Como se venía adelantando a través de las redes sociales, diversos puntos de toda la República Argentina fueron testigos de importantes movilizaciones que tuvieron varios reclamos hacia la administración del Frente de Todos, que tiene como presidente al abogado Alberto Fernández, pero que giraron en torno a tres temas específicos. El primero, la intención del oficialismo de avanzar en el Parlamento con una reforma de la Justicia Federal Penal, donde tanto la ex jefa de Estado y actual vicepresidenta, Cristina Kirchner, como otros dirigentes que fueron funcionarios durante su gestión, tienen diversas causas por supuestos delitos de corrupción. El segundo es la extensión de la cuarentena, que ya supera los cinco meses, y es causa del tercero, que tiene que ver con el agravamiento sistemático de la crisis económica que ya venía del gobierno de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos.
A las más de 25 mil pequeñas y medianas empresas que cerraron en el período 2015-2019, con sus consecuentes 2 millones de desocupados sumidos en el drama del 54 por ciento de inflación, 35 por ciento de pobreza, y un endeudamiento que supera los 300 mil millones de dólares, la presidencia de Fernández le sumó, en el medio de la Pandemia y el freno económico, otros 300 mil desempleados y 42 mil PyMEs quebradas, junto a comercios, y diferentes rubros que hacen a la circulación de bienes y servicios.
En tiempo récord, es decir desde la asunción al poder, el 10 de diciembre del año pasado, el FdT y su líder perdieron más del 30 por ciento de imagen positiva. Todo era diferente aquel 20 de marzo, no tan lejano, cuando el titular del Ejecutivo anunciaba el comienzo de las restricciones debido a la circulación del Coronavirus-Covid-19.
Muchas cosas pasaron desde entonces. Para los opositores, que no se hacen cargo de la mala gestión que tuvieron, "el Gobierno se enamoró de la cuarentena". Tanto el ex mandatario, Mauricio Macri, hoy en una polémica estadía en Europa, como el núcleo duro de Juntos por el Cambio, con la ex ministra de Seguridad y actual titular de esa fuerza, Patricia Bullrich y la saliente diputada, Elisa Carrió, entre otros, tomaron como discurso la defensa de la libertades individuales y las instituciones, poniendo en tela de juicio el confinamiento y las limitaciones que sufren muchos de los ciudadanos que no pueden salir a buscar el sustento cotidiano, y que han quedado fuera de la ayuda estatal, que sigue siendo un paliativo para un pequeño sector de la sociedad, y que beneficia en particular a muchos empresarios de grandes firmas que reciben del Estado el pago del 50 % del salario de sus trabajadores y otro tipo de beneficios.
El esquema de subsidios estatales es paupérrimo para la ciudadanía y amplía la brecha entre el empresariado y la dirigencia política, que percibe sueldos que van desde los $150.000 a los 500 mil pesos, a diferencia de lo que es un salario mínimo, vital y móvil de apenas $16.875, cada vez más devaluados y que acumulan un nivel de desocupación en ascenso. Además este plan no es percibido por casi la mitad de los argentinos. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que de manera muy desorganizada otorga la Nación, alcanzó únicamente a 9 millones de personas (según datos oficiales) y la cifra que se dio es de nada más que $10.000. Un número que está por debajo de la línea de pobreza, también de la Canasta Básica de Alimentos para una familia tipo (matrimonio con dos hijos), nos referimos a unos $ 43.000, esquema que se repite en las jubilaciones que se dieron por decreto, terminaron con el esquema de movilidad que fijó el gobierno anterior bajo el nombre de "Reparación Histórica", y sellaron un básico de 18 mil pesos. Otro reclamo que se hizo escuchar por parte de los adultos mayores.
El grupo dialoguista de la oposición, que encabeza el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y los gobernadores que están gestionando, tal el caso del jujeño, Gerardo Morales, no acompañaron las marchas que fueron in crescendo desde la primera, el Día de la Bandera argentina (20 de junio), y el 9 de julio, jornada en que se celebró la Independencia del país sudamericano, tampoco lo hicieron en la que se dio en esta fecha que recuerda que el 17 de agosto falleció a quien se reconoce como El Padre de la Patria, el General Don José de San Martín. Esta última fue la de mayor convocatoria.
Casa Rosada y el brazo mediático que lo acompaña minimizó la actividad que se dio en grandes centros urbanos de la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, etc, y en municipios del Gran Buenos Aires, e hizo hincapié en el peligro de contagios que supone la aglomeración de gente en las calles, algo que los manifestantes rebatieron, remarcando que mantuvieron el distanciamiento social y utilizaron tapa bocas, además de adjudicar a las declaraciones oficiales, un "discurso del miedo", que según ellos, pretende que los ciudadanos se queden en sus casas para garantizar impunidad a CFK mediante los cambios en el Poder Judicial que tiene en agenda la coalición gobernante.
Cuando Alberto Fernández anunció en las primeras semanas de junio que se iba a intervenir la empresa cerealera Vicentin, que sufre un descalabro financiero que derivó en millonarios prestamos que le dio la administración Macri desde el Banco Nación, y ls presentación de un proyecto de ley de expropiación en el Congreso, se inició un proceso que aunó lo que fue visto por un sector importante de la población como un avance sobre la propiedad privada, al descontento por el manejo de la cuarentena, la corrupción, y la situación de la economía local.
Las últimas noticias positivas que pudo dar Fernández, aunque también fueron criticadas por un segmento de los argentinos, tuvieron que ver con la negociación con los acreedores privados extranjeros, y la producción junto a México y laboratorios privados, de una vacuna contra el virus que afecta al Mundo entero. Ahora resta saber si en las próximas horas el oficialismo hace una lectura más profunda de lo que ocurrió en este día feriado para rever lo que viene ejecutando, o elige continuar gobernando en base a lo que considere prioritario para lo que entiende como el sostenimiento de un sistema de Poder que le garantice sortear los poco menos de tres años y medio de mandato que tiene por delante.
Fuente: Juan Pablo Peralta para la agencia internacional Globatium.com y ECMC Noticias México-Argentina-España-Brasil-EE.UU.
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