sábado, 8 de enero de 2011

Con un amigo y compañero movilero

Para que vayan conociendo las caras de mis compañeros de laburo arranco esta sección especial con fotos en plena actividad o en algún parate, como este, con el querido "Turco" Gustavo Abu Arab. Uno de los movileros más experimentados y con más años en las calles. Es un tipo que ama su laburo y que siempre tiene anécdotas y comentarios que hacen que las tardes se hagan más entretenidas y divertidas. Acá nos encontramos en búsqueda de un refrigerio en medio del calor de enero en Buenos Aires mientras cubrimos la movilización de los tercerizados del Ferrocarril Roca al Ministerio de Trabajo. La barba no me favorece, pero la cara tampoco, ja ja!

domingo, 2 de enero de 2011

Estuvimos en la presentación de "Mis historias con el Tango y otras macanas"

No podiamos faltar a la cita y paso cerrar el año con amigos. El gran Marcelo Guaita presentó por fin su primer libro con anécdotas desopilantes sobre su vida andariega entre los grandes del género de Buenos Aires. Fue una noche de lujo en el Club Castanón de los hermanos Gerrieri. Embutidos de alto vuelo, carnes de primera calidad y unos vinos de la bodega de los muchachos que estimulan el buen vivir. El abrazo eterno con amigos como el jóven locutor y gran conocedor de la música ciudadana Osmar Spanu, el celebrado actor Oscar Nuñez, los productores Inés de Reyes y Ernesto Forzano, la bella cantante María José Mentana, el torcan Carlitos Rossi y muchos amigos más nos deleitamos con el festejo por esta primera presentación. Atenti que se vienen otras. El material de Editorial Corregidor es imperdible y tuvimos la oportunidad de regalarle al Viejo Lobo de Mar una semblanza que está en este primer volumen y que aquí les dejo.La primera vez lo escuché en una versión onírica. La radio me acompañaba en la noche hasta que entrada la madrugaba se mezclaba con los sueños. Su voz y la música que lo acompañaba de fondo me resultaron familiares desde el primer día. Peleándole al cansancio luché por robarle unas horas al descanso para saber quien era. Supe que su viejo había sido amigo del Fiore y Troilo. Que por los arrabales del oeste se dio dique en el Club Nolting de Ciudadela, entre otros. También me enteré de sus lustrosos años por el barrio de Caballito, cuando le decían "El Marqués". Una noche, lo oí contar que en una charla con Goyeneche se abrazaron al concluir que ambos eran fanáticos de Floreal. Ahí confirmé que fue ladero del cantor hasta en el lejano Oriente y que además se batió a duelo con el Tano Marino entre nocturnos tintos "Ile de France". Lo conocí una madrugada en Maipú 555. Era tal cual lo imaginaba. Un gran anillo monacal adornaba la mano con la que había acariciado la espalda de Pichuco. Sabía contar historias de Gobbi, de Manzi, de Berón, de Pugliese. Claro, si hasta me relató con lujo de detalles como produjo sus espectáculos en El Café de los Angelitos. Homero Expósito con su perro que entendía inglés accedió como muchos otros a sus homenajes en la Avenida Rivadavia y Rincón. Hasta se dio el lujo de que Tita lo puteara por conducir rápido. En su tertulia permanente de música y anécdotas me entreveré en la madrugada para quedarme seis años con él en La Fonola. A las cinco de la mañana nos venía a buscar una ambulancia imaginaria que nos devolvía al lejano pasado del que resucitábamos cada noche para contarlo a los oyentes. Así me enseñó Marcelo Guaita, al pasado hay que celebrarlo con amigos...