El trabajar de Cronista de Exteriores es una experiencia que todos los periodistas tendrían que vivir. En la calle vibra la adrenalina de la inmediatez en la noticia, implica estar donde se produce la información y el mano a mano con sus protagonistas. Uno pasa de estar cubriendo un acto institucional o político a un accidente de tránsito, un robo, un secuestro, un incendio, la inauguración de un sitio, una sesión en el Parlamento, una conferencia de prensa con altos funcionarios de gobierno, legisladores, jueces, fiscales, y porqué no, artistas, deportistas, escritores, candidatos, médicos, y miles de etcéteras. Allí compartimos el minuto a minuto, el hora a hora y el día a día con colegas que se transforman en amigos y familia. Aprendemos a ser solidarios, a compartir datos, a explicarnos cosas que pueden pasar por un hecho de la política, la economía, la historia, la actualidad y todo lo que puedan imaginar. A veces corremos y nos saludamos a las apuradas, nos vamos a otros destino sin decir adiós, o entre nota y nota tomamos un café para hablar de nosotros. De esa manera ocurre de todo y para todos los gustos. En esta linda postal que elegí estamos algunos de los que vivenciamos lo que les cuento. De izquierda a derecha, Jorge Moure, Rodrigo Porto, Carlos Marrero, Luis Grimaldi, Pablo Roma, un servidor al lado de la querida Silvina Brandimarte, Ariel Rodríguez y Antonio D'Eramo.
martes, 14 de agosto de 2018
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