El Gobierno argentino ha entrado en una escalada de enfrentamiento interno, que le suma conflictividad a la ya gravísima situación económica. Los últimos encontronazos endógenos en la administración del Frente de Todos dejan como resultado una inflación del 6,6 por ciento en el mes de febrero pasado, y que ya acumula un 102,5% interanual. Algo que indica que después de más de 21 años el país entra nuevamente en los tres dígitos de Indice de Precios al Consumidor.
A la trifulca entre el presidente Alberto Fernández -que no hizo pública su ambición reeleccionista de la que no se quiere bajar- su vicepresidenta, Cristina Kirchner, y su nuevo protegido, más por necesidad que por deseo (nos referimos al actual ministro de Economía, Sergio Massa) se suma la debilidad en la que está recayendo toda la coalición gobernante ante las exigencias del Fondo Monetario Internacional, que sigue exigiendo achicar el déficit fiscal mediante recorte de subsidios a la energía, transporte -y otros rubros- así como el esquema de planes sociales.
Por todo ello, este martes se vivió en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires con más de 100 mil usuarios de la principales firmas eléctricas del país (Edenor y Edesur) sin luz, con reclamos y cortes en las calles, sumado a los piquetes de la organizaciones sociales no oficialistas en los alrededores del Ministerio de Desarrollo Social, donde no sólo no se los recibió, pese a temperaturas de más de 35 grados (y 40 de sensación térmica) sino que se les comunicó que mañana la titular de la cartera, Victoria Tolosa Paz dará de baja otros 85 mil Potenciar Trabajo, que se incorporan a los 154.000 que se eliminaron a comienzo de año.
La situación social se complejiza y la corporación política parece tener sus intereses en la elecciones nacionales de este año, y las que ya están llevando adelante en distintos distritos y provincias que se despegaron de los comicios de agosto y octubre.
La organización kirchnerista La Cámpora, de una supuesta tendencia combativa dentro de la alianza que está a cargo de la gestión del Estado, termina avalando a Massa, a quien en otros tiempos repudió acusándolo de liberal y recibiendo por respuesta, que iba a ser él, quien iba a «meter presos a los ñoquis de La Cámpora. Este respaldo es debido a la peligrosidad que está imponiendo la imparable suba de precios y la falta de dólares en las reservas del Banco Central.
También intendentes como Jorge Ferraresi (Avellaneda), ex ministro de Vivienda, confesó que Massa llegó al Palacio de Hacienda un día antes de que el Gobierno se fuera en helicóptero, recordando aquella intempestiva salida de Fernández De La Rúa en las postrimerías del 2001, cuando Argentina tuvo cinco presidentes en 11 días después de que en las calles de todo el territorio se hayan perdido más de 35 vidas ante una represión estatal de la que nadie se hizo cargo.
Un escenario, el que eligió el ex funcionario de Alberto Fernández, que también intenta promocionar el eslogan implícito con el que llegó el tigrense al ministerio económico: «El Salvador». De allí en más el denominado «Superministro» sumó a su cartera Energía y Desarrollo Productivo y tomó las riendas de las finanzas prometiendo bajar la inlfación a un 3 para el mes de abril, algo que ahora resulta imposible, inclusive el intento de corrección que intentó hacer su segundo, Gabriel Rubinstein, quien ante el contexto apuró que esa cifra podría darse a fin de año.
Lo cierto, es que las desinteligencias y la lucha de egos en el FdT, inclusive en la oposición, que de vencer en las próximas votaciones las tendrá cada vez más complicada si esta administración continúa en declive, parecieran no tomar nota de las arriesgadas circunstancias que atraviesan los argentinos.
La jornada terminó con un comunicado oficial que informaba que el presidente Fernández había sido trasladado desde la Residencia de Olivos, después de dos días casi sin actividad, hacia el Sanatorio Otamendi del barrio de Recoleta, fue por fuertes dolores lumbares. Después de ser sometido a diversos estudios la Unidad Médica Presidencial informó que al Mandatario se le detectó una hernia de disco lumbar por lo que se le realizará un bloqueo radicular programado en las próximas 48 o 72 hs. Debe reposar y no ira este miércoles a la provincia de Chaco, tampoco el jueves a la Universidad Nacional de Lanús, ni visitará Concordia, Entre Ríos, el viernes. Otras 72 horas enrevesadas que van camino de una semana que todavía no concluye y que promete tener más novedades, inclusive el próximo fin de semana.
Juan Pablo Peralta, especial para la agencia internacional Globatium. Periodistas acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina.
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