Luego del asesinato de un chofer de colectivos en el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Fernández prefirió no salir de Casa Rosada durante el lunes y el martes pasado. En cada jornada tenía una actividad en agenda que dio de baja. Una de ellas tenía que ver con visitar la localidad bonaerense de Ituzaingó, pero su entorno le recomendó no asistir luego de la golpiza que recibió Sergio Berni (ministro de Seguridad de la PBA) de parte de trabajadores del Transporte que cortaban una arteria que une Capital Federal y la provincia que gobierna Axel Kicillof, en reclamo de justicia para su compañero víctima de un crimen en un intento de robo en Virrey del Pino (La Matanza). A la vez que exigieron medidas que les garanticen poder realizar su labor sin riesgo de perder la vida en medio de esta grave avanzada delictiva que se potencia con la pobreza.
Fueron varios los funcionarios que evitaron la exposición pública debido al malestar social que crece por culpa del clima económico, político y social que atraviesa la Argentina.
Lo que no deja de hacer el mandatario argentino -cada vez que se le presenta la oportunidad- es dejar del país junto a multitudinarias y costosas comitivas. Así como se subió a un chárter especial de Aerolíneas Argentina para ir con 50 personas a una cumbre iberoamericana en el Caribe, y después a Nueva York con el fin de hacer la previa a la visita a Pennsylvania 1600, esta vez se fue a Chile.
Allí realizó una declaración conjunta con su par trasandino, Gabriel Boric, en la que ambos se dedicaron a destacar la amistad entre los dos gobiernos, la buena relación entre los pueblos, y ratificaron acuerdos comerciales en materia de energía. Esto ocurre luego de cortocircuitos que se dieron por declaraciones del jefe de Estado argentino que fueron tomadas como una injerencia en la política chilena. Fueron críticas que Fernández hizo al Poder Judicial de esa nación por una causa que tiene su amigo y asesor, Marco Enríquez-Ominami.
“A veces veo con dolor que algunas expresiones que tengo son interpretadas aquí en Chile como actos de hostilidad. La verdad lo único que siento es un enorme amor por Chile”, manifestó el titular del Ejecutivo argentino, desde un atril que compartió con su homólogo, y donde hablaron en público en la Casa de la Moneda, en la capital Santiago.
La referencia aludió directamente al cuestionamiento que recibió de parte del Ministro de Justicia chileno, Luis Cordero, a raíz de la comentada expresión que hizo mediante una carta abierta, en el contexto de otro entredicho, en ese caso con el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, cuando lamentó que en Argentina, Ecuador, Brasil y en Chile “la justicia se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores”. En una clara referencia al lawfare.
Por todo esto, el tándem Boric-Fernández destacó la relación bilateral por sobre las diferencias en el marco del 205° aniversario del histórico Abrazo de Maipú, que fue protagonizado por el General José de San Martín y Bernardo O’Higgins. Un hecho que aconteció en 1818 y fue decisivo en la independencia definitiva del pueblo chileno.
“No podemos pensar la Argentina y Chile de un modo que no sea unidos”, afirmó Alberto Fernández, agregando que Juan Domingo Perón, durante su presidencia, impulsaba un acuerdo al que bautizó ABC, entre Argentina, Brasil y Chile.
Por su parte, Boric destacó que la reunión bilateral concluyó con acuerdos comerciales y la reafirmación de tratados conjuntos entre los estados vecinos.
El mandatario relató a su vez, que Argentina venderá 300 mil metros cúbicos de gas natural para la región del Bio Bio hasta septiembre de 2023. “Esto redujo la tarifa de los usuarios en un 15%”, destacó Boric. Asimismo, se refirió a la posibilidad de ampliar ese acuerdo para “beneficiar a familias chilenas y al Estado Argentino”.
“Argentina puso a disposición gas firme para los meses de mayo y junio 2023 por 3 millones de metros cúbicos por día, los que fueron tomados por empresas de generación eléctrica”, cerró el líder socialista, algo que fue refrendado por Fernández.
Como parte de las actividades en Chile, el presidente argentino formó parte de una videoconferencia que incluyó, además de Boric, a los mandatarios de México, Manuel López Obrador; de Brasil, Lula Da Silva; de Bolivia, Luis Arce y de Honduras, Xiomara Castro, entre otros. En esa comunicación, en la que Fernández participó desde la embajada argentina en Santiago de Chile, el eje fue la búsqueda de una estrategia conjunta para pelear contra la inflación que sacude a la región, y particularmente a la Argentina, que supero la barrera del 100% en el último año, y va camino de seguir en aumento.
También se abordó “de qué manera enfrentar la crisis climática, que en Argentina nos ha deparado consecuencias económicas negativas con la peor sequía desde 1929″, subrayó Alberto Fernández. Que al cerrar, confirmó que habrá otra reunión de los mismos presidentes en el mes de mayo, pero en la Ciudad de México. Un nuevo tour que el denominado «albertismo» celebra, ya que en breve parte rumbo a Brasil y luego a Bruselas por los acuerdos MerCoSur-Unión Europea.
Fernández reconfirmó el reingreso formal de Argentina en la UNASUR, aunque aclaró que el organismo debe aggiornarse a estos tiempos “para que sirva al desarrollo económico, donde veamos cómo integramos a las empresas que trascienden a los países en dónde operan”, un tema que plantea a ocho meses de concluir su mandato, en un clima de zozobra que mantiene en vilo a la mayoría de los argentinos.
Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista
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