miércoles, 19 de diciembre de 2012

El abuelo peronista de Ricardo Montaner

Laurentino Pantaleón Reglero era un obrero que vivía en Valentín Alsina y que con el advenimiento del peronismo en 1945, no solo se hizo peronista sino que se convirtió en militante y junto a sus compañeros de trabajo puso una Unidad Básica en el barrio. Con el paso de los años, aquellos muchachos peronistas de Valentín Alsina lograron que la reciéntemente creada Municipalidad de Lanús colocara un busto de Evita en la plaza principal del barrio, que estaba ubicada sobre la avenida que llevaba el mismo nombre del barrio. En septiembre de 1955, pocos días después del Golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático de Juan Domingo Perón, Laurentino y sus compañeros debieron soportar ver como los militares fusiladores destruyeron aquel busto de Evita que ellos habían hecho colocar en la plaza. Luego vinieron los dieciocho años de proscripción, las persecuciones, los asesinatos, y por fin en 1973 Don Reglero volvió a impulsar junto a los vecinos, la nueva instalación de un busto de Eva en la plaza. Cuando en 1976 el Golpe ya se veía venir, Don Laurentino se dijo a sí mismo que no iba a permitir que estos milicos le hicieran a "su" busto de Evita lo mismo que le habían hecho en 1955. Por eso, la noche misma del 24 de marzo, los muchachos de la Unidad Básica de Valentín Alsina se robaron el busto de la plaza y lo mantuvieron oculto, durante toda la dictadura, en la casa de la familia Reglero. Don Laurentino Reglero fue el abuelo de Ricardo Montaner. Cada vez que vuelve al barrio en el que nació y pasó su infancia, el cantante y compositor cuenta esta anécdota y agrega que durante los siete años y medio que duró la última Dictadura, Don Laurentino mantuvo guardado el busto de Evita en diferentes lugares de la casa, en la que todos sabían cuál era la procedencia y las razones por cuales "el abuelo" hacía lo que hacía. En 1983, ya con Manuel Quindimil en la Intendencia de Lanús, el abuelo de Ricardo Montaner le devolvió el busto de Evita a las autoridades elegidas por la voluntad popular, para que el mismo fuera repuesto en la plaza más imporante del barrio, ubicada en Perón y Paso de Burgos, donde todavía hoy permanece.

Fuente: anécdota de Patricia para el blog Conurbanos

1 comentario:

José Manuel Pallì dijo...

Brillante el abuelo Reglero. Ejemplo, ademàs, de algo que cada vez es mas escaso: las convicciones sustentadas por el agradecimento y la solidaridad, y no solo por el interés individual, que suele ser el sustento de los que se llenan la boca hablando de "convicciones" hoy en dia...