El rotativo El Día de Ciudad Real ha despedido a Carlos Otto-Reuss Cantón, uno de sus redactores, después de que publicara en su blog personal un artículo sobre la no concesión de la licencia de vuelo por parte del Ministerio de Fomento al Aeropuerto de Ciudad Real.
La empresa ha basado su decisión en un “comportamiento anómalo y contrario a las normas de buena fe y confianza”.
La carta de despido disciplinario emitida por El Día de Ciudad Real que Otto ha recibido recientemente decía literalmente: “... Al haber adoptado Vd. una actitud que puede ser calificada de incomprensible al confundir de manera imprudente el constitucional derecho a la libertad de expresión y la sana crítica con el tratamiento injurioso y vejatorio empleado contra distintas personalidades...”, reseña el diario madrileño El Mundo.
Para finalizar su sentencia, la corporación especificó la medida llevada a cabo en un comportamiento “que no puede ser tolerado a los profesionales que trabajan en este medio de comunicación”.
Y es que en su bitácora reprochaba las declaraciones de Juan Antonio León Triviño, el presidente de la promotora del aeropuerto, en las que tachaba de “barbaridad” la negativa del Ejecutivo central por no autorizar las licencias necesarias para poder operar.
“Esa desaprobación oficial se basa en que las instalaciones no habían superado la Declaración de Impacto Ambiental. Por ello, cuando el domingo leí esas afirmaciones, me indigné tanto que el lunes por la mañana antes de ir a la redacción a trabajar, decidí hablar sobre ello en mi blog”, ha señalado el periodista a elmundo.es.
Pero además de arremeter contra el máximo responsable aeroportuario, Otto-Reuss también atacó a uno de los principales accionistas de la infraestructura, Domingo Díaz de Mera, que, además, es el propietario del periódico para el que trabajaba.
Lo definió como “el verdadero capo culipardo”, por tener en su haber, además, numerosas empresas de construcción, inmobiliarias, varios medios de comunicación de Ciudad Real y ser el presidente del principal club de balonmano de la localidad.
Despedido en 24 horas
Los calificativos y minuciosos detalles laborales proferidos, debieron enfurecer de tal manera al empresario manchego que tan sólo un día después, el redactor de 24 años fue cesado de su puesto.
Respecto a cómo conoció la decisión, el afectado ha explicado lo siguiente: “Sobre las 13.15 horas del martes llegué a la sede del periódico y me comunicaron que estaba citado a una reunión con la gerente y el jefe de local. Yo ya me temía mi destino. Me echaron una bronca descomunal, me comentaron que nunca se habrían esperado ese comportamiento de mí, que estaba mordiendo la mano que me daba de comer y que, obviamente, iban a proceder a mi despido”.
Además, ha continuado exponiendo, “me ofrecieron firmar una baja voluntaria para no exponerme a un expediente disciplinario, a lo cual me negué rotundamente”.
Sin reconsideración empresarial
A pesar de que el desenlace de esta historia no se detalló en esa primera reunión, finalmente el despido ha sido irreversible al ser formalizado entre el periodista y los servicios jurídicos de la empresa.
“He ido al periódico y me han dado la carta de mi cese sin que esta vez me hayan ofrecido firmar una baja voluntaria. Hacen figurar el despido como procedente”, ha explicado a este medio el afectado.
Otto considerará las medidas que llevará a cabo: “A partir de este momento, ahora que todo ya está más tranquilo, voy a reunirme con personas cercanas a mí y con calma tomaré las decisiones que considere oportunas”.
“Soy consecuente”
Respecto a lo sucedido, Otto-Reuss no siente arrepentimiento: “El texto que yo firmé no era ni mucho menos un artículo periodístico, sino un género de opinión. Pese a ello soy una persona consecuente con lo que hago”, ha expresado. “Porque trabajos quizá pueda tener muchos, pero conciencia ciudadana sólo una”, ha rematado.
La empresa ha basado su decisión en un “comportamiento anómalo y contrario a las normas de buena fe y confianza”.
La carta de despido disciplinario emitida por El Día de Ciudad Real que Otto ha recibido recientemente decía literalmente: “... Al haber adoptado Vd. una actitud que puede ser calificada de incomprensible al confundir de manera imprudente el constitucional derecho a la libertad de expresión y la sana crítica con el tratamiento injurioso y vejatorio empleado contra distintas personalidades...”, reseña el diario madrileño El Mundo.
Para finalizar su sentencia, la corporación especificó la medida llevada a cabo en un comportamiento “que no puede ser tolerado a los profesionales que trabajan en este medio de comunicación”.
Y es que en su bitácora reprochaba las declaraciones de Juan Antonio León Triviño, el presidente de la promotora del aeropuerto, en las que tachaba de “barbaridad” la negativa del Ejecutivo central por no autorizar las licencias necesarias para poder operar.
“Esa desaprobación oficial se basa en que las instalaciones no habían superado la Declaración de Impacto Ambiental. Por ello, cuando el domingo leí esas afirmaciones, me indigné tanto que el lunes por la mañana antes de ir a la redacción a trabajar, decidí hablar sobre ello en mi blog”, ha señalado el periodista a elmundo.es.
Pero además de arremeter contra el máximo responsable aeroportuario, Otto-Reuss también atacó a uno de los principales accionistas de la infraestructura, Domingo Díaz de Mera, que, además, es el propietario del periódico para el que trabajaba.
Lo definió como “el verdadero capo culipardo”, por tener en su haber, además, numerosas empresas de construcción, inmobiliarias, varios medios de comunicación de Ciudad Real y ser el presidente del principal club de balonmano de la localidad.
Despedido en 24 horas
Los calificativos y minuciosos detalles laborales proferidos, debieron enfurecer de tal manera al empresario manchego que tan sólo un día después, el redactor de 24 años fue cesado de su puesto.
Respecto a cómo conoció la decisión, el afectado ha explicado lo siguiente: “Sobre las 13.15 horas del martes llegué a la sede del periódico y me comunicaron que estaba citado a una reunión con la gerente y el jefe de local. Yo ya me temía mi destino. Me echaron una bronca descomunal, me comentaron que nunca se habrían esperado ese comportamiento de mí, que estaba mordiendo la mano que me daba de comer y que, obviamente, iban a proceder a mi despido”.
Además, ha continuado exponiendo, “me ofrecieron firmar una baja voluntaria para no exponerme a un expediente disciplinario, a lo cual me negué rotundamente”.
Sin reconsideración empresarial
A pesar de que el desenlace de esta historia no se detalló en esa primera reunión, finalmente el despido ha sido irreversible al ser formalizado entre el periodista y los servicios jurídicos de la empresa.
“He ido al periódico y me han dado la carta de mi cese sin que esta vez me hayan ofrecido firmar una baja voluntaria. Hacen figurar el despido como procedente”, ha explicado a este medio el afectado.
Otto considerará las medidas que llevará a cabo: “A partir de este momento, ahora que todo ya está más tranquilo, voy a reunirme con personas cercanas a mí y con calma tomaré las decisiones que considere oportunas”.
“Soy consecuente”
Respecto a lo sucedido, Otto-Reuss no siente arrepentimiento: “El texto que yo firmé no era ni mucho menos un artículo periodístico, sino un género de opinión. Pese a ello soy una persona consecuente con lo que hago”, ha expresado. “Porque trabajos quizá pueda tener muchos, pero conciencia ciudadana sólo una”, ha rematado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario