Luego del renunciamiento de la vicepresidenta Cristina Kirchner, debido a la condena que recibió por causas vinculadas a la obra pública, el peronismo empieza un debate interno proyectándose hacia las elecciones del próximo 2023. La decisión de la Senadora de no ser candidata en ningún cargo el año apuró el proceso de discusión sobre el futuro del Frente de Todos, que está desde el principio de su administración el 10 de diciembre de 2019 atraviesa una interna que cada vez se fue complicando más.
El lunes pasado los gobernadores del Partido Justicialista y los cabecillas de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunieron para hacer un análisis de la actualidad del espacio político, pero también de la situación económica del país y el impacto que está teniendo en las provincias. En ese contexto negativo el futuro electoral que se presenta difícil, ante una oposición que a su vez tiene una potente pelea endógena, pero que es beneficiada por la grave crisis que atraviesa la Argentina, que pasó de un gobierno de Mauricio Macri que dejó una inflación del 53,8 por ciento, que en estos tres años de mala gestión casi se ha duplicado.
Se sumaron a los principales miembros de la principal central obrera. Entre ellos: Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Armando Cavalieri (Comercio), Juan Carlos Smith (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio).
Quienes estuvieron a cargo del encuentro fueron Sergio Uñac y Gerardo Martínez. La entrevista estaba pautada hace más de un mes, pero la salida del juego electoral de la jefa política del FdT apuró los tiempos. Los mandatarios provinciales y gremialistas, creen que deben acelerar la discusión sobre el futuro de la alianza -todavía gobernante- ya que en tres meses empieza una larga serie de elecciones provinciales que se han desdoblado de las nacional, en particular por el mal desempeño de Alberto Fernández, a quien no invitaron a participar del evento.
En la previa a la reunión, el riojano Ricardo Quintela afirmó que hay muchos jefes distritales que pueden ser precandidatos del justicialismo debido a la experiencia y la capacidad demostrada de gestionar una provincia. Asimismo manifestó que existe una voluntad de los gobernadores de que uno de los propios se convierta en candidato a presidente de la Nación.
Por su parte el titular del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri, llamó la atención al expresar que “de la pandemia para acá, lo de Alberto fue lamentable”, aseguró. La cúpula cegetista tiene una mirada crítica sobre el Presidente, pero vale decir que lo ha acompañado durante toda la gestión, especialmente en los momentos de mayor enfrentamiento con el ala dura del kirchnerismo.
El gremialismo pretende tener mayor poder de decisión en el armado de listas del año que viene. Esto significa participar en las boletas de candidatos en la totalidad de los distritos y categorías del país. Fue por esa razón que el 17 de octubre, día de la Lealtad peronista, lanzaron un espacio político con la mira puesta en los comicios presidenciales de 2023.
La intención fue generar a una mesa política para poder avanzar con un polo de poder dentro del oficialismo con la finalidad de impulsar un proceso de reorganización del Justicialismo. Los gobernadores y gremialistas entienden que el desorden dentro del peronismo es algo generalizado y que es eso los que impide que el PJ se renueve.
Uno de los representantes sindicales expresó que: “Tenemos que tener una estrategia común dentro del peronismo. Ponernos de acuerdo en lo táctico y lo estratégico. Necesitamos otra dinámica”. El peronismo ortodoxo quiere aumentar su peso en las decisiones sobre el rumbo de la coalición y lo piensa hacer con una alianza táctica entre caciques de las provincias, jefes obreros e intendentes, que se sumarán en el próximo encuentro.
Hubo representantes del cristinismo, como Kicillof y Capitanich, aunque hay cierta desconfianza hacia quienes dominaron el timón hasta este punto de la administración. El sector más criticado es el de la agrupación La Cámpora, que encabeza el hijo de CFK, Máximo Kirchner (Diputado nacional por el FdT). “Pueden venir a esta mesa, pero como uno más. No queremos que nadie sea más importante que otros”, fue el mensaje que dejó uno de los participantes que les habló de manera elíptica.
“El peronismo no se puede manejar como una orga, como algo de elite”, subrayó uno de hombre de la CGT. En lo que concierne al kirchnerismo la denominada «orga” es el camporismo. El grupo de peronistas que se reunió Consejo Federal de Inversiones suele tener diferencias estratégicas e ideológicas con ese sector, situación que los ha llevado a estar más cerca de Fernández durante estos más de mil días de gestión.
Los peronistas no quieren depender del dedo de Cristina Kirchner, aunque saben que la ex presidenta está por encima de ellos, no solamente en referencia al volumen político de su figura, sino también en la cantidad de votos que tiene. La idea es que «hay que poner el peronismo en movimiento”.
El problema en la huestes justicialistas es la falta de candidatos. Sin Cristina Fernández de Kirchner, por ahora se ve que los potenciales señalados para una candidatura con: el actual jefe de Estado, que de todos modos no tiene consenso de la fuerza política para ir por la reelección; Eduardo “Wado” de Pedro, el nombre que podría representar a los cristinistas; y Sergio Massa, el dirigente del Frente Renovador que tiene, hasta el momento, más apoyo interior, pero que obviamente está condicionado por el resultado de su plan para bajar la inflación.
Desde la Unión del Personal Civil de la Nación, su secretario general, Andrés Rodríguez, intentó poner paños frío al momento de incertidumbre electoral. “El peronismo siempre saca de la galera el candidato necesario”, remarcó. El sindicalismo quiere saber qué papel van a jugar los gobernadores en esta etapa que se viene. Saben que es tiempo de alianzas, de mucha rosca política y nombres para empezar a anotar las precandidaturas.
Nadie espera que haya definiciones antes de marzo, pero de todo modos ven viable que se reorganice la fuerza política y la discusión. “En el trayecto hasta que haya un candidato tenemos que tener un esquema de poder político donde apoyarnos”, señalaron los voceros de la iniciativa.
Proveniente del gremio de la Sanidad, Héctor Daer apuntó que: “Hablamos de converger el movimiento obrero organizado a partir de la CGT y del movimiento nacional sindical peronista. Seguramente las reuniones se ampliarán a los sectores de los movimientos sociales, los intendentes y habrá que incorporar al propio Presidente”, se animó a remarcar.
A la vez expuso que la vocación que tienen “es encontrar un camino común de debate donde construyamos una estrategia y una plataforma para llevar adelante un proceso electoral de acá al 2023″. Hacia el interior de la coalición dejó una frase: “En el reconocimiento y respeto recíproco entre todos es que vamos a encontrar un camino común para el peronismo y el Frente de Todos”.
Lo que viene es bastante incierto, ya que no son pocos los que dicen que CFK no se ha retirado ni mucho menos. El correr del último año de gobierno definirá cuál es el real panorama, ya que todos los que integraron este diálogo saben que quien aglutina enorme apoyo en las masas populares es la vicepresidenta, y mientras ello ocurra, la ex mandataria no estará fuera de ningún planteamiento.
Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista
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