miércoles, 24 de abril de 2019

Los banqueros internacionales temen por el aumento de la fuga de capitales en la Argentina

El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés) alertó sobre la creciente fuga de capitales que podría tener el país al momento de acercarse el proceso electoral. En un informe publicado el martes, la asociación que engloba a 450 participantes del mercado (entre bancos, fondos de inversión, compañías de seguros, etc.) alrededor de 70 países, también pronosticó que esa presión dolarizadora impactará en las reservas internacionales que ostenta el Banco Central

La organización internacional con sede en Washington remarcó que la fuga de capitales por parte de los argentinos fue una característica definitoria de la balanza de pagos el año pasado

Afirman que los residentes tomaron u$s33.000 millones del país el año pasado, comparando con los u$s3.000 millones en salidas de no residentes entre el segundo y cuarto trimestre del 2018. 

"Los datos de alta frecuencia para principios de 2019 indican que la fuga de capitales nacionales se recuperó pero se mantuvo moderada. Vemos el reinicio de la salida de flujos como un riesgo, en el contexto de las próximas elecciones e incertidumbre sobre el momento de la recuperación", señala el IIF que acota que el hecho de que haya habido mucho dolarización el año pasado "acota" el riesgo. 

"Vemos a la fuga de capitales doméstica como un potencial punto de presión, en el contexto de acercarse a las elecciones y desafiar los objetivos fiscales. A pesar de los importantes ajustes realizados hasta el momento, Argentina sigue expuesta a pérdidas en sus reservas bajo un escenario pesimista", resalta la organización. 

Otras consideraciones del IIF sobre la Argentina marcan la agenda que los grandes jugadores del mercado financiero internacional tienen con el país:

-La incertidumbre sobre el desenlace presidencial del 27 de octubre también pesa sobre la perspectiva del país.

-La nueva política monetaria ha demostrado una capacidad limitada para controlar la persistente inflación, obstaculizando la trayectoria de la desinflación proyectada.

-La política fiscal será estricta, ya que las autoridades tienen que lograr el déficit primario cercano a cero este año, una reducción de más del dos por ciento del PIB. 

-Las opciones de política para apoyar a la economía son limitadas, ya que la consolidación fiscal deja poco margen para estimular el gasto antes de las elecciones en un contexto donde la alta inflación impide un relajamiento de la política monetaria.

-Mientras que bajar la inflación y cumplir con los ambiciosos objetivos fiscales son críticos para la estabilidad macro, señales dadas por los candidatos presidenciales en los próximos meses sobre las políticas posteriores a 2019 serán igualmente importantes para establecer las bases para una recuperación.

El IIF dice que después de una caída del 2,5% en 2018, el PIB "probablemente caerá nuevamente este año", aunque una recuperación a partir del segundo trimestre del año "debería sentar las bases para un crecimiento positivo en 2020".
Y resalta que si bien algunos de los indicadores de actividad de alta frecuencia apuntan a la estabilización en los primeros tres meses del año, la reciente presión sobre el tipo de cambio que provocó una reacción mayor del BCRA para ajustar el programa monetario alimenta dudas sobre el momento y la fuerza de la recuperaciónque tendrá la economía.

Fuente; iProfesional

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