miércoles, 7 de diciembre de 2011

Morbonoticias

La semana pasada, antes de partir unos días a las Sierras de Córdoba, los medios masivos de comunicación estaban impregnados de sangre con la terrible noticia sobre el asesinato de un nene a manos, según circuló, de su padrasto. Móviles, enviados especiales, analistas, psicólogos y toda clase de especialistas se dedicaron a consumir horas y horas de aire con datos y pormenores escabrosos sobre el episodio. Obviamente, nada que aportara definición alguna sobre el aberrante hecho, sólo circo televisivo, radial y gráfico fue lo que aportó el holding de empresas que administran medios en nuestro país. A la vuelta, luego de una desintoxicación importante en materia de zapping, creí que el tema todavía estaría en boga y quizás podría enterarme algo más relevante sobre semejante acontecimiento, más que nada, después de pasada la vorágine de morbosidad de las primeras horas luego de cometido el crimen. Sin embargo pude enterarme al respecto. El nuevo múltiple asesinato de cuatro mujeres en La Plata había colmado las pantallas, diarios y frecuencias de AM y FM. Allí lo vi al abogado Burlando contando que había que analizar un cuchillo tramontina que había sido enterrado en la garganta de una de las víctimas. La data necrófila siguió con un palo de amasar lleno de sangre y no se cuantas otras barbaridades más ¿de qué sirven todos estos detalles ezpelugnantes? ¿cómo se puede salir tranquilamente a dar esa serie de ?. Los familiares de los muertos tienen que escuchar y ver esta puesta en escena para sumar rating sin que nadie los proteja. Gracias al cielo hace varios años que dejé de seguir estos casos que tienen un trasfondo mucho más complejo que el que vemos por la tele. Para quienes deciden los contenidos de los principales medios parece que la idea es transmitirnos en vivo y en directo las autopsias de una serie de ciudadanos que son víctimas de esa misma lógica mercantilista y autodestructiva.

No hay comentarios: