sábado, 19 de octubre de 2013

Ángela Lerena: “Soy de izquierda gracias al fútbol y a que voy a la cancha”

El fútbol tiene la capacidad de unir, casi por naturaleza, clases sociales, religiones, culturas, geografías, edades e ideologías políticas. Todo se confunde en una cancha de fútbol. Pero su gran deuda, en este aspecto, es la inclusión de la mujer; al menos, en Argentina. En los últimos años, la mujer supo generarse un espacio cada vez más amplio en este mundo, pero aun así el machismo impera en cada vestuario, en cada tribuna y en cada redacción. Ángela Lerena es una de las mujeres que se atrevió a romper con esos órdenes en todos los escenarios: en el vestuario, como periodista, al compartir viajes con planteles; en la tribuna, desde los 13 años, y en las redacciones periodísticas, desde los 19. Sin embargo, no se conforma. Hoy, a los 37, casada y con Victoria, su nena de 7, quiere romper más barreras machistas y se metió de lleno en el mundo de la política: aceptó la propuesta del Partido Comunista para integrar la lista de Alternativa Popular (AP), colectora del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires, de cara a las venideras elecciones legislativas. En charla con El Gráfico Diario, Ángela explica sus motores, aprendizajes y aspiraciones en este nuevo emprendimiento: “Trato de desarrollar la persona que soy: mis gustos, mis posibilidades, mis proyectos. En general, siempre encontré muchas dificultades para tratar de ser quien soy. Pero trato de superarlas porque la única alternativa es no ser quien soy y eso es lo único que no puedo ser”, sentencia.

–Tu experiencia en el periodismo deportivo, ¿te ayuda en el mundo de la política?

–Me ayudó a entender que no dependo de la mirada de los demás. Estoy acostumbrada desde muy chica a que me digan “el fútbol no es para las mujeres”, “está mal que vayas a la popular”, “está mal que seas periodista de deportes”. Tantos límites encontré, que ya me acostumbré a no prestarles atención. En la política es lo mismo. Mucha gente me dice “eh, como periodista me gustabas, pero ahora no”. Yo quiero hacer esto. Tratando de no lastimar a nadie, los derechos que voy a priorizar siempre son los míos.

–¿Te imaginabas hace 20 años dónde estás ahora?

––Bueno, por ahí sí. Me encanta la política. Te voy a abrir el corazón un poco: soy de izquierda y pienso como pienso gracias al fútbol y a ir a la cancha. Yo crecí en una popular. Desde que iba a un colegio privado, bastante conservador, en San Isidro, y empecé a ir a la popular y a conocer gente muy diversa. Ahí, me di cuenta de que las personas que me rodeaban en mi ámbito original, no veían esas realidades tan diferentes. Viven aislados de los verdaderos problemas de la sociedad y, a la hora de votar, no los tienen presente. Yo no quiero ser así. Quiero tener los ojos abiertos. Esa apertura de visión la llevó por un camino en el cual le dio forma, de a poco, a sus ideales. “Primero me hice humanista. Amo a la gente. Siempre veo lo bueno de las personas. La sociedad nos lleva, a veces, a sacar lo malo de cada uno. Pero se puede hacer una sociedad diferente, más justa. Cuando llegué a la facultad, le puse nombre y apellido. Me di cuenta de que era marxista. Las soluciones que propone el marxismo hay que adaptarlas al siglo XXI, pero tiene que ver con la igualdad y con que todas las personas tengamos las mismas oportunidades. Que no haya privilegios. Siempre estoy a favor de igualar para arriba, no para abajo. Quiero que todos seamos lo más ricos posible, pero todos. Más ricos, no sólo en dinero, sino también en cultura, en amor, en amistad, en ecología. Pero todos. No me sirve que sólo sea un 10% feliz y el 90% restante no llegue a fin de mes. Hace muchos años decidí que voy a hacer todo lo posible por tener una sociedad así. Ahora, me toca hacerlo públicamente. Esto tiene sus costos, despierta mucha agresividad en algunas personas y no me gusta la agresividad. Pero es lo que me toca.” Es la primera vez que Ángela muestra en carne viva su costado político. Pero su militancia comenzó mucho antes: en las filas del Partido Comunista (PC) y en el Colectivo de Trabajadores de Prensa. “Estoy vinculada a la política hace muchos años; desde la facultad. También al sindicalismo. En prensa, fui delegada de los trabajadores del diario Crítica. Si bien no lo hice muy público, la gente que tengo alrededor sí lo sabe y les parece un paso lógico que me presente a una candidatura. De todas maneras, mi rol principal es ser periodista.”

–¿Qué te sedujo de Alternativa Popular?

–La lista. Está formada por referentes de distintas áreas (PC, Frente Progresista, Frente para la Victoria, agrupaciones como La Colectiva y La 17 de Agosto, entre otras. Es gente que tiene trabajo en el territorio, en el sindicato, en las escuelas, en los barrios. Coincidimos en las ideas. Cada nombre es muy valioso y tiene mucho para aportar. Desde un plan de urbanización para la Villa 31, la lucha contra la violencia de género, contra la precarización laboral. Además, la línea en general de AP apoya el curso que está tomando el país con el proyecto nacional, pero se reserva su autonomía para decir lo que creemos que falta para seguir creciendo como país. Es un reconocimiento a que hay izquierda dentro del kirchnerismo.

–¿Cuáles son las luchas primordiales?

–La prioridad es la vivienda. En la Ciudad hay muchísimos departamentos vacíos, casas vacías y hay cada vez más gente sin hogar, más gente alquilando. Tiene que haber un plan de viviendas. Tiene que haber una urbanización de los barrios y las villas miseria. Necesitamos un sistema de transporte que haga recorridos profundos, que organice profundamente la Ciudad. Necesitamos que haya planes para preparar y formar a jóvenes para su primer trabajo. Hay que terminar con la precarización; con la cantidad de gente que no está en blanco y que no tiene ningún aspecto de protección que las leyes laborales les dan. Son diez puntos en los que nos pusimos de acuerdo. A veces, las etiquetas, los colores y las banderas parecen que nos distanciaran. Pero cuando tenés muy en claro lo que querés hacer, es muy fácil ponerse de acuerdo.

–Hay temas que plantean en los cuales pueden encontrar mayor oposición dentro del kirchnerismo. Por ejemplo, la discusión sobre el aborto libre y gratuito. ¿Cómo piensan encarar esa discusión?

–La intención es, al menos, visibilizar algunos temas; discutirlos. No pretendemos que se aprueben de un día para el otro porque nosotros queremos. En el caso del aborto, proponemos que cada mujer pueda decidir sobre su cuerpo. En principio, tenemos un plan para trabajar mucho en educación sexual. Pero también queremos que el aborto sea una posibilidad para aquellas que quedaron embarazadas y no pueden o no quieren tener ese bebé, que sepa que ella es dueña de su cuerpo. Hay muchas mujeres que mueren por abortos clandestinos todos los días. Y son mujeres pobres, porque las mujeres que tienen dinero se hacen abortos de manera segura, en las clínicas privadas. Esto se sabe. Yo no lo haría. No aceptaría hacerlo. Pero entiendo que hay otras mujeres que sí y quiero luchar para que no tenga que ir presa o morir por eso y quizás dejar otros hijos sin su madre. Vale la pena discutirlo.

–¿Cuáles son tus objetivos en lo personal?

–Para mí, Ángela, no tengo. Para mis ideas, sí. Me gustaría que cada vez el sistema que nos regula se vaya transformando en un sistema más humano, que no priorice el dinero, sino las vidas. Siempre tengo una frase de cabecera del Che Guevara, que dijo: ‘La vida de un solo ser humano vale más que todas las corporaciones del mundo.’

Fuente: El Gráfico 

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy lindo pero comes de la derecha de tn , porque no vas a cuba a levantar el arroz de los campos !!!!!