Cabe consignar que la actual estimación es inferior a la proyección de enero, cuando alcanzaba al 41,8 por ciento.
¿Qué pasará en la carrera dólar vs. inflación?
A diferencia de lo sucedido en 2018 y 2019, el consenso del mercado considera que en 2020 la inflación superará el avance del tipo de cambio. Expresado en términos numéricos, el consenso prevé que el dólar caerá un 7% respecto del IPC.
La visión más pesimista la ofrecen las consultoras del exterior, ya que en promedio prevén un retraso del orden del 8,9%, seguidas por las locales, que lo ubican en el 6,4%. En tanto, los bancos extranjeros lo ubican en el 5% y los locales en el 2,9 por ciento.
Claro está que la percepción de los analistas abre una amplia gama de resultados, que van desde una caída en términos reales de casi el 21%, en el caso de EIU, del 13% para OJF & Asociados y del 12,7% para Barclays Capital, hasta un módico 2,6% según FIEL.
Si bien la mayoría de los encuestados prevé que el tipo de cambio pierda terreno frente a los precios, existe un reducido número de participantes que apuesta lo contrario, es decir, que el dólar le vuelva a ganar a la inflación. Este segmento es liderado por Abcecb, que prevé una depreciación del tipo de cambio del orden del 1,8%, seguido por HSBC y S&P Global, con el 1,2 por ciento.
A la luz de este escenario, en el que más allá de los números definitivos, todo apunta a que el dólar quede rezagado frente a la inflación, la pregunta que surge es qué puede suceder con otra variable clave: la tasa de interés.
En tal sentido, existe consenso casi generalizado que ya sea por expansión de la cantidad de dinero o por medidas aplicadas directamente por el Banco Central, tendientes a estimular el crédito y por ende a la actividad económica, terminaría el año siendo inferior al aumento de la inflación.
Sobre este punto, la encuesta de Latin Focus arroja un promedio del 37%, con minimos de 27,2% para Quantum Finanzas y 30% para OJF & Asociados. En tanto, que los que sí ven tasas positivas, con máximos de 45% son EcoGo y Capital Economics.
Fuente: iProfesional
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