Los diarios se encuentran en la crisis más compleja y profunda de su historia. Tanto en el papel como en Internet, el más tradicional de los medios de comunicación está en jaque. Pero, mientras se debate sobre la importancia del periodismo, su futuro y quien debe pagar por las noticias, nuevas iniciativas viven y se desarrollan en la Web. La evolución del periodismo ciudadano, con la herramienta de los blogs como aliada fundamental, instaló hace tiempo la pregunta: ¿podrá este tipo de periodismo, en el que cualquier persona se convierte en cronista o redactor por unos minutos, derrotar al periodismo profesional? Esa inquietud parece tener una respuesta, y esa respuesta es no. Si bien se complementan, una actividad no logra reemplazar a la otra. Y el progreso de esta actividad ha devenido en una nueva variante de periodismo, el formato conocido como crowdsourcing o community-funded, un esquema de periodismo por periodistas solventado en forma directa por el público. Un producto derivado del periodismo ciudadano, o Periodismo 3.0. Global Radio News, la primera y más grande red mundial de periodistas independientes, con más de 600 reporteros en 120 países, lanzó Global for Me (http://www.globalfm.com/). En este sitio, cualquier persona puede encargar un artículo sobre el tema que quiera, como si fuera el editor de un diario. ¿Cómo funciona? Este proyecto se autodescribe como la casa del periodismo para “vos”, y asegura que, cuando hay suficientes “vos” detrás de una historia, o sea, muchos interesados y dispuestos a donar dinero por esa noticia, GFM la produce. Así, uno puede sugerir temas o sumarse a los que ya figuran en el sitio, y donar dinero para que esa cobertura pueda ser realizada. Si entre todos se suman los fondos necesarios, un periodista de Global Radio News sale a hacer su trabajo. ¿Dónde está Osama Bin Laden?; ¿Se estaba escondiendo Karadzic cuando lo descubrieron?; Un reportaje a Barack Obama, son algunas de las propuestas.Según la explicación de sus creadores, GFM llega para cubrir una necesidad que nace a partir de la crisis, del ajuste presupuestario y de la caída de los ingresos publicitarios, que impide a los medios invertir en un periodismo de calidad. El objetivo final, entonces, es el de realizar coberturas periodísticas que incluyan la presencia en una conferencia de prensa, entrevistas, investigaciones, sobre temas que ni los diarios, ni la TV ni Internet ofrecen. Por una misión similar, en noviembre de 2008, David Cohn, quien recibió 340.000 dólares para testear su idea, lanzó Spot.us. Con un mejor funcionamiento y más rodaje que GFM, este sitio, que recibe un promedio de 10.000 visitantes únicos por día, afronta su tarea desde un ángulo distinto. En este modelo, son las personas (por lo general, periodistas) los que ofrecen y venden su propuesta de nota, incluyendo videos en los que explican a cámara la razón por la cual quieren realizarla, una descripción del trabajo que harían y cuánto quieren cobrar por ello. Se puede consultar el dinero que lleva recaudado cada artículo, y cuánto falta para que se haga realidad. A Jackson West le faltan tan sólo 30 dólares (ya recaudó 345) para iniciar su artículo sobre los “costos y beneficios de usar Twitter en los servicios públicos”.La CNN tiene, desde 2006, su propio portal de periodismo ciudadano, y está próxima a emitir su contenido número mil enviado por un periodista ciudadano. En Ireport.com las noticias las cubren y relatan siempre los usuarios. Mientras que, en los nuevos modelos, la participación está limitada únicamente a la votación y a la opción de donar, en Ireport la fórmula se invierte. Más de 311.000 personas de todo el mundo han enviado sus contenidos, que son seleccionados por la señal del grupo Time Warner, convirtiendo a estos ciudadanos en periodistas.Otros proyectos como NowPublic, GroundReport y CJReport siguen el mismo modelo, y tienen gran repercusión. Pero no es buena prensa todo lo que se publica. Un falso “ireport” sobre un supuesto ataque al corazón de Steve Jobs, creador de Apple, hizo caer 10 puntos las acciones de esta compañía, en octubre de 2008, y golpeó la credibilidad del periodismo ciudadano.
Fuente: Revista Debate
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