Una nueva ley, impulsada por la presidencia de la república en Francia, prohíbe desde este curso escolar el uso de teléfono portátiles en las escuelas. La medida pretende favorecer un "ambiente que permita la atención, la concentración y la reflexión, que son indispensables para la comprensión y la memorización", según afirma el comunicado oficial del gobierno francés. Al parecer, al presidente francés, quien es filósofo de formación, no le han pasado desapercibidos los efectos nocivos que tiene el uso excesivo de la tecnología, particularmente en lo que se refiere la facultad de la atención.
Además, la medida busca limitar la exposición a la pornografía a la que son susceptibles los jóvenes, especialmente a través de sus amigos de la escuela, pues suelen mostrarse tempranamente imágenes pornográficas en sus aparatos. En lugar de pasar el tiempo absortos en sus aparatos, el Ministerio de Educación francés cree que esto fomentará la interacción directa, no mediada -es decir, los niños se dedicarán a jugar entre sí-. En Francia, nueve de cada 10 personas entre los 12 y los 17 años tienen un teléfono móvil.
Las escuelas pueden decidir si queda prohibido traer el teléfono a la escuela o los alumnos pueden traerlos pero deben dejarlos en sus lockers. De cualquier manera, los alumnos que usen sus teléfonos en la escuela podrán ver como sus aparatos son confiscados.
Diversos estudios previos han demostrado que el desempeño escolar en escuelas que prohíben el uso de teléfonos celulraes mejora significativamente y equivale por lo menos a 5 días más de clases al año.
Indudablemente, muchos países se beneficiarían de tomar medidas similares; sin embargo, son pocos los que se atreverían a enfrentar a la opinión pública -en Francia la opinión pública se quejó, pero aún así el gobierno hizo avanzar la medida- y al poder económico de las grandes compañías de tecnología.
Fuente: PIJAMASURF
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