martes, 25 de diciembre de 2018

domingo, 23 de diciembre de 2018

Cierre del año desde Casa Rosada para la Cadena ECMC Internacional

Ultimo informe antes de la Navidad y Año Nuevo para ECMC México, CMN Argentina y Globatium, la Red Internacional de Información de Europa: cierre de la actividad presidencial por este año, suba del Riesgo País, diferencias entre Macri y Carrió y el Procesamiento de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Consejos para que la presión laboral no derive en estrés

Hoy en día, el mercado laboral es muy competitivo. Los cambios son cada vez más vertiginosos, hay que adaptarse rápidamente a nuevas formas de realizar las tareas, a nuevas tecnologías, a otras formas de comunicación, y a trabajar en equipo con gente del otro lado del mundo.

Algunas veces también sucede que las empresas no cuentan con los recursos humanos suficientes para realizar todo lo que piden a los empleados, o no tienen el equipamiento o material necesario para hacerlo en forma más eficiente.

Otras veces, las decisiones se toman a último momento y, si bien había una tarea perfectamente planificada, hay que salir a realizarla a los apurones, sin el tiempo que se había pensado tener.
Asimismo, ocurre que en algunas oportunidades los colaboradores tienen que tomar decisiones difíciles con poco tiempo de análisis y sin mucho descanso, por la carga de tareas. 

Las condiciones adversas pueden ser muy variadas. Todo eso lleva a que la presión laboral se convierta en estrés.

Trabajar bajo presión implica seguir siendo eficientes aun cuando no se cuente con los recursos o el tiempo suficiente. Mantener el equilibrio en situaciones como ésta es una habilidad que puede desarrollarse.

Por eso, hay que tener en cuenta algunos tips para sobrellevar la presión y lograr un buen desempeño, inclusive en un escenario desfavorable:

1. Organizarse

Distinguir qué tareas son las más importantes y urgentes, y llevarlas a cabo por orden de prioridad. Mejor aún si se realizan en el momento del día en que uno es más productivo.

2. Mantener una actitud positiva

Es clave entender que el estrés depende en gran medida de cómo uno reacciona a las cosas que le pasan o a las circunstancias externas. Siempre se puede culpar al jefe, a la falta de recursos, al tráfico, al poco tiempo para entregar los proyectos. Pero hay que tener en cuenta que se puede aprovechar una situación adversa y hacer que la presión juegue a favor.
En lugar de victimizarse y ver la dificultad como una amenaza, se puede entender que se trata de un desafío y una oportunidad de crecimiento, de poner en práctica los propios conocimientos y demostrar lo que uno vale.

3. Revisar las exigencias externas y las auto-exigencias

Ser objetivos frente a lo que realmente se necesita vs. lo que creemos deberíamos entregar. Analizar la magnitud real de la "amenaza" y adjudicarle el lugar que le corresponde.
No hay que imponerse una presión desmedida. Hay que aprender a ser asertivos, a dar una opinión de manera adecuada y justificada, a decir que no, a delegar, a pedir ayuda.

4. Disciplina

Llegar más temprano a la oficina para evitar agregar el estrés de empezar el día corriendo. Tomar un desayuno nutritivo para tener más energía durante el día. Dormir por lo menos 7 horas.


Ya hemos pasado por alguna situación adversa, de estrés, y sabemos que pudimos cumplir con los deadlines impuestos. Se puede vencer la dificultad. Hay que visualizar el próximo éxito.

5. Recordar los propios proyectos exitosos

6. Aprender a manejar la frustración

Al no obtener los resultados esperados, hay dos alternativas: frustrarse o aceptarlo. La mejor opción es la segunda, pero sin ser conformistas.
Disfrutemos de lo que sí hemos logrado y sigamos en la búsqueda de aquello que anhelamos. Hay que aprender la lección de aquellas experiencias que salieron como esperábamos.

7. Realizar ejercicios de relajación y actividad física

Éstos ayudarán a disminuir la sensación de ansiedad y a liberar el estrés acumulado durante el día.

El mundo actual nos exige ser expertos de la inmediatez y trabajar bajo presión. Sin embargo, este tipo de trabajo no necesariamente es negativo sino, por el contrario, puede ayudarnos a sacar provecho, a mantenernos enfocados, a demostrar nuestra creatividad y proactividad.


Fuente: iProfesional

viernes, 21 de diciembre de 2018

Frente a la grave crisis económica el Movimiento Evita y la Iglesia celebraron "La Navidad de los Humildes" en La Matanza

Desde las 6 de la mañana del jueves pasado los trabajadores del Movimiento Evita Matanza empezaron a adornar la principal arteria de la ciudad cabecera del partido con más peso en todo el país, la calle Ignacio Arieta frente a la histórica Catedral local, para iniciar desde temprano y en comunión con el Obispado de San Justo "La Navidad de los Humildes". Un evento totalmente gratuito que tuvo como principal eje la idea de compartir el pan, pasar el día con todo aquel que se quisiera acercar disfrutando una atractiva oferta artística con entretenimientos, sin dejar de lado el implícito reclamo de Justicia Social para los que peor la están pasando en esta Argentina que sufre una peligrosa situación social debido al esquema económico y político que viene imponiendo hace más de tres años la Alianza Cambiemos.

                      
Los integrantes del Evita y la CTEP instalaron puestos para que chicos y adultos pudieran jugar en esos clásicos rincones que lograron rememorar las kermesses barriales junto a mesas que cubrieron la calle Arieta con facturas, tortas, budines y todo lo que garantizó un desayuno completo bajo el sol que empezaba a calentar la jornada. No faltó la música, la murga, y la invitación desde los parlantes para que todos se sumaran a disfrutar lo que se veía cocinar en más de 50 discos apostados frente a la Iglesia y la Plaza San Martín, innumerables porciones de pollo con arroz, papas y otros ingredientes que calmaron el hambre, todo regado de agua y gaseosas frescas para poner coto al calor que se levantaba junto a una humedad que no impidió que todo fuera una fiesta.

Entre los comensales se veía a los dirigentes del Movimiento Evita y otras organizaciones invitadas dialogando con los invitados al banquete navideño. Entre ellos estuvo uno de los máximos referentes de la organización social en Matanza, Gerardo Fernández, quien además de referirse al exitoso encuentro brindó un panorama sobre el trabajo que se desarrolla en 52 merenderos que hoy sofocan la falta de trabajo y la necesidad de alimento, centros donde hoy se asiste a más de 6 mil personas:


Otro de los protagonistas de la velada fue el Obispo de San Justo Monseñor Eduardo García, quien bendijo a todos los asistentes y puso especial  énfasis en la necesidad de apostar a la educación, el deporte y la religión para sacar a los jóvenes de la calle y agregó que acudió al encuentro para “seguir acompañando hasta que cada familia tenga un lugar digno donde criar a sus hijos y un trabajo de donde sustentar la vida y el futuro”.
El Prelado expresó con la impronta del Papa Francisco  que “Vamos a seguir protestando festivamente. Reunir a los hermanos es fiesta y alegría, pero no deja de existir el reclamo porque hay una realidad muy dura en nuestros barrios”.


En esa línea, el titular del Obispado de San Justo hizo referencia a “las tres C de la muerte, que son la calle, la cárcel y el cementerio”. Este trinomio, planteó, está enmarcado por “la violencia, la delincuencia y el paco”. Para contrarrestarlo, García postula “las tres C de la vida, que son el colegio, el club y la capilla”.
No pudo faltar a la cita la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, quien recorrió el lugar de la celebración junto al Obispo, dirigentes del Evita como Fernández y la diputada de esa fuerza, Patricía Cubría.

Luego del encuentro entre Monseñor García, la jefa comunal y los dirigentes sociales en el interior del arzobispado, la legisladora provincial del Evita, Patricia Cubría, expresó que como se trabaja solidariamente todo el año desde el Movimiento, esta fue una muestra de esa labor que deja en claro que "sólo el pueblo salva al pueblo, ya que sin esa contención que los compañeros dan en los barrios la situación sería mucho más grave en el país". La diputada señaló que "que tenemos un gobierno que genera más transferencia de recursos desde los más humildes de la sociedad hacia los más poderosos". Cubría afirmó que "esta idea se comparte con la Iglesia de Francisco y por eso tenemos esa hermandad tan fuerte". Sobre la actualidad política señaló que "nuestro pueblo está sufriendo mucho y hay una sociedad que ya no acepta las mentiras marketineras. Todo esto es producto de una decisión política de la administración central y hay que reparar todo el daño que se está haciendo". Para cerrar Cubría agregó que "no hay plata del Fondo monetario que pueda resolver el problema económico que generó este gobierno, algo que se viene arrastrando desde hace décadas y que obviamente ha empeorado mientras acumulamos una deuda que no va a llegar a los pobres y encima debemos cada vez más dinero. No hay posibilidad de que una sociedad sea estable y pacífica cuando existen estos niveles de desigualdad e injusticia. Nosotros tratamos de que obviamente esto no estalle como en el 2001 porque sabemos lo que significó en cuanto al dolor, a producir más miseria a los compañeros, y que además generó muchos negocios para el sistema financiero y los bancos, y eso no lo vamos a permitir. Así como este gobierno llegó por los votos, nuestro castigo ejemplar como Pueblo va a ser en las urnas".      

Informe para la cadena ECMC México, Chicago y España y CMN Argentina

jueves, 20 de diciembre de 2018

Discrepancias entre el diagnóstico del médico personal y el laboral: cómo deben proceder las empresas y el trabajador

La Ciudad de Buenos Aires se sumó a las jurisdicciones que cuentan con Juntas Médicas Laborales que se podrán constituir a pedido del trabajador o del empleador en el ámbito privado, cuando haya diferencias en los diagnósticos realizados entre los médicos del trabajador o el de la empresa para los casos de enfermedades o accidentes "inculpables" (no vinculados al trabajo).
El artículo originario 227 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) obligaba al empleador a solicitar a la Autoridad Administrativa la designación de un médico oficial que dictaminara sobre el estado de salud del trabajador ausente en caso de discrepancia. Si no cumplía con este requisito, prevalecía el certificado presentado por el trabajador.
La ley 21.297 modificó esta disposición y ese tema no está regulado. Ante ese vacío legal, distintas jurisdicciones crearon juntas médicas para dirimir esas diferencias en el ámbito privado.
“Esta situación genera un conflicto entre las partes, pues el empleador considerará, siguiendo la opinión del facultativo que realizó el control, que el trabajador está en condiciones de prestar servicios y lo intimará a retomar las tareas”, explican desde Arizmendi.
Y agregan que: “El trabajador, amparado en la opinión de su médico expresada en el certificado que presenta al empleador, invocará la enfermedad que le impide realizar tareas. La ley no brinda una solución para dirimir el conflicto. No hay razón para hacer prevalecer la opinión del médico designado por el empleador para la realización del control”.
Por ese motivo, la resolución quedó a cargo de cada ministerio o secretaría de trabajo local. La disposición 3396/2018 del Gobierno porteño otorga la posibilidad de constituir una Junta Médica Laboral con el objetivo de brindar apoyo médico gratuito y ayudar a dirimir las divergencias médicas.
De acuerdo a lo indicado por esa norma, “el objetivo es… brindar apoyo médico para dar solución a los conflictos planteados en caso de discrepancias médicas en enfermedades y/o accidentes inculpables entre trabajadores y empleadores durante la relación laboral o una vez extinguida la misma”.
Este procedimiento está regido exclusivamente a trabajadores y empleadores del ámbito privado y su intervención no será de oficio sino a solicitud del interesado (trabajador, empleador o apoderados con poder especial al efecto) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esa Junta se compone de un médico psiquiatra, traumatólogo y especialista en medicina del trabajo. Si bien ese dictamen técnico científico no será vinculante para las partes puede ayudar a terminar con esa controversia.
Para el caso de incomparecencia, dará derecho a la parte interesada a solicitar de la Junta Médica Laboral que emita dictamen con las pruebas aportadas, sin más trámite. Esto podría habilitar a la empresa a despedir sin causa (o sumar una prueba determinante si esa decisión es cuestionada judicialmente por el trabajador).
De acuerdo a los expertos, lo más justo y equitativo será someter la cuestión a la decisión de un tercero imparcial que se pronuncie de modo definitivo y en forma rápida para dotar a la relación de la necesaria seguridad, quedando siempre a salvo la instancia judicial para recurrir la decisión en caso de continuar la discrepancia.
El empleador debe observar un comportamiento diligente destinado a la comprobación del verdadero estado de salud del trabajador por un tercero ajeno al conflicto, y no proceder sin más a la extinción del vínculo laboral imputándole abandono (incumplimiento) del empleo.
“De lo contrario deberá sujetarse a las contingencias de la actividad probatoria para demostrar que su conducta contractual frente a la invocación de la enfermedad estuvo sustentada en el criterio médico correcto”, agregan desde Arizmendi.
También deberá recurrir a un tercero cuando el conflicto se genere como consecuencia del dictamen del médico del trabajador que indica su reincorporación al empleo en cuanto finaliza el goce de la licencia paga, en contraposición al emitido por los facultativos de la empresa.
“La negociación colectiva puede ser una vía útil para acordar soluciones en el plano convencional para solucionar la discrepancia entre los médicos de las partes, respecto de la apreciación de la enfermedad del trabajador. Existen varios convenios colectivos que tratan especialmente esta cuestión e indican un procedimiento para dirimir la controversia. Algunos convenios disponen la intervención de una junta médica para la resolución de la discrepancia “, remarcan desde la mencionada empresa.

En Mendoza

En este caso, la empleada denunció que recibió maltratos y hostigamiento por parte de su empleador, lo que le ocasionó angustia, ansiedad e hipersensibilidad.
Al poco tiempo, su psicóloga le diagnosticó estrés y le prescribió una licencia. En simultáneo, una psiquiatra le indicó que sufría de un síndrome depresivo ansioso y también le ordenó reposo. Esta situación se fue renovando por casi un año.
La empresa -en ejercicio del derecho de control médico- le notificó que debía concurrir al consultorio de un médico psiquiatra para que la someta a una evaluación, pero la mujer continuó presentando certificados médicos extendiendo la licencia.
Tras analizar los resultados, la firma consideró que la patología no le impedía trabajar, razón por la cual solicitó una junta médica en la Subsecretaría de Trabajo y Seguridad Social de Mendoza, donde se le diagnosticó que podía volver a reinsertarse en el trabajo a sus tareas habituales.
De esta manera, se emplazó a la mujer para que se presentara a trabajar, bajo apercibimiento de aplicar sanciones o considerarla incursa en abandono de trabajo, en virtud del dictamen de la junta médica. 
Ante la continuidad de las ausencias, la firma hizo efectivo su apercibimiento y la desvinculó, argumentando justa causa.
Allí, tras evaluar los distintos elementos de prueba (telegramas, dictamen de junta médica y certificados médicos), la Suprema Corte de Mendoza en el caso "D.E.L. c/Megamatorista ZF SA p/despido", consideró justificado el despido dispuesto por la empleadora ante la incomparecencia de la trabajadora a su lugar de trabajo -y habiendo sido emplazada a ello- como consecuencia del dictamen de junta médica de la Subsecretaría de Trabajo y Seguridad Social ante la divergencia de diagnósticos entre el médico de la empresa y el galeno tratante de la actora.
En consecuencia, determinó que la extinción del vínculo tuvo como hecho puntual que la reclamante no acató lo resuelto por la junta médica de la Subsecretaría de Trabajo y Seguridad  Social. De esta manera, se evidenció su animo de abandonar el trabajo.
Fuente: iProfesional

miércoles, 19 de diciembre de 2018

martes, 18 de diciembre de 2018

En el marco de la crisis económica el Movimiento Evita realiza actividad solidaria de Navidad frente a la Cátedral de San Justo en La Matanza

El próximo jueves 20 de diciembre desde las 9 de la mañana el Movimiento Evita La Matanza desarrollará un evento solidario denominado "Navidad de los Humildes". Será frente a la histórica catedral de San Justo en la calle Ignacio Arieta 3045. Compartiendo el espacio público con la Plaza San Martín en el centro cívico de la ciudad cabecera del emblemático partido se realizará un desayuno y almuerzo con ollas populares para compartir el pan en estas fiestas disfrutando actividades recreativas y artísticas entre las que habrá murgas, espectáculos musicales y una radio abierta. 

Contacto y entrevistas, Gerardo Fernández (titular del Evita Matanza): 15-5407-6723

Más empresas apuestan por la semana de cuatro días para combatir agotamiento y estrés

Empresas de todo el mundo que han reducido su semana laboral han descubierto que la medida conduce a una mayor productividadmás motivación y un menor agotamiento en la fuerza laboral.
"Es mucho más saludable y hacemos un mejor trabajo si no estamos trabajando un número excesivo de horas", dijo Jan Schulz-Hofen, fundador de Planio, una compañía de software de gestión de proyectos con sede en Berlín, quien presentó una semana de cuatro días a la 10 miembros de la plantilla a principios de este año.
En Nueva Zelanda, la compañía de seguros Perpetual Guardian registró una caída en el estrés y un incremento en el compromiso de los empleados al realizar una prueba con una semana de 32 horas este año.
También en Japón, el Gobierno está alentando a las empresas a dar libre el lunes por la mañana, aunque la experiencia dice que, en un país con niveles relativamente elevados de adicción al trabajo, otros planes para convencer a los empleados de que se lo tomen con calma han surtido poco efecto.
El Congreso de Sindicatos de Británico (TUC, por sus siglas en inglés) está presionando para que todo el país pase a una semana de cuatro días para finales de siglo, una iniciativa apoyada por el opositor Partido Laborista.
El TUC argumenta que una semana más corta es una manera de que los trabajadores puedan compartir la riqueza generada por las nuevas tecnologías como el aprendizaje de las máquinas y la robótica, al igual que ganaron el derecho al fin de semana libre durante la revolución industrial.
"Reduciría el estrés de los malabares entre la vida laboral y la familiar, y podría mejorar la igualdad de género. Las empresas que ya lo han probado dicen que es mejor para la productividad y el bienestar de la plantilla", dijo la jefa de asuntos económicos de TUC, Kate Bell.
AGOTAMIENTO
Lucie Greene, experta en tendencias de la consultora J. Walter Thompson, dijo que se está produciendo un movimiento de reacción en contra de la carga excesiva en el trabajo, algo que se aprecia en la oleada de críticas después de que el jefe de Tesla, Elon Musk, tuiteara que "nadie ha cambiado el mundo trabajando 40 horas a la semana".
"La gente está comenzando a dar un paso atrás con esta vida digital de 24 horas que tenemos ahora y se da cuenta de que los problemas de salud mental están constantemente conectados al trabajo", dijo Greene.
Una encuesta reciente entre 3.000 empleados en ocho países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, mostró que casi la mitad pensaba que podrían terminar sus tareas fácilmente en cinco horas al día si no tuvieran interrupciones, a pesar de lo cual muchos de ellos superan las 40 horas semanales, con Estados Unidos a la cabeza, donde el 49 por ciento dijo que trabajaban horas extra.
"Siempre ha habido adictos al trabajo. Como tienes la tecnología, siempre estás trabajando, por lo que la gente se está quemando", dijo Dan Schawbel, director de la firma de desarrollo ejecutivo Future Workplace, que realizó la encuesta.
Schulz-Hofen, un ingeniero de software de 36 años, probó la semana de cuatro días después de darse cuenta de que necesitaba bajar el ritmo tras una década de intenso trabajo en el lanzamiento de Planio, cuyas herramientas le permitieron realizar un seguimiento del tiempo empleado.
"No terminé menos tareas en cuatro días que en cinco porque en cinco días crees que tienes más tiempo, te tomas más tiempo, te permites más interrupciones, alargas un poco el tiempo del café o charlas con otros colegas", dijo Schulz-Hofen.
"Me di cuenta de que, con cuatro días, tengo que ser rápido, debo estar concentrado si quiero tener libre el viernes".
Schulz-Hofen y su equipo discutieron varias opciones antes de optar por que todos trabajaran de lunes a jueves. Rechazaron la idea de horarios flexibles porque agrega complejidad administrativa, y tampoco optaron por una semana de cinco días con horarios más cortos, ya que es demasiado fácil que la jornadas se acaben prolongando.
Los clientes que llaman un viernes escuchan un mensaje pregrabado que explica por qué no hay nadie en la oficina.
"Recibimos una reacción inesperada de los clientes. La mayoría de nuestros clientes no se quejaron. Estaban celosos", dijo Schulz-Hofen.
Gray New York, una agencia de publicidad propiedad de WPP, lanzó un programa en abril para permitir que el personal trabaje una semana de cuatro días por el 85 por ciento del salario a tiempo completo.
Schawbel espera que la idea se extienda a más empresas y países, pero probablemente no en el suyo: "Creo que Estados Unidos será el último país en darnos libres los lunes por la mañana porque estamos muy acostumbrados a esta forma de trabajar".
Fuente: Infobae con información de Reuters

lunes, 17 de diciembre de 2018

México evalúa recurrir a China para lidiar con Trump y la migración

CIUDAD DE MÉXICO — El nuevo gobierno de México tiene una estrategia para lidiar con el presidente estadounidense, Donald Trump.

No hacerlo enojar ni ceder ante él e intentar convencerlo de participar en un ambicioso plan de desarrollo e inversión que busca contener la migración mediante la creación de empleos en Centroamérica.

Y si Trump no queda convencido, recordarle que hay otro poderoso actor en la región que ha demostrado estar dispuesto a llenar el vacío que deje Estados Unidos y a convertirse en una presencia poderosa en su país vecino: China.

En pocas palabras, ese es el plan del gobierno mexicano para distender el conflicto en torno a los miles de migrantes apiñados en su frontera con Estados Unidos en espera de poder cruzar.

El enfoque del gobierno mexicano fue dado a conocer oficialmente la semana del 9 de diciembre, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó lo que él calificó como un “Plan Marshall” con el fin de abordar las causas de origen de la migración centroamericana. Se trata de una iniciativa de 30.000 millones de dólares para rehabilitar la región y para recibir a los migrantes en México con visas, atención médica y empleos.
La propuesta, que los funcionarios mexicanos han comparado con aquel plan de reconstrucción de la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial, rompe con la estrategia del predecesor de López Obrador, quien consideró permitir que las personas que buscaban asilo en Estados Unidos se quedaran en México, tal como exigía Trump.

El nuevo plan de México es, en muchos aspectos, todo lo contrario a la promesa de Trump de acabar con la migración, la cual incluye construir un muro, desplegar al ejército y recortar la ayuda para Centroamérica.
Los funcionarios mexicanos afirman que no tratarán de enfrentarse a Trump al pedirle que abra las puertas de su país a los migrantes; eso solo haría enojar al presidente estadounidense y ellos opinan que, de todos modos, no lo haría.

Sin embargo, tampoco prevén establecer un acuerdo con Estados Unidos para mantener a los solicitantes de asilo en suelo mexicano. Eso permitiría que Trump se atribuyera una victoria que los funcionarios mexicanos no están dispuestos a otorgarle.

En cambio, lo que quieren es dirigir la conversación hacia el desarrollo de la economía de América Central y la creación de empleos en la zona para que la gente no tenga que desplazarse al norte.

¿Y cómo espera el nuevo gobierno de López Obrador convencer a Trump de interesarse en invertir en Centroamérica?

China es la respuesta, o al menos la amenaza que se percibe en Estados Unidos sobre la creciente participación de Pekín en la región.

A pesar de que no hay certeza de que apoyar un plan para frenar el éxodo de habitantes centroamericanos sea parte de los intereses de China, en años recientes ese país ya ha aumentado su presencia en América Latina: ha financiado proyectos de infraestructura, ha afianzado sus conexiones con los gobiernos e incluso ha convencido a unas cuantas naciones centroamericanas de cambiar su reconocimiento diplomático de Taiwán a China, un punto de fricción con los estadounidenses.
Al plantear en privado la posibilidad de que China contribuya al nuevo plan de desarrollo en la región, México intenta usar la realidad cambiante de esta zona a su favor, ya que no puede dar por hecho que Estados Unidos quiera cooperar.

“Durante mucho tiempo ha habido una competencia por influir en Latinoamérica, donde China está dispuesta a invertir miles de millones de dólares en infraestructura y energía que Estados Unidos simplemente no va a invertir”, dijo Duncan Wood, director del Instituto México en el Centro Woodrow Wilson.

No obstante, esta estrategia también es un reflejo de las distintas personalidades de López Obrador y Trump: ambos tienen estilos poco ortodoxos —aunque de lados opuestos del espectro político— y ambos están dispuestos a romper con convenciones arraigadas.

“Hay una oportunidad ahí, en parte debido a Trump y en parte debido a Andrés Manuel”, opinó Wood.

A diferencia de su antecesor, López Obrador está dispuesto a trazar una ruta independiente en su respuesta al gobierno de Trump: en cierta medida por necesidad y en cierto grado por la convicción de que la única manera de combatir el problema de la migración es al atender sus causas fundamentales.

Para ello, México buscará la ayuda de quien sea que se la ofrezca, incluso de China, la cual ya ha expresado interés en el plan de López Obrador para extender una vía de cientos de kilómetros para el llamado Tren Maya, un tren de mercancías y turistas en la península de Yucatán al que defensores del medioambiente se oponen rotundamente.

Claro que esto no significa que México vaya a dar un giro hacia la colaboración generalizada con China, dada su antigua relación con Estados Unidos. Y la sugerencia de que Pekín tal vez participe en la costosa propuesta mexicana no la vuelve más viable.

“Simplemente no hay dinero”, comentó Mark Feierstein, quien dirigió la oficina de asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense durante el gobierno de Barack Obama. Feierstein hizo notar que actualmente Estados Unidos ya dedica más de 650 millones de dólares al año en la región del Triángulo Norte, que incluye a Guatemala, Honduras y El Salvador.


Pero eso quizá no es tan relevante.

“En todo caso, es un buen elemento para negociar”, señaló Doris Meissner, investigadora sénior del Instituto de Política Migratoria en Washington. “Ambas partes están presentando sus estrategias políticas y sus puntos de vista sobre cómo consideran que deben proceder”.

La idea de que China podría aumentar su influencia en México surgió incluso antes de que López Obrador entrara en funciones, el 1 de diciembre.

“Durante la transición, escuché de algunos altos funcionarios mexicanos que si Estados Unidos no trataba a México con respeto, después no sería una sorpresa ver un submarino chino en un puerto mexicano”, dijo Juan González, asesor para temas de Centroamérica del exvicepresidente estadounidense Joseph Biden.

“Creo que fue una exageración”, mencionó, aunque añadió: “Pienso que México percibe un mayor riesgo derivado del proceso político de Estados Unidos y está diversificando sus intereses”.

Desde que asumió la presidencia, López Obrador ha dado varias sacudidas a la clase dirigente.

Anunció la cancelación de la construcción de un nuevo aeropuerto, un proyecto multimillonario que ya estaba avanzado, y suspendió de manera temporal las nuevas licitaciones para la exploración petrolera en México. También redujo los salarios de los funcionarios de gobierno y propuso una ley para desmantelar una reforma educativa.

En sus primeras semanas en el cargo, al igual que hizo durante la campaña, López Obrador se ha enfocado en asuntos nacionales: una visión doméstica que difiere de las de varios de los últimos presidentes del país, quienes veían en el escenario global el futuro de la nación.

No obstante, la crisis migratoria se volvió una prioridad a la fuerza, y resultó ser una frustrante prueba inicial para López Obrador.
La llegada de miles de migrantes que viajaron en caravanas desde Honduras y otros países centroamericanos han hecho relucir un problema ya existente, lo que ha aumentado el nivel de riesgo y ha obligado a López Obrador a decidir cómo manejar la situación a tan solo unos días de haber tomado posesión del cargo.

Durante décadas, México se mantuvo en silencio mientras cientos de miles de migrantes —muchos de ellos mexicanos— cruzaban la frontera hacia Estados Unidos. Sin embargo, en años recientes, la condición de la nación como un país de paso ha cambiado.

México se está convirtiendo en un destino y no solo un camino hacia Estados Unidos. Cada año son más las personas que solicitan asilo en México, y muchas más optan por quedarse y buscar trabajo ahí. Un cuello de botella en los procesos en Estados Unidos ha significado que miles de migrantes se queden varados durante meses en la frontera en espera de su entrevista inicial de solicitud de asilo.

En 2014, a petición del gobierno de Obama, el entonces gobierno mexicano adoptó una estricta estrategia de vigilancia a lo largo de su frontera sur con Guatemala, que consistía en gran medida en la detención y deportación de personas. No obstante, no logró frenar el flujo de migrantes.

En la actualidad, con la llegada a México de caravanas que han traído a unos 10.000 migrantes y han puesto los reflectores globales en su situación crítica, las redadas y deportaciones masivas no son una opción, a decir de algunos funcionarios mexicanos. Pero tampoco lo es cerrar un acuerdo con el gobierno de Trump para acoger a los migrantes por tiempo indefinido.

Así que el gobierno de López Obrador está tratando de integrarlos a la sociedad mexicana y de recaudar dinero para invertir en proyectos que puedan crear empleos y prosperidad en la región.

“No basta solo con señalar que hay que atender las causas de la migración”, afirmó Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, y agregó que en este país quiere competir “con la narrativa de que la mejor forma de hacer frente a la migración es excluyendo y controlando”.

De cierta forma, esto es una aceptación de que México forma parte de un concurrido pasillo migratorio y de que, con o sin la ayuda de Estados Unidos, debe ocuparse del asunto.

“Al fin el problema del Triángulo Norte y la migración se percibe como un tema regional”, dijo Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California, campus San Diego, y exasesor presidencial para temas de política exterior del presidente mexicano Felipe Calderón. “Hay una ventana de oportunidad: nunca habían estado tan claros el conocimiento y la conciencia sobre esto como lo están ahora”.

López Obrador también ha mostrado interés en desempeñar un papel de liderazgo más amplio en la región, tal como lo hizo México en los años setenta y ochenta.

“México quiere recuperar el liderazgo en la región”, dijo Rodolfo Cruz Piñero, director del Departamento de Estudios de Población en el Colegio de la Frontera Norte en Tijuana. “México le está diciendo a Estados Unidos: ‘Puedo controlar esta región, pero necesito que me ayudes económicamente’”.

“¿Qué va a pedir Estados Unidos? Esa es la gran incógnita”, agregó.

Fuente: The New York Times

domingo, 16 de diciembre de 2018

Al revés de lo que ocurre en casi todo el mundo Canadá sufre una importante escasez de trabajadores

Magali Dion tiene serios problemas para contratar nuevos empleados para Cerpajo, la explotación agrícola que regenta en Saint-Liboire (Quebec, este de Canadá). “Tenemos dificultades para contar con personal. Hace falta gente en muchos centros de la zona”, relata a EL PAÍS desde su explotación, centrada en la producción de maíz, soja y hortalizas. “Necesitamos encontrar cinco trabajadores más para operar con normalidad”, se lamenta. Su situación no es ni mucho menos única: mientras medio mundo se afana en reducir su tasa de paro, en Canadá las cosas lucen bien distintas.
El desempleo está en el 5,6%, su nivel más bajo desde 1976. Y en el último año se han creado 219.000 puestos de trabajo, un 1,2% más que en los 12 meses anteriores. El optimismo en torno al empleo es, en fin, creciente. Sin embargo, esta buena noticia tiene su envés: el país norteamericano no da abasto para cubrir la demanda de trabajadores en algunos sectores de su economía.
Las informaciones sobre vacantes en obras de construcción en la Columbia Británica (oeste) o en plantas de transformación de alimentos en New Brunswick (este) se han convertido en una constante. También las dificultades para encontrar chóferes que se pongan al volante de los camiones de carga en Manitoba (centro), operarios para instalaciones eléctricas en Saskatchewan (centro) y jornaleros que se hagan cargo de los cultivos de Quebec: Canadá necesita más trabajadores para alimentar una economía en plena forma, que acumula ya ocho años seguidos de crecimiento y que debería cerrar el ejercicio en curso con un alza superior al 2%.
Los problemas para encontrar trabajadores que cubran las vacantes se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza, muy especialmente, para los pequeños y medianos empresarios. La semana pasada, un informe de la Federación de Negocios Independientes de Canadá (CFIB, por sus siglas en inglés) puso cifras a una escasez de fuerza laboral que no ha dejado de crecer. En los últimos cuatro meses, unos 430.000 empleos en pequeñas y medianas empresas no se han podido ocupar por falta de candidatos. En un año, las vacantes sin cubrir han aumentado del 2,9% al 3,3%, según los datos del CFIB, que reúne a más de 110.000 empresarios. “La tasa supera las marcas registradas antes de la crisis financiera de 2008”, indica Simon Gaudreault, director de investigación nacional de la federación. El estudio confirma, además, los nombres de los sectores más afectados por la falta de mano de obra: servicios profesionales, construcción, agricultura —bien lo sabe Magali Dion— e hidrocarburos.
"Necesitamos soldadores y mecánicos", cuenta Laurence Tardif, directora de recursos humanos de KTG, una empresa que fabrica instalaciones de acero para diversas industrias. La firma, con sede en Mont-Laurier (Quebec), no para de difundir sus vacantes en bolsas de trabajo y centros de enseñanza. También participó —junto con decenas de compañías— en el evento de captación de trabajadores en Francia organizado por el Gobierno de Quebec en mayo pasado. Sin suerte. "Las personas deben contar con la formación necesaria", precisa Tardif. "La mano de obra es una problemática muy grande", concuerda Cindy Virasack, directora de Recursos Humanos del fabricante quebequés de componentes metálicos Métalus.
Casi cuatro de cada 10 pymes canadienses tienen problemas para contratar los trabajadores que requieren, según un reciente informe del Banco de Desarrollo de Negocios de Canadá. “La gente se está jubilando y no somos capaces de remplazar sus habilidades”, afirma Jocelyn Bamford, vicepresidenta de Automatic Coating, una firma de Ontario especializada en recubrimientos para tuberías, al diario The Globe and Mail. El sueldo medio por hora en los nichos de empleos con vacantes ronda los 21 dólares canadienses (15,7 dólares estadounidenses, casi 14 euros), según las cifras oficiales. Valores, en ambos casos, notablemente superiores a los salarios mínimos en las principales provincias del país.

Crecimiento económico y pirámide demográfica

El despunte económico y el envejecimiento de la población están detrás de esta creciente escasez de mano de obra. ¿Qué hacer ante este panorama? Las soluciones propuestas por los especialistas en mercado de trabajo pasan por mejorar los incentivos salariales y, sobre todo, por abrir un poco más la mano a la inmigración. En noviembre de 2017, el Gobierno de Justin Trudeau anunció un plan de tres años para aumentar la llegada de trabajadores extranjeros: según sus planes, este año Canadá debería recibir algo más de 300.000 personas, en 2019 serán 330.000 y en 2020, 340.000. Unas cifras nada despreciables para un país de menos de 40 millones de habitantes, pero cuya progresión está lejos de lo que le gustaría al consejo consultivo en materia de crecimiento económico: llegar a 450.000 inmigrantes en 2021.
En paralelo, se mantienen diversos programas para la atracción de trabajadores temporales. En 2017, el país norteamericano emitió 286.000 visas de este tipo, y la tendencia va a más. “Estamos considerando la posibilidad de contratar mano de obra temporal. Varias granjas de la región ya lo hacen, pero el problema está en las cuotas y en las fechas de validez de las visas”, afirma Magali Dion, la propietaria de la explotación agrícola de Saint-Liboire.
La escasa flexibilidad, añaden tanto las cámaras industriales y comerciales como los analistas del mercado de trabajo canadiense, es el gran pero: el aumento de las cuotas migratorias, dicen, es una buena señal, pero debe acompañarse de otras políticas, como atraer a más inmigrantes fuera de los grandes centros urbanos para fomentar el desarrollo del campo. También inciden en la necesidad de cambiar los criterios de selección de los perfiles de trabajadores extranjeros. "Debe hacerse sobre la base de la empleabilidad y no en función del nivel de formación académica", apunta Stéphane Forget, presidente de la federación de cámaras de comercio de Quebec, en un comunicado. Esto obedece a un problema común: miles de inmigrantes no encuentran empleo con rapidez al llegar a Canadá o deben desempeñar funciones distintas de su profesión original.
Quebec es una de las provincias que más está sufriendo la escasez de mano de obra. De las 430.000 vacantes en todo Canadá, casi 118.000 están allí. "Vivimos una fase de penuria en la mano de obra. Las fábricas no llegan a cumplir con sus metas. Es muy claro que la solución no pasa por disminuir las cuotas de inmigración", cierra, en un comunicado, Véronique Proulx, consejera delegada de Manufactureros y Exportadores de la región francoparlante.
Fuente: El País de España