viernes, 31 de octubre de 2014

jueves, 30 de octubre de 2014

Fabio Alberti atiende su propio puesto de comidas rápidas en San Isidro

Por los parlantes suena cumbia y los comensales buscan una sombra para refugiarse del calor. Familias y grupos de jóvenes se acercan en busca de una “Boluda completa” o una “Fasulo con hongos” y no se sorprenden de que alguien famoso los reciba. “No soy Marilyn Monroe, la gente llega y me ve como algo normal, no es tan estrafalario”, cuenta Fabio Alberti sobre el puesto que funciona los sábados a la noche y los domingos al mediodía en el Bajo San Isidro. “El Puesto de Fabio”, atendido por su propio dueño, es la forma que tomó un viejo deseo de Alberti: consiguió un tráiler y lo estacionó en un amplio predio en la calle Roque Sáenz Peña, a media cuadra de la costa y trajo su propia bohemia a la zona. “Mi propuesta es la de comer rico, barato y distendido. Estoy encima de las luces, la música y soy el creador del concepto cabechic, el chic cabeza”, explica el humorista mientras anuncia la salida de una “Beto Tony” con fritas. Las hamburguesas –con queso, panceta, hongos o queso brie, según el personaje-, responden a un gusto culinario del humorista, casi una toma de principios. “Soy argentino, me gusta la carne y tengo una guerra a full con los veganos. Por ahora es dialéctica, pero quiero a ver quién gana una pelea entre pata de lechón y lechuga”, ironiza Alberti, y se pone un poco más serio. O eso parece. “No les creo nada, y me molesta que usen a los hijos de conejillos de indias. Los hacen andar descalzos porque son de la escuela Waldorf. ¡Pónganles zapatos y déjense de joder!”. El primer paso de Alberti en el rubro gastronómico fue la salsa de tomate Peperino Pómoro, que pasó las fronteras del puesto y se consigue en algunos supermercados. “Es una idea que tenía hace mucho tiempo, a raíz de la movida que hizo Paul Newman cuando sacó su salsa. Todos estos proyectos culinarios y estrafalarios son a partir de ser coherente conmigo mismo. Soy muy mal comerciante, nunca firmé un buen contrato y siempre me cagaron. Hoy de repente vendo hamburguesas y salsa de tomate, gano plata y lo disfruto porque lo hago de corazón”, cuenta el humorista mientras un muñeco del mismísimo Peperino lo vigila desde el mostrador. Alberti tuvo un nivel alto de exposición en los tiempos de Cha cha cha y Todo x 2 $ -programa en el que compartió carel con Diego Capusotto y con el que obtuvo un Martín Fierro- que lo encasillaron en el lugar del humorista de culto. “La popularidad por suerte nunca me llegó, aunque sí fuimos pioneros de un montón de cosas. El humor en la televisión de los 90 remite a Cha Cha cha. Esa cucarda la ganamos nosotros, los que vinieron después, que hagan lo que quieran”, dice Alberti y cierra su puerta a una posible reunión. “La gente puede pedir lo que quiera, pero cambió todo, los tiempos, la tele y cambiamos nosotros también. Eso no existe más y está buenísimo que así sea”. Alejado de la tele también como espectador, el humorista sólo ve Disney Junior y al River del Muñeco Gallardo, que lo tiene enloquecido. “Es tremendo, el Real Madrid juega como River, no al revés. Roban la pelota y llegan rapidísimo al área rival con un montón de gente. ¿Sabés cuánto hace que River no jugaba así?”, se entusiasma Alberti y dice disfrutar de estas pequeñas cosas, lejos de las grandes luces. “Hoy me fui a comprar el bebedero para picaflores, y que venga uno a tomar agua es lo mejor que me puede pasar. Hace tiempo que estoy afuera de todo, soy un outsider, pero nunca busqué la exposición. No la quiero ni al sol”.

Fuente: Infonews

martes, 28 de octubre de 2014

Estudio: las mexicanas son las mujeres más infieles

El estudio ha sido realizado por el portal ashleymadison.com, uno de los servicios que ayudan a las personas casadas a encontrar una relación extramarital, informa milenio.com. Como promedio, el 33% de las usuarias de estos servicios en los países analizados son infieles. Mientras que en México el 44% de las internautas que acceden a este tipo de páginas acaban engañando a sus maridos con otros hombres, lo que situó al país en el primer lugar con respecto a la infidelidad femenina. Según Víctor Hermosillo —director general de ashleymadison.com—, el motivo de la infidelidad femenina puede ser tanto el sexo, como los regalos lujosos, visitas de hoteles caros y ayuda económica por parte de sus amantes. Además, las mujeres parecen inclinarse por la infidelidad tras el nacimiento de sus hijos, ya que reciben menos atención de sus cónyuges. Así, el portal estima que la mexicana infiel prototípica es una mujer de 32 años con dos hijos y que ha vivido al menos dos años en matrimonio. El estudio asimismo revela que la Ciudad de México ocupa el primer lugar en esposas infieles a nivel nacional "debido a la facilidad de acceso a Internet, a dispositivos móviles de última generación", señaló Hermosillo. Con ello, las visitas a los portales especializados se realizan, en general, en la primer parte del día, cuando el marido está trabajando y los hijos ya se han ido al colegio. Además, la duración de la vida conyugal en México representa una paradoja: a pesar de que el 76% de las parejas se casa por amor, la tasa de divorcio en el país ha aumentado un 80% en comparación con los años 50, indica el presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, José de Jesús González Núñez. Es posible que el índice haya crecido tan significativamente debido a que las mujeres, gracias a Internet, ya ni siquiera tienen que salir a la calle para encontrar un potencial amante, especifica el portal. Al mismo tiempo, aunque el estudio de ashleymadison.com presenta de esta manera desfavorablemente solo a las usuarias del portal, cabe mencionar que el sitio cuenta con más de 850.000 usuarios, de los cuales solo 350.000 son mujeres. Así que el número de infieles potenciales del sexo masculino es notablemente más alto que el de mujeres. Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/145003-internautas-mexicanas-liderar-lista-mujeres-infieles

Fuente: RT

sábado, 25 de octubre de 2014

Trabajo: cuando los jefes afectan la autoestima

El trabajo es una parte fundamental en la vida del ser humano. Y la autoestima es un componente vital para que éste sea un ámbito propicio para el desarrollo de las potencialidades personales tanto del empleado como del empleador. Sabemos que el trabajo es una actividad que proporciona un ingreso, beneficia a algún sector de la población y sirve para el desarrollo personal de quien lo efectúa. Cuando se cumplen cualquiera de estos aspectos, se eleva la autoestima de aquel que lo lleva a cabo. En nuestra sociedad, el trabajo está considerado como un elemento que refleja la importancia y capacidad de una persona. A mayor jerarquía y/o sueldo, mayor probabilidad de que se fortalezca la autoestima del trabajador. Pero tener una autoestima alta en el trabajo no quiere decir que podemos hacer todo y hacerlo siempre bien. Significa que: – Tenemos la capacidad para reconocer nuestras habilidades y limitaciones. – Estamos dispuestos a arriesgarnos y aprender. – Podemos pedir ayuda sin sentirnos mal o temer la crítica de los demás. – Nuestras expectativas son realistas y confiamos en alcanzarlas. – Tenemos la capacidad de aceptar y adaptarnos a los cambios necesarios. – Podemos trabajar en equipo y ayudar a los demás para que logren el éxito. – Soñamos, compartimos nuestros sueños y tratamos de alcanzarlos. – Tomamos decisiones y nos responsabilizamos. – Tratamos de ser creativos. Cuando una persona tiene una autoestima baja, repercute en la calidad y cantidad de su trabajo y en las diferentes relaciones que éste implica (jefes, empleados, clientes, proveedores, compañeros, etcétera). Es importante recordar que una autoestima baja no siempre está relacionada con la falta de capacidad o conocimientos. Es el resultado de comparar lo que creo que soy con lo que debería ser, de medirnos en función de una imagen irreal que nos formamos a partir de las expectativas exageradas de otras personas: padres, maestros, amigos, etcétera. Si tenemos confianza en nuestras capacidades, sentimos que podemos controlar nuestra vida y los problemas que surgen en el trabajo. Y cuando esto ocurre, casi siempre lo podemos hacer y lo hacemos bien. Pero si descubrimos que no lo podemos lograr, no nos autodevaluamos ni nos sentimos mal: simplemente buscamos una mejor opción o la ayuda de la persona indicada. Cuando los altos ejecutivos tienen una buena autoestima: – Conocen la diferencia entre metas finales o a largo plazo e intermedias, a mediano y corto plazo, reconociendo que para llegar a cada una de ellas hay que dar muchos pasos. – Ven cada éxito como un paso más y una señal de que van por el camino adecuado. Y cada fracaso como una enseñanza y la necesidad de corregir. – Son flexibles y no se aferran a un solo método de trabajo o a un solo fin. – Reconocen sus limitaciones y buscan la ayuda de expertos para solucionar los problemas o mejorar la empresa o negocio. – Escuchan y fomentan las opiniones de sus empleados, sin pensar que, por estar en otro nivel jerárquico, saben más. – Ante los problemas de relación, no se ponen a la defensiva ni caen en luchas de poder. – Desarrollan la autoestima de sus empleados, porque no temen perder importancia o el control. Los empleados pueden tener una autoestima baja en el área del trabajo como resultado del funcionamiento y características de la empresa o negocio. Una actitud autoritaria, crítica, rígida o de desprecio disminuye la autoestima de quien la recibe. Un empleado que se encuentra en esta situación no sólo se siente mal, sino que busca desquitarse, trabajando mal o provocándole problemas al negocio. ASESORÓ: Lic. María Gabriela Fernandez (MN 17735), licenciada en Psicología con posgrado en Terapia Familiar Sistémica Estratégica y en Terapia Cognitiva. Hémera – Centro de Estudios del Estrés y la Ansiedad. www.hemera.com.ar

Fuente: Perfil Suplemento MIA

viernes, 24 de octubre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

Lo enamoró la cultura porteña: Ex hippie y periodista en México, de acá destaca la movida teatral, los bares y el ingenio.

Nací en Filadelfia a finales de la Segunda Guerra Mundial, en una familia judía de clase media. Mis recuerdos más nítidos son las populosas cenas, repletas de humor desenfrenado y cantidades impensadas de comidas grasosas que podían obstruir las arterias de una manada de hienas. Durante años, pensé que el pollo era un vegetal y que la ruta normal de la sopa era entrar por la boca y salir por la nariz. En los 60 me mudé a San Francisco y participé en los movimientos “beat” y “hippie”. Como poeta –pésimo–, tuve el privilegio de pasar el tiempo con figuras icónicas de la generación beat, como Allen Ginsberg y Gregory Corso. Era una época de cambios radicales, que rechazaba los valores materialistas y belicistas. Protestamos contra la guerra de Vietnam. En esos años tuve la oportunidad de forjar una amistad duradera con Noam Chomsky, todo un caballero, un gran humanista y un intelectual prominente de nuestro tiempo. Marchábamos y cometíamos actos de desobediencia civil en defensa de los derechos humanos, de los grupos minoritarios, los homosexuales, los pueblos indígenas y las mujeres. Experimentábamos con nuevas formas de arte y de pensamiento. En los 70 trabajé en centros de rehabilitación para drogadictos. Hasta ese momento, la adicción se consideraba un problema de guetos y poco se había hecho para resolverlo. Una subclase compuesta por negros y latinos parecía fácil de controlar. Pero cuando el problema afectó también a la clase media blanca se levantó cierto clamor público, los medios de comunicación comenzaron a tomar el tema en serio y proliferaron los lugares de atención. En 1994 me trasladé a México DF y trabajé en México City Times. Era un periódico con escaso personal, donde escribía, editaba, diseñaba páginas y hacía café. Escribía una columna satírica sobre política. El país de Moctezuma era una tierra fértil para la crítica y el material para mis columnas brotaba como la mala hierba. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) disfrutaba de 65 años de gobierno sin oposición. Se decía que México era una democracia que cambiaba su dictador cada seis años. El PRI era un movimiento político enigmático hecho de humo y espejos, donde el estilo triunfaba sobre la sustancia, como en un juego de manos: aquí lo ves y ahora se ha esfumado. En México conocí a Ana, mi pareja argentina. Ella trabajaba para el diario Reforma, escribiendo críticas teatrales. Ibamos al teatro. Me quedé inmediatamente embelesado con esa antigua experiencia comunitaria, sostenida en el intercambio mágico entre el público y los actores. Y empecé a escribir obras de teatro. En el 98 vinimos a vivir a Buenos Aires. Me encanta mi país adoptivo por el sentido del tiempo elástico, por la pasión, la creatividad, el ingenio y la curiosidad intelectual. Además, los lazos familiares son fuertes y la amistad es algo muy valorado. Entre otras cosas a destacar, la arquitectura es magnífica y existe un ambiente teatral sólo igualable a Nueva York y Londres. ¡Y la carne! Como carnívoro fiel, siento que he muerto e ido al cielo. Los bares bohemios de la ciudad merecen todo un capítulo aparte. Después de vivir unos 14 años en San Telmo, hace dos que nos mudamos cerca de Callao y Corrientes. Voy a tomar café, a leer y a escribir a La Academia, donde me atiende la sociable moza Ana María y Juan Carlos, desde el mostrador, está siempre listo con una sonrisa. Me encantan la decoración sin pretensiones, la variedad de personajes y las mesas de billar. Aunque es común en las grandes ciudades, la mala educación es difícil de soportar. Pero creo que es el precio de vivir en lugares tan estimulantes. Me acuerdo de una broma sobre un turista en Nueva York, que después de varias veces de pedir ayuda y de recibir respuestas groseras, se acerca a un hombre y le solicita unas direcciones: “¿Me puede decir cómo llegar Central Park o yo debería simplemente irme a la mierda?” Esta ciudad también me brindó la oportunidad de presentar mis obras de teatro al público. La actual, que se titula “Sueños americanos y un elefante”, es una comedia satírica que incorpora mi fascinación por el humor y la crítica social. Esta es su segunda temporada, en el teatro La Mueca, de Palermo. Estoy muy orgulloso del trabajo de todos para hacerla.

Fuente: Clarín

martes, 21 de octubre de 2014

AIRE DIGITAL sigue su derrotero de 11 a 12 y de 15 a 16 por la Radio en Línea

Dos opciones para no perderse, dos horarios por si no te podés enganchar en uno. Gustavo Abu Arab, Gerardo Mazzochi, Felipe Barbarosch, un servidor, Jan Pablo Peralta, y por supuesto columnistas de lujo. Alex López con el lado "B" del Parlamente y la Legislatura, desde Brasil, Tiago Almeyda, judiciales con Matías Werner y más colegas del Mercosur que se suman día a día. No te lo pierdas, www.laradioenlinea.com.ar

domingo, 19 de octubre de 2014

Un Día de la Lealtad como corresponde!

En este momento histórico Juan Perón me dice textualmente con su voz aguardentosa: "muchacho, para un peronista no debe haber nada mejor que un peraltista", sabias palabras General!

viernes, 17 de octubre de 2014

El "Che" Guevara fue asesinado sin que se le otorgara la voluntad de pedir su último deseo

Desde hace tiempo he mantenido inédito el testimonio que hoy dedico en las páginas del diario al Comandante Ernesto Guevara de la Serna, ofrecido por Rosario, un niño de 11 años, hijo de la mujer «medio enana» de que habla el Che en la última página de su Diario de campaña en Bolivia. El miércoles 8 de octubre de 1997, a las seis de la mañana, salimos del saco de lona y nailon en que dormimos en La Higuera, Bolivia, y que nos protegió de la «vinchuca», insecto causante del Mal de Chagas, generalmente mortal. Tremenda sequía. Larga caminata rumbo a la Quebrada del Yuro. Abrupta selva. En la zona del Batán, un montón de piedras recordaba la emboscada donde cayeron varios hombres de la guerrilla, costumbre campesina boliviana. Solo encontramos dos casuchas de adobe en el camino intrincado. Difícil fue bajar hasta la confluencia de tres quebradas: la de San Antonio, la de Jagüey y la propia del Yuro o del «Churo», como la denominan en la selva. Al fin llegamos en unión de varias decenas de jóvenes latinoamericanos organizados en numerosos países para rendir homenaje a Guevara en el 30 aniversario de su muerte. Muchachones de uno y otro sexo iban encabezados por la joven Kenia Serrano, hoy presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, entonces miembro del Buró Nacional de la UJC. Nos detuvimos junto a una inmensa roca donde el Che se parapetó en su último combate con pólvora —porque el último fue a palabra y a pensamiento, como José Martí, en la escuelita humilde de La Higuera, ante sus asesinos mandados por la CIA. Alguien de la zona nos enseña dónde está un niño a quien no podemos dejar de entrevistar antes de regresar: el hijo de la persona pequeñita que el Comandante Guevara menciona en la última página que pudo escribir, el 7 de octubre de 1967, en aquella gesta heroica. «Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12:30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivas, entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Solo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de La Higuera y otra de Jagüey y unas dos de Pucará. A las 17:30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas». Sin embargo, la anciana no los delató. Ya se sabe gran parte de la historia, casi toda. Con su carabina M-2 inutilizada por un disparo, su pistola sin magazín, ya sin balas, una pequeña daga y un balazo en el tercio medio de la pierna izquierda, es que pueden capturar al hombre que se había declarado «un aventurero, pero de los que ponen su pellejo para demostrar sus verdades». Un indolente soldado boliviano, aun sabiendo cómo se encuentra, le da con odio un culatazo en el pecho y cuando pretende darle otro, se le interpone el guerrillero boliviano Willy Cuba y casi le grita: «¡Cuidado, coño, que es el Comandante Ernesto Guevara y lo tienen que respetar!».

Habla el niño

«Mi madre siente un gran amor por el Che, como la mayoría de la gente de estas montañas», nos dice Rosario, que es el nombre de este niño hijo de la mujer de muy baja estatura desconocida hasta la muerte del jefe guerrillero. Y añade: «El tiempo no ha podido quitarle de la mente la persona del Comandante. Ella siempre me ha dicho que él vino a la selva a curar la enfermedad de nuestra pobreza, a quitarnos el abandono y el olvido. Y ella y muchos más le llaman San Ernesto de La Higuera, planta que solo una vez florecía antes de que el médico argentino estuviera por aquí. Y ella me dice que se parecía a Cristo». Rosario, al momento de nuestro diálogo, trabajaba cinco horas haciendo barro y por la tarde iba a una escuelita a varias leguas de su pobre casucha en las lomas. Virgilia Cabrita es el nombre de la madre, la «medio enana» citada por el Che en su última anotación en el Diario. Ella tiene otros tres hijos: Elías, Juan y Andrés. Su esposo, padre de Rosario, es Santiago. La anciana que pastoreaba las chivas por la Quebrada del Yuro, hermana de ella, era Epifania. Todo esto nos lo dijo el niño en aquella entrevista que hoy revelamos. Por él supimos igualmente que su mamá, en 1967, tenía 13 años e Irenia, 30. Hoy sabemos que todas ellas han muerto. Virgilia, la «medio enana», últimamente no gozaba de buena salud. Y el 15 de noviembre de aquel 1997, fue ingresada en la Clínica de Chato Peredo, en Santa Cruz de la Sierra. En julio y agosto de ese año había ido a La Paz para que los médicos atendieran sus problemas renales, la columna, la hipertensión y la garganta, pero no recibió ninguna ayuda allí. Virgilia Cabrita vivía, cuando entrevistamos a su hijo Rosario, en una extraña choza edificada con barro y paja sobre unos pilotes de madera de la selva. Solo 80 centímetros era su estatura y trepaba «en cuatro patas» por el escarpado sendero de tierra en plena montaña, al borde mismo de la Quebrada del Yuro, un paraje abrupto y solitario que solo se ha conocido gracias a la gesta guerrillera del Che y sus hombres. «Mi madre nació en 1954 en estas montañas y cuando asesinaron al Che el día 9 de octubre, a eso de las tres de la tarde, ella tenía solo dos años más de los que yo tengo ahora. Tenía solo 13. Siempre me ha dicho que Epifania no delató al Che; que fue un tal Pedro Peña, informante del Ejército, quien avisó a Aníbal Quiroga, corregidor de La Higuera, y este lo denunció a los militares», refirió Rosario. «Mi madre era chiquitica de cuerpo, pero pensaba grande. Decía que lo más triste de todo es haber fusilado a un médico tan valioso y valiente, con las manos amarradas y sin pedirle ni siquiera su último deseo de hombre». Y agregó Rosario: «¿Usted quiere que le diga la verdad? Sé que los restos del Che se llevaron hacia un lugar que se llama Santa Clara, en Cuba, lejos de mi casa, después que unos científicos cubanos lo buscaron y lo encontraron donde lo enterraron secretamente. Pero lo que no entiendo es por qué tanto trabajo y tanto esfuerzo buscando a un vivo entre los muertos». Fuentes: Diario de Pombo, páginas 184-185 y Diario de Inti, que nutrió después su libro Mi campaña con el Che, en 1969.

Ruta hacia la muerte

Día 1ro. de octubre de 1967. Luego de caer la tropa de Joaquín (Comandante Vilo Acuña) en la emboscada del 31 de agosto en Río Grande, la tropa del Che solo la integran 17 hombres que hacen campamento en un bosquecillo ralo cercano a la Quebrada del Yuro, a 1 600 metros de altura. El 2 de octubre a las 18 horas inician el descenso y hacen noche en un alto. El 3 suben a un firme que domina el camino de los soldados. A las tres de la tarde emprenden la marcha. Sortean un chaco y llegan a una cañada sin agua, a 1 360 metros, más cerca aún de la Quebrada del Yuro. El día 4 el Che anotó en su Diario: «A las 18 abandonamos la quebrada y seguimos por un camino de ganado hasta las 19:30, hora en que no se veía nada y pasamos hasta las tres (…) El comentario de si me capturan fuerzas de la 4ta. (División), me juzgarán en Camiri y si lo hacen los de la 8va., en Santa Cruz (…)». El 5 caminan hasta las 5:15 horas… dejan un trillo de ganado y se internan en un bosquecillo ralo, pero alto, contra «miradas indiscretas». Salen al anochecer «con la gente agotada por la falta de agua». Por la madrugada pasan a un bosquecillo. El 6 la exploración halla una quebrada lejana con agua. Hacia allí se dirigen. Cocinan todo el día bajo una gran laja que servía de techo y se aproximan a pleno sol por lugares algo poblados y quedan en un hoyo. Salen por la madrugada hasta un afluente cercano a este arroyito. El Che piensa hacer una exploración más exhaustiva «para determinar el rumbo futuro» (se sabe que pretendía llegar a la zona más segura, al Chapare). El 7 a las 12:30 horas entró la anciana al cañón pastoreando las cabras y hubo que apresarla. Salieron los 17 hombres con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estaban, que no tenía casas cercas, pero sí sembradíos de papas regadas por acequias del mismo arroyo. A las dos se detuvieron a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. Según testimonios de Pombo (el general de brigada Harry Villegas) y el diario de Inti Peredo, como a las 12 apresaron a Epifania. Primero se hizo pasar por sorda, después dijo que no hablaba el español. La obligaron a permanecer con ellos y por la tarde dio datos concretos sobre el ejército, informó la distancia del camino ancho que suponían iba hacia Pucará, donde era posible la existencia de tropas. Inti, Aniceto y Pablito la acompañaron hasta su casa en la cual conocieron su drama de enfermedad y pobreza.

Fuente: Juventud Rebelde

miércoles, 15 de octubre de 2014

martes, 14 de octubre de 2014

Misterio: 197 científicos del programa nuclear indio se suicidaron en los últimos años

Casi 200 empleados del Departamento de Energía Atómica de la India se han suicidado en los últimos años, un hecho que provoca muchas preguntas. En los últimos años se han suicidado muchos científicos que formaban parte o participaron en el programa nuclear que se está desarrollando en la India, informa 'Business Line'. ¿Cómo ha reaccionado el país a estas muertes? Cuando Homi J. Bhabha falleció en el vuelo 101 de Air India, siniestrado en 1966 cerca del Mont Blanc en los Alpes, la entonces primera ministra india Indira Gandhi catalogó su muerte como "un golpe para toda la India". La muerte trágica del científico nuclear indio llegó en un tiempo decisivo para el programa de energía atómica del país, que entonces solo empezaba su camino. Algunos indicaron que podría tratarse de un sabotaje contra el programa organizado por la CIA. Aproximadamente 50 años después el Centro de Investigación Nuclear de Bhabha (BARC) y el Departamento de Energía Atómica (DAE), de nuevo se enfrentan a muertes extemporáneas de sus científicos más importantes, pero esta vez se trata de suicidios. El activista y representante del DAE, Chetan Kothari, dijo que 197 empleados de los 32 centros del Departamento se suicidaron entre los años 1995 y 2010. Todos fallecieron teniendo entre 29 y 50 años. Solo en el BARC tres científicos se suicidaron entre marzo y abril del 2010. El Parlamento de la India también se hizo eco de la cuestión, pero a pesar de las preguntas en la Cámara, los suicidios no removieron la conciencia nacional. Aunque estos casos provocaron cierto debate, en buena medida por el legado del propio Bhabha. De momento no se ha hecho mucho para investigar todas estas muertes, que están conectadas con la capacidad defensiva y la seguridad energética del país. Para la sociedad india varias preguntas siguen en el aire: el enorme número de suicidios demuestra que su trabajo encarna una gran cantidad de riesgos y problemas de salud desconocidos o son el reflejo de que la mentalidad india es débil. (Nota completa con vínculos)

Fuente: RT

domingo, 12 de octubre de 2014

Al "Tano" Di Sandro no se lo contaron!


Historias imperdibles del periodista decano de Casa de Gobierno, Roberto Di Sandro. Si no lo leyeron un adelanto de su libro de anécdotas en la Rosada.

sábado, 11 de octubre de 2014

Amor y dolor me unen a mi hijo autista

La historia de Marcos está llena de avatares. Tiene veintidós años. Padece Trastorno Generalizado del Desarrollo, un trastorno que comprende el amplio espectro del autismo. Dar cuenta de nuestro vínculo es narrar una historia de detalles e indicios que para mí son pequeñas gemas de vitalidad.

1.- Libros.

A Marcos siempre le gustaron los libros. Mirarlos. Tocarlos. Detenerse en algunas de sus imágenes de manera casi hipnótica. Sin embargo, no sabe leer. Es paradójico. Cristina, la madre de Marcos, y yo, somos profesores de lengua y literatura. Durante mucho tiempo hemos enseñado en escuelas medias y universidades a jóvenes estudiantes. En los primeros años le regalamos a Marcos infinita cantidad de juguetes. Pasado un tiempo, un promotor trajo unos libros grandes y coloridos a una de las escuelas donde trabajábamos. Decidimos comprarle a nuestro hijo, aún pequeño, un diccionario. Corría el año 1994 y desconocíamos que padecía de autismo. Era un precioso diccionario para el futuro, para el momento de ir a la escuela. Ese regalo era una especie de tesoro que podría valorar más adelante. Una reserva llena de palabras, acepciones y símbolos. Le escribí una dedicatoria que hace poco releí y que, debo confesar, me dejó temblando: “Cuando leas las palabras de este libro, no olvides que mi forma de nombrar es una forma de tu presencia. Te quiero. Tu Papá”. Marcos a ún hoy me alcanza algunos de sus antiguos cuentos, descoloridos y ajados. Me los muestra. Como su atención es frágil –una bomba de tiempo a punto de hacer trizas su empeño–, en medio de mi lectura es frecuente que se levante y abandone el sillón. Luego regresa. Le he contado numerosas historias. Él escucha mi voz. Me mira con sus ojos negros. A veces sonríe. Me pregunto, a menudo, cómo tocar el corazón de Marcos. Como es sumamente cariñoso, me abraza, huele mi pelo, me toma de la mano para ir a pasear. En ocasiones caminamos por el barrio, una zona de casas y árboles en el conurbano. Mi hijo camina a la par mía, tuerce su cuerpo, lo abrazo; a veces emite un sonido gutural. En esas caminatas, durante años, me sentí acosado por la mirada ajena. Hoy soy casi inmune, y hasta me causan gracia los ojos desorbitados que observan a Marcos con tenacidad. Experimento una extraña risa interior. Y una simple constatación de que mis sentimientos se han modificado frente a estos episodios. Los movimientos imprevistos son un rasgo de Marcos. Quizás ese sea su mal. Tiene lo que se denomina un déficit de la atención. 

¿Qué mira Marcos? ¿En dónde pone su atención distraída?

Durante mucho tiempo, irrumpía en mi escritorio y desordenaba los papeles. Eso me abrumaba. Yo debía trabajar en la computadora, corregir parciales o responder mails. Presumí que Marcos quería conocer qué hacía su papá. Hace un tiempo compré un sillón bastante cómodo y lo instalé en el escritorio. Marcos suele sentarse allí. Apoya sus pies en la cuerina. Yo lo saludo con un guiño. Sonríe decididamente. Ese sillón le agrada y podemos estar juntos. Yo lo observo. Y él a mí. Silenciosamente. Ambos nos observamos, conociéndonos a través de una invisible y antigua señal.

2.- Profesionales.

Cuando nos informaron en el jardín de infantes que Marcos era un niño que no se adaptaba al medio escolar, nosotros, padres primerizos e inexpertos, vivimos por un tiempo en estado de shock, perdidos en medio de palabras y voces diversas. En algún sitio escuchamos la palabra “irreversible”, y ese término nos hundió en una tristeza hostil, llena de sombras. Fue un tiempo en que hicimos numerosas consultas. Yo estaba anonadado. Vivíamos en una tensión perpetua de expectativas y desazones. En una de las consultas, alguien le hizo una prueba a Marcos. Deseábamos que pudiera desarrollar una vida social. Haríamos lo que fuese necesario. La psicóloga le mostró un pizarrón en el que había escrito el nombre de nuestro hijo. Por aquellos días, Marcos decía algunas palabras e, incluso, algunas frases. Según el relato de la psicóloga, en la sesión, nuestro hijo había indicado con el índice la palabra escrita y había dicho: “marrón”. Una interpretación en relación con la genealogía familiar llevó a la psicóloga a concluir que esa palabra designaba su propio nombre. Luego de un tiempo, curtidos en estas misteriosas interpretaciones, Cristina y yo, que no somos reacios al psicoanálisis, decidimos evaluar qué camino sería el más conveniente. Iniciamos un tratamiento de resultados irregulares. En ese trance nacieron nuestras hijas, Sofía y Emilia: una fuerza de amor que iluminó los días. Trabajábamos durante la semana. A veces podíamos salir. Durante ese lapso no dejé de escribir poemas. A veces, ya cansado, mientras todos dormían, encendía la lámpara, y escribía un rato, como si en ese gesto hubiera una oportunidad. En 1999 publiqué un pequeño libro cuyo título es El fin del verano. Era un tiempo en el que yo estaba activo, pero también desolado. Allí incluí un texto que se llama El dolor. Era un poema muy breve: Esta línea me separa de vos./ Mi hijo duerme/ y casi veo/ en su sitio alejado/ parte de mi cordura./ La quietud de las tardes/ espanta. ‘Yo’, ‘hijo’/ ¿dónde se halla/ lo específico/ de estas palabras?// Hay una retórica de la verdad/ hay como una evidencia/ –hijo, ‘hijo’–/ que calma . Pensar en términos de utilidad el lenguaje poético, muchas veces, puede estar reñido con su naturaleza. Sin embargo, escribir esos textos fue una forma de procesar el dolor, quizás un antídoto al hecho de saber que mi hijo era un individuo frágil, una especie de carabela en medio de un mar embravecido. Sabía que Marcos necesitaría nuestra protección durante toda su existencia, interminablemente, más allá de nuestros días. Ese puñado de textos fue un modo personal de transitar esta experiencia. Nuestra comunicación se sustenta en abrazos, gestos, sonrisas. Y también le agrego esos pequeños testimonios que son la forma silenciosa de decirle cuánto lo amo. No sé dónde irá esa energía poética. Su pura inutilidad. Sólo es una forma de comprender aquel naufragio inicial. Jaime Tallis, un prestigioso neurólogo que atendió a Marcos durante muchos años, nos dijo en una ocasión que las personas autistas, a veces, son reacias a los tratamientos. Al comienzo de esta experiencia, bajo el imperio del psicoanálisis, intentamos una estrategia esencialmente lúdica; luego, nos dijeron que esa estrategia era inocua. Después, bajo el imperio del conductismo, intentamos una rutina estabilizadora: lograr un aprendizaje mediante la repetición. Tampoco fue fructífero. No puedo idealizar nuestra vida. Cristina es una especie de heroína que lidia, suave y respetuosamente, con las huestes de la burocracia. Lucha todos los años con las obras sociales. Lleva papeles, envía mails, solicita firmas, llama por teléfono. Oscuras y hostiles secretarias le hacen conocer su voz al otro lado de la línea y, también, dan cuenta del pequeño poder que ostentan. La consecuencia de tanta energía es un pago a destiempo al centro terapéutico al que asiste nuestro hijo y una retribución incompleta al transporte que lo lleva. Cristina mitiga esos huecos apelando a alguno de nuestros recursos materiales, pero sobre todo a una infinita persuasión retórica. Un rosario de buenas intenciones forma parte de la cantinela de las obras sociales, pero al mismo tiempo se percatan de que pueden medrar con el cansancio de los familiares. Este es el paisaje en el que combaten muchos padres todos los años. Mi mujer forma parte de ese enorme ejército agobiado. Yo acompaño esa procesión silenciosa con una lista de instrucciones. Provisto de disposiciones legales en la memoria, voy dispuesto a franquear oficinas, secretarías y ministerios. Mi éxito, casi siempre, es módico. Hemos intentado diversas cosas. En todo sentido. Hemos viajado en el colectivo 34 para ir a un consultorio por la zona de Villa Crespo. En otra etapa, por la zona de Belgrano, asistíamos a un espacio estatal llamado La Cigarra. Ya en el oeste, con mi hijo adolescente, me levantaba diariamente a las seis de la mañana. Paso a paso, como en cámara lenta, preparaba el desayuno. Despertaba a Marcos; lo vestía. Lo acompañaba al baño. Tardaba dos horas en esa rutina diaria. A veces, debía cambiar su ropa otra vez, mientras la combi que lo llevaba al centro terapéutico tocaba bocina al otro lado de la puerta. Durante años, también, lo hemos llevado a distintos natatorios. Marcos se hacía conocer en el agua, a la que siempre amó. El agua es un bálsamo que no sólo le da paz, sino que también protege su cuerpo. Fuimos juntos al natatorio del Club Amigos de Villa Luro. Luego, a piletas en Hurlingham. En esos sitios todos lo conocían, lo saludaban cariñosamente.

3.- Ramitas.

El mundo de Marcos está lleno de dificultades. En ocasiones imagino cosas atroces. A veces, cosas hermosas. No soy fuerte. Sin embargo, constato que un hilo invisible me conecta con mi hijo. Pequeñas acciones y episodios han armado esta historia (caminar, nadar, leer, viajar a Mar del Sur y Córdoba en busca de campos donde correr libremente). Sin embargo, estamos cansados. Frente a discursos positivistas que hacen de la eficacia de la conducta su objetivo, o discursos que proponen orígenes inasibles, nos miramos con Cristina a la cara, nos abrazamos sin preguntarnos por qué pasó todo esto, y hacemos del presente nuestro único capital. No hay resignación. Y mucho menos, serena sabiduría. No sabemos nada acerca del futuro. Esta experiencia que la vida nos tenía reservada la sitúo en el único lugar posible, el lugar del amor. También en un consciente acto de voluntad. Allí, en ese sitio amoroso, construido con ramitas diarias y pequeñas convenciones, han convivido la ira y la tristeza. El dolor atravesó muchas veces mi corazón. José Martí hablaba de la “pasión de los padres”. ¿En qué consistirá esa pasión? ¿Qué formas adquirirá en cada uno de nosotros? A veces las pasiones vienen adosadas a antiguos mandatos que los hijos se encargan de deshacer, sabiamente. La vida tiene sentido, también, en el ejercicio de la pasión y la paciencia. Rozo a Marcos con mis manos. Veo sus ojos oscuros. Me mira. Sonríe. Me interroga de alguna manera. Le digo “te amo, te amo”. Eso fue lo que aprendí, entonces, en los días de la vida. “Aquí estoy, Marcos”, le digo, mientras acaricio su pelo. Y agrego: “Hemos avanzado juntos en algún sentido.”

Fuente: Clarín

jueves, 9 de octubre de 2014

China desplazó a EE.UU. y tiene la mayor economía del mundo

Tal como se preveía en razón de la enorme evolución que tuvo en la última década, la economía de China se convirtió en la mayor del mundo, desplazando de ese lugar de privilegio al gigante occidental, Estados Unidos. Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía china representa actualmente el 16,46% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial, medido en Paridad de Poder Adquisitivo (PPP, según sus siglas en inglés). En cambio la estadounidense es de 16,277%, según se desprende de las últimas estadísticas de la organización. Además, el estudio del Fondo señala que la diferencia entre ambos gigantes seguirá ampliándose en los próximos años. De acuerdo a las proyecciones del organismos internacional, “la economía de China será 20% más grande que la de los EE.UU. en 2019”. El FMI explica que el dato se basa en un conjunto de cálculos, pero que no se traduce en una comparación directa de las dos economías. El PPP es un mecanismo que busca corregir el efecto de distorsión provocado por los tipos de cambio de cada país, y mide en la práctica lo que los ciudadanos podrían comprar si existiera una sola divisa mundial. Por eso, si se toma el PBI de Estados Unidos en PPP se ubica ahora en 17.4 billones de dólares, mientras que el de China alcanza los 17.6 billones. Pero es importante aclarar un par de puntos esenciales. El PBI nominal de Estados Unidos, que mide la producción de bienes y servicios de un país a precios de mercado durante un año, sigue siendo casi un tercio más grande que el de China. Por otro lado, el PBI per cápita estadounidense es tres veces mayor al de los chinos. Además, EE.UU. tiene otra gran ventaja: en el marco de la crisis económica mundial, el papel de su moneda, el dólar, se vio reforzado como moneda de reserva internacional. Si bien este cambio se pronosticaba desde hacía tiempo, el informe “Perspectiva de la Economía Mundial” del FMI se suma a otros indicadores estadísticos para mostrar que hay una reorganización global de la economía. El ascenso de China fue notable en los últimos años. Según explica el Financial Times, “en 1980 la producción económica de China era una décima parte de la de EE.UU. Cuatro décadas después, el FMI estima que la economía de China será 20 % más grande que la de los Estados Unidos”. Esto se explica, según el diario, porque “el crecimiento promedio del PBI de China entre 1980 y este año fue del 8,8% anual, frente al 2,7 % del de EE.UU.” Este avance económico chino de los últimos años tiene que ver con las grandes reformas que llevaron adelante las autoridades políticas, que insertaron elementos de libre mercado en su rígida estructura comunista. Dentro de este marco, ayer el gobierno chino anunció una mayor flexibilización de la inversión interior y exterior en algunos sectores clave de la economía. Según un comunicado emitido tras una reunión del Consejo de Estado y divulgado por la agencia estatal Xinhua, ahora las empresas sólo tendrán que registrarse con las autoridades en lugar de tener que esperar la burocrática autorización gubernamental. La medida abarca 15 sectores económicos, entre ellos fertilizantes químicos, rutas, autopistas y suministro de servicio de agua. “La reducción de las evaluaciones previas es significativa, ya que liberará un gran potencial de mercado e impulsará la inversión”, argumentó el comunicado oficial. En las últimas semanas, el Gobierno de Beijing tomó drásticas medidas para flexibilizar o liberalizar la inversión, doméstica o extranjera, en diversos sectores económicos o en zonas francas. En una intervención durante la reunión del Consejo de Estado, el primer ministro Li Keqiang, aseguró que China está viendo ya el resultado positivo de las últimas reformas, y aseguró que “debemos confiar en los fundamentos del crecimiento a largo plazo”, así como “tener en plena consideración las dificultades y los retos”.

Fuente: Clarín

miércoles, 8 de octubre de 2014

Clarin.comCiudades07/10/14 Buenos y malos tragos del otro lado de la barra

Se cuenta que por 2012 el barman sueco Anders Sandberg, referente de la nueva guardia europea, advirtió en una selecta reunión con colegas porteños que los tragos en Buenos Aires eran “imperdonablemente” dulces. Hacía más de una década que Mauro Orfano (35) trabajaba detrás de las barras. Y por entonces empezaba a crear tragos más bien amargos y secos en el Bar del Home Hotel, en Palermo. Pues bien: este año, ese espacio se ubicó entre los diez mejores bares de hotel del mundo en la octava edición de los premios Spirited de Tales of the Cocktail, un evento clave de coctelería que se realiza en EE.UU. “Efectivamente, el gusto promedio porteño en tragos es dulzón”, confirma Orfano.

“¿Por qué?

No sé.

¿Porque estamos en la tierra del dulce de leche?

Puede ser. Pero lo concreto es que, por ejemplo, en todos los lugares donde trabajé, al margarita, que lleva tequila, limón y sal en el vaso, me hacían ponerle azúca r. ¡Una aberración!”. ¿Será que nadie es profeta en su tierra? Orfano se ríe y aclara: “No. Un buen barman tiene que ofrecer a cada cliente lo que le gusta. Además, fijate que en la selección para el premio no sólo destacan los tragos”. Según The Spirits Business, la publicación asociada a la Organización Internacional de Bartenders, el bar del hotel boutique de Palermo sobresalió, junto con cinco locales de Londres, Suiza, Canadá, Praga y Barcelona, por ofrecer “comodidad de hogar”, “sofisticación” y un “abanico de tragos artesanales”, entre ellos, Scarlet The Tart (con vodka, licor de cassis, lima, cardamomo y pera) y Satori GG (sake, ginger ale, uvas, jengibre y sí, azúcar). La suya no es la típica barra de hotel, oscura y cerrada. Orfano crea en un pequeño espacio, entre cinco taburetes y algunas mesitas. Intimo, cálido y luminoso, con vista a un jardín y una pileta.

Un lugar sin margen para un mal trago. Bueno, casi.

–Qué tomo, preparame algo distinto, recomendame. Ahí está: por más espíritu servicial que haya, un pedido que aúna sueño y pesadilla de cualquier barman. Mezcla de honor, desafío y problema al que conviene anticiparse. ¿Causa de nudo en la garganta? Orfano sonríe y niega. “Es verdad que no es fácil recomendar. Pero uno trabaja para que los clientes disfruten y aprende de la experiencia. En general, a los tragos clásicos, más puros, los piden los extranjeros. Salvo en vinos: con el calorcito, pueden pedir un torrontés. Los porteños, que ya tienen al vino incorporado, piden las recomendaciones. Cuando me consultan, yo también pregunto: ¿qué te gusta?, ¿qué te tienta hoy?” ¿Algo dulce? Orfano se ríe otra vez, a carcajadas. Y cuenta: “Yo prefiero aperitivos y licores fuertes, encontrar en el paladar el destilado con azafrán del Strega, oler y reconocer anís en la Sambuca. Los tragos que invento están entre mis preferidos pero siempre tengo la posibilidad de adaptarlos a otros paladares”. Cuenta con experiencia para eso. Estudió en La Universidad del Cóctel. Pasó por boliches y barras de mega eventos, como Alta Moda en el Sheraton. Y trabajó en Brasil, donde “cada barrio hace su caipiriña casera”. Pero la coctelería no es su único interés.

También estudió Filosofía y parte de Letras.

“Siempre que me imaginaba detrás de una barra me sentía bien, así que para empezar seguí el instinto. Y necesitaba un trabajo de noche porque antes iba a la Facultad. Igual tardé en dedicarme a full porque hice otras cosas, como enseñar idiomas”, señala. Ya antes de arrancar en esta profesión, le encantaba invitar a amigos con bebidas que creaba en su casa. “Serían menos originales pero el proceso se parece: empiezo por lo que me gusta y, por ahí, un pedido también me dispara algo”. Para darse el gusto, nació, por ejemplo, Yellow jacket, con Strega y champán. “Se llama igual que una especie de avispa de Norteamérica que aunque pica mucho no te mata”. También, Blag flag, con vodka negro y licor de café, en homenaje a la banda californiana de punk de fines de los 70. Al final, c on sus colores, emulsiones y texturas, cada copa parece un cuadrito, una escultura, una canción. Tal vez, como en muchos platos de autor, estrellas del mundo gourmet que precedieron al renacimiento de los tragos con sello individual, aspiran a ofrecer una experiencia sensorial completa. “Puede ser. Cualquier cosa te puede influenciar”, dice Orfano. ¿La filosofía? “Ni hablar. Me gusta la clásica. ¿Sabías que la absenta –que por su altísima graduación alcohólica fue prohibida– aparece en textos muy antiguos? Se habla incluso de una especie de isla repleta de esas hierbas, adonde iban a parar los locos .

Cuando ofrecés este tipo de bebidas, tenés que saber de todo ”.

No es casual que las llamen espirituosas.

Fuente: Clarín

martes, 7 de octubre de 2014

Llega la segunda Luna Roja del año!

El show en el cielo, que en abril pasado brindó la luna roja en la Argentina, esta vez será menos espectacular. Mañana será el segundo eclipse de una tétrada de “lunas sangrientas”, un fenómeno que se repetirá cada seis meses y terminará en septiembre de 2015. Los expertos del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires explicaron a Clarín que, a diferencia de la primera luna roja, que fue un espectáculo en el cielo porteño, la de mañana sólo podrá ser vista al amanecer apenas en su inicio en la costa oeste del país, desde Jujuy hasta Mendoza. La tercera, el 8 de abril de 2015, tampoco será visible. Para observarla en todo su esplendor, habrá que esperar al 28 de septiembre de 2015. Esta “Luna Roja” se podrá ver en su totalidad en la costa del Océano Pacífico: costa oeste de América del Norte, Oceanía y Asia. En el Planetario de la localidad mendocina de Malargüe, informaron que mañana el eclipse se podrá ver apenas en su inicio.La todalidad no será visible desde nuestro país porque la Luna se oculta durante el eclipse”, explicaron.

Fuente: Clarín

lunes, 6 de octubre de 2014

AIRE DIGITAL ahora no sólo de 11 a 12 en La Radio en Línea sino con repetición de 15 a 16

La  idea surgió luego de la visita que nos hiciera el viernes pasado nuestro amigo y compañero de la Televisión Pública, Ariel Lima, para presentar en sociedad su libro "Un Abrazo, tres religiones". Ya con el resto de los invitados varios oyentes nos habían solicitado el poder volver a escuchar los programas. Por eso hasta que renovemos la página del ciclo, que les adelantamos va a tener no sólo los envíos sino, notas con data que no van a conseguir en otro lado, audios exclusivos, novedades, reportajes y una importante red de colegas que participarán desde Buenos Aires, el resto del país, la región y porque no, el mundo. Así que atentos, además de la versión en vivo a partir de las 11 de la mañana de lunes a viernes, se suma la repetición de 15 a 15 horas por donde ustedes ya saben: www.laradioenlinea.com.ar Los esperamos!

sábado, 4 de octubre de 2014

viernes, 3 de octubre de 2014

La muerte engendra muerte

El número de suicidos entre los soldados israelíes está aumentando considerablemente. La Policía militar de Israel ha abierto una investigación después de que tres miembros de una unidad militar de élite se suicidaran en las últimas semanas. Los soldados eran miembros de la Brigada Givati que estuvieron directamente involucrados en la operación terrestre durante la reciente guerra de Gaza, informa el diario 'Haaretz'. Uno tras otro, los soldados de Givati se han quitado la vida al concluir la operación israelí en Gaza. En los tres casos, los soldados han muerto tras dispararse a sí mismos. Dos de ellos lo hicieron cerca de la frontera con Gaza. Una de las líneas de investigación abiertas apunta a la posibilidad de que los soldados sufrieran un trauma emocional grave como resultado de sus experiencias en la guerra y, en consecuencia, decidieran poner fin a sus vidas. Un especialista psiquiátrico militar israelí citado por varios medios afirmó en relación a la preocupante tendencia que "el pasado año fue testigo del suicidio de ocho soldados, mientras que tres soldados quitaron la vida solo en las últimas semanas, aunque el Ejército se ha negado a proporcionar un número exacto de suicidios de militares en lo que va de año". La semana pasada el presidente palestino, Mahmoud Abbas, acusó a Israel de librar "una guerra de genocidio" durante su intervención en la 69ª Asamblea General de la ONU. En agosto Israel llevó a cabo una operación militar a gran escala en la que fueron detenidos cientos de palestinos y que costó la vida a unas 2.100 personas.

Perfil: RT

jueves, 2 de octubre de 2014

Crece AIRE DIGITAL en LA RADIO EN LÍNEA

Cada vez más amigos oyentes nos demuestran que la radio vía Internet en un formato que se está imponiendo de una manera superadora e imparable. Esto propone más opciones y la posibilidad de elegir que se quiere escuchar. Nuestra propuesta es contarte eso que nadie te cuenta. Lo que llamamos el  Lado "B", de las noticias. Lo que no sale en los programas de radio, de TV, en las agencias noticiosas, en los portales web ni en ningún formato extra de la prensa escrita. ¿Por qué?, porque somo Cronistas de Exteriores. Los mal llamados movileros. Quienes estamos todos los días en los lugares donde transcurren los hecho junto a sus principales protagonistas. Eso permite un contacto directo con la realidad que nos circunda y la realidad cotidiana de nuestros días, pero con un plus, la objetividad del observador. El bastonero del ciclo es el experimentado Gustavo Abu Arab, le seguimos sus bastoneros, otro groso de los medios, Gerardo Mazzochi, el talentoso Felipe Barbarosch y una gran cantidad de colaboradores como Alex lópez y Julieta Lugo, entre otros, que le agregan el extra que incorpora el mundo parlamentario, deportivo, cultural, judicial y hasta informaciones internacionales en vivo con nuestros colegas desde el exterior. No es un programa para periodistas. Es un segmento para compartir entre todos. Agenden, va de 11 a 12 hs. de lunes a viernes por www.laradioenlinea.com.ar 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Siete Cajas: la película paraguaya que hundió al Titanic

Récord de venta de entradas en su país, éxito sin precedentes para el cine paraguayo en el nuestro, elogios por todas partes; hacen de esta película una inusual experiencia cinematográfica. “Una película de acción como las norteamericanas, pero ajustada a la realidad paraguaya”

¿Les sorprendió la repercusión de la película?.

Tana Schémbori co-dirigió junto a Juan Carlos Maneglia la película paraguaya Siete Cajas, que ya se convirtió en el film más taquillero de la historia de ese país. Cuenta la historia de unos jóvenes que trabajan en un mercado popular de Asunción. Tana Schémbori: Nunca deja de sorprendernos lo que pasa con Siete Cajas. La repercusión sigue siendo muy importante. Nos preguntamos por qué tuvo tanta repercusión en Paraguay. La respuesta, para nosotros, es que el público paraguayo estaba aburrido de las películas que se hacían acá. Se hacía un cine de autor, que no tenía en cuenta al público. Nosotros quisimos hacer una película para el público, que contara nuestra realidad y tuviera acción, que fuera un triller.

¿Es la película más taquillera de la historia de Paraguay?

TS: Sí, ya superamos los 350 mil espectadores. La película récord era Titanic, con 150 mil. Es una gran alegría y una gran sorpresa. Tuvo un gran impacto en Paraguay y en el exterior. TS: En India, Japón, Cuba, Argentina, en muchos países muy diferentes. La gente de muchos lugares recibió muy bien la película. No nos deja de sorprender cuando nos enteramos lo que pasa con Siete Cajas. Creo que eso tiene que ver con que se trata de personajes universales, que sufren y tienen sueños como todos. Es una historia que puede pasar en cualquier país.

En Argentina tuvo una importante recepción del público e incluso la presidenta de la Nación la elogió en un discurso.

TS: Nos enteramos de todo. Todo el tiempo nos llegan mensajes contándonos sobre lo que pasa con la película. Sabemos que la gente aplaude cuando termina. Eso es increíble. Lleva como 10 semanas en cartel. Queremos ir a Argentina para vivir de cerca lo que está pasando con la película. La principal sorpresa tiene que ver con que Siete Cajas fue pensada para el público paraguayo, queríamos que los paraguayos disfrutaran de una película hecha en el país. Nunca pensamos en exportar la película. Por eso nos sorprende aún más.

En la película se habla en español, en guaraní y en yopará. De hecho, acá en Argentina se traduce. ¿Pensaron en eso cuando la filmaron?

TS: Nos interesaba reflejar el lunfardo que es propio del mercado 4 de Asunción, donde grabamos la película. Queríamos reflejar ese costado social de Paraguay. La película se grabó en el mercado, mucha gente que trabaja ahí formó parte de la película. Más allá de la traducción, creemos que la película funciona en otros países porque son personajes universales y porque la película es muy visual, tiene mucho ritmo más allá de los diálogos.

La película funciona en un doble diálogo: por un lado, da cuenta de la realidad social paraguaya, lo que pasa con esos jóvenes en un mercado popular de Asunción. Por el otro, dialoga con el cine de acción y con una estética norteamericanos.

TS: La película tiene dos subtextos. Por un lado, queríamos contar una historia bien paraguaya, que tiene que ver con lo social, con los sueños de un joven de los sectores populares. Y donde termina ese sueño. Por el otro, queríamos hacer una película de acción como las norteamericanas, pero ajustada a la realidad paraguaya, a nuestra idiosincrasia, con personajes propios de Paraguay. Nosotros crecimos viendo películas norteamericanas. De hecho, se pueden ver citas a películas clásicas de acción norteamericanas. Alguien nos dijo además que la película tiene algo de Fargo, de los hermanos Cohen. Nosotros conocemos a Joel, uno de ellos, porque tiene un hijo adoptado que es paraguayo. Por lo tanto viene mucho a Paraguay. Tenemos buena relación con él y su mujer. A él le gustó mucho la película, aunque no le pareció parecida a Fargo.

¿Cree que la película va a producir cambios en la industria cinematográfica paraguaya? Pienso en un público con otra relación con el cine local, en la llegada de inversores, etc.

TS: Todo eso. Es necesario crear una industria cinematográfica en Paraguay. Hasta hoy el cine era pensado como cultura, y hay que pensarlo como industria. Ahora tenemos muchos desafíos por delante. Es necesario que haya una ley del Cine. Creo que los diputados y senadores son conscientes de eso.

¿La película se hizo con muy poco presupuesto?

TS: El costo final, final, fue 650 mil dólares, lo que es mucho para el cine paraguayo. Igualmente, tuvimos muchos problemas, de hecho se nos acabó la plata en medio de la película. Por suerte obtuvimos el premio Cine en Construcción en el Festival de San Sebastián en 2011 que nos permitió seguir con la pos-producción.

Fuente: Agencia Paco Urondo