Se acabaron las especulaciones, operaciones, hipótesis y teorías. Después de una semana con una dura interna que dirimir en el frente gobernante, la vicepresidenta Cristina Kirchner, principal jefa política del espacio, el titular del Poder Ejecutivo, Alberto Fernández, y el jefe de la cámara baja, Sergio Massa, presentaron oficialmente las listas electorales de cara a la Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 12 de septiembre y las legislativas del 14 de noviembre.
Algunos candidatos fueron a firmar las actas para ingresar en las boletas a Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo, mal utilizada para una actividad de neto corte partidario. En el despacho del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien pudo sostenerse en el cargo pese al derrotero camporista para transformarlo en cabeza de lista en la Provincia de Buenos Aires, selló su candidatura la, hasta ahora, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, esposa del amigo presidencial y ex secretario de medios de CFK, Enrique Albistur. Para el acto íntimo se encontraban allí, entre otros, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, su par de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el encargado de la cartera de Desarrollo de la Comunidad de la PBA, Andrés Larroque, y su segundo en la lista, el en breve ex ministro de Salud provincial, Daniel Gollán.
Los primeros seleccionados para encabezar las boletas del oficialismo nacional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el legislador y asesor de Fernández, Leandro Santoro, y la diputada nacional hasta el 9 de diciembre de este año, Gisela Marziotta, estamparon su firma para subirse a la pelea electoral en la sede del Partido Justicialista porteño, en la calle San José 180.
El lugar elegido en la mañana de este sábado para hacer el lanzamiento fue la fábrica de productos de limpieza Queruclor, una empresa familiar ubicada en la localidad de Garín, en el partido de Escobar, cuyo intendente del FdT es Ariel Sujarchuk. Allí estuvieron los protagonistas de la jornada con discursos que dieron inicio a la campaña con un discurso que intentó, por sobre todas las cosas, resaltar la unidad, las críticas a la administración anterior de Cambiemos, en particular por el endeudamiento externo retomado por Mauricio Macri.
A Sujarchuk, recientemente recuperado del Covid-19, como anfitrión, le tocó abrir el acto y en primer lugar ceder la palabra a Massa, quien expresó que el proceso de crecimiento que tenía proyectado el Gobierno quedó en pausa por culpa de la pandemia.
La ex mandataria y actual líder del Senado, Cristina Fernández, hizo una recorrida por los mandatos de su fallecido esposo, Néstor Kirchner y los dos propios. Se refirió a la situación sanitaria tomando como ejemplo un caso en que una persona no recibió la asistencia correspondiente en una prepaga y fue asistida en un hospital público atravesando ahora una gran depresión debido a la coyuntura pandémica. De ese modo afirmó que nunca se dio esta situación sanitaria en una contienda en las urnas. Pidió ser cuidadosos y tratar de «inaugurar una nueva forma de discutir y debatir en la República Argentina, lo reclamó «en homenaje a los que ya no están», y declaró: «que no sea para el marketing o ver quién da la frase más ingeniosa para que te la levante el vídeograf» en la pantalla de la tele», para pasar a discutir políticas, «de las equivocaciones, de los errores, de los aciertos también». Además reclamó a los dirigentes de las distintas fuerzas (en sus distintas versiones), que han gobernado el país, que se hagan cargo «de las ideas que hubo».
Las críticas de CFK fueron dirigidas, igual que las de su Presidente, especialmente al macrismo, asegurando que «no todas las consecuencias de los que han estado en el gobierno son iguales». Las diatribas a Cambiemos fueron dirigidas especialmente por el endeudamiento contraído durante los cuatro años de su administración, en contraste con lo que la dirigente definió como el «desendeudamiento» de las gestiones kirchneristas. En ese contexto, manifestó que el tema es discutir «cómo de va a pagar, quienes la van a pagar», al Fondo Monetario Internacional.
«La Argentina durante 12 años y medio, después del desastre del 2001 y el 2003 creció en base a la producción y al trabajo», reflexionó la ex presidenta, y agregó, «ahora va a ser mucho más dificultoso porque tenemos una deuda más pesada, por eso creo que esta es una oportunidad para que las fuerzas políticas en la Argentina hablemos sin beneficio de inventario». “Creo que esta es la última oportunidad que vamos a tener como país si no encontramos una solución conjunta”, advirtió.
Sobre el final de su alocución, la vice apuntó que “el marketing y el coaching, por favor, se nota cada vez más, al principio era novedoso, carita, saltitos. Todo era novedoso. Acostumbrados a nosotros, que somos rudas y rudos, la novedad del saltito y la cosita era… Con saltitos y risitas no vamos a ninguna parte. Por eso les pido a quienes nos van a representar como diputados y como diputadas que hagamos todo lo necesario para que podamos discutir racionalmente”, y cerró «lo que nos decían que teníamos que hacer nosotros durante doce años y medio, ellos lo hicieron en cuatro y así estamos. Entonces un poco de honestidad intelectual por parte de todos y todas, y discutir en serio como vamos a sacar a la Argentina después de la pandemia. Hay una experiencia, mejorémosla, pero que nadie intente decir que tenemos que volver a ser lo que en cuatro años casi nos lleva al tacho a todos».
Por su parte, el presidente Fernández hizo foco especialmente en la gestión de la pandemia, repitió que “la puerta de salida está ahí nomás” y prometió que dentro de poco tiempo los argentinos podrán volver a compartir asados, ir al cine, presenciar partidos de fútbol. “Volveremos a ser felices en una Argentina más justa e igualitaria”, garantizó.
Los Fernández resaltaron el contraste entre los perfiles de sus candidatos y los de la oposición. “Nosotros somos gritones, nos malhumoramos y a veces se nos va la boca. Somos militantes de toda la vida. No tenemos un coaching que nos dice lo que hay que decir”, subrayó el jefe de Estado con énfasis.
En Provincia de Buenos Aires Tolosa Paz y Gollán enfrentarán al ganador de la interna de «Juntos», el ex vicejefe y ministro de Seguridad porteño, Diego Santilli y el neurocirujano radical, Facundo Manes. En CABA, liderada por el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, irán contra Santoro y Marziotta, la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal y el economista, Martín Tetaz.
El jefe de la Casa de Gobierno le dedicó una parte de su discurso a la polémica carta de la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, dirigida a la Federación Rusa para exigir que lleguen las vacunas Sputnik V con el componente 2 que se adeudan.
“Lo único que estamos haciendo es pedirles por favor que nos manden las vacunas que se comprometieron a mandar. Y dicen que detrás de todo eso hay un conglomerado geopolítico. Le digo a un país “por favor cumplan”, y de ese modo me estoy sometiendo a ellos, «yo no entiendo cómo ocurren estas cosas. Lo hacen con un descaro que asombra”, reprochó Fernández, y además destacó la continuidad del reconocimiento de derechos en su gestión.
«En un momento muy difícil nos animamos a hacer algo que el mundo hoy debate cómo hacerlo. Decidimos que las grandes fortunas, a los que les va mejor, colaboren en esta Argentina, en esta crisis, con los que peor están», y puntualizó: «nosotros lo que queremos es lo mismo que dijimos con Cristina a lo largo de toda la campaña, que la Argentina se ponga de pie de una vez y para siempre, eso es lo que más deseamos. Cuando todos nos decían que era imposible fuimos de los primeros países del mundo en traer la vacuna y empezar a vacunar a su gente. Nos dijeron, hicieron un acuerdo geopolítico con Rusia, después llegaron las vacunas de Oxford, de Suecia, de China, ahora de Estado Unidos (..) para nosotros cuidar a los argentinos no es parte de un discurso electoral, es un imperativo ético, moral. Para eso abrazamos la política. Con esa convicción, con esa certeza vamos a estar al lado de los que más necesitan, porque yo sé cuántos argentinos, cuántas argentinas, hoy necesitan del Estado, y no vamos a dudar en estar cerca de ellos», señaló Alberto Fernández, quien concluyó diciendo «venimos a traer a nuestro mejores hombres y a nuestras mejores mujeres. Todos han trabajado codo a codo con nosotros en este tiempo».
Al término de la actividad en Escobar, otra vez varios dirigentes volvieron a la oficina de Cafiero en Casa Rosada, donde los candidatos debían firmar las actas que sellan sus candidaturas. El Frente de Todos definió los primeros 5 lugares de una nómina que tiene lugar para 35 nombres y apellidos. Número tres ingresó la funcionaria del Ministerio de Transporte, Marcela Passo, que pertenece al Frente Renovador de Sergio Massa. En el cuatro, el gremialista de La Bancaria, Sergio Palazzo, y en el quinto, la senadora bonaerense Agustina Propato, esposa del ministro de seguridad de la PBA, Sergio Berni.
También fue inscripto en la nómina el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, que va en el lugar décimo segundo, decisión que sella su derrota en la cartera que dirigirá hasta noviembre contra Emilio Pérsico Movimiento Evita y Daniel Menéndez (Barrios de Pie), ahora asociados. Sexto quedó Leopoldo Moreau, el radical va por la reelección, séptima se ubicó a Vanesa Siley (gremialista del Poder Judicial y actual diputada nacional), octavo firmó Hugo Yasky (diputado y referente de la Central de Trabajadores Argentinos), novena, Constanza Alonso (concejal de Chivilcoy e integrante de La Cámpora), y en décimo, Julio Pereyra, quien es diputado provincial y exintendente del partido de Florencio Varela.
Habrá internas en algunos distritos y provincias pero, el resultado general que se ve en las boletas marca a las claras que se impusieron los candidatos asociados al «cristinismo». Ahora comienzan los actos de campaña mostrando gestión y una batería de medidas económicas que está preparando el ministro de Economía, Martín Guzmán. Se verá muy seguido a los Fernández juntos en escenarios del Conurbano y algunos distritos provinciales. Las encuestas que tiene el oficialismo preocupan, pero no hacen perder el optimismo a los operadores frentistas, que se encontraron con un beneficio extra que no esperaban; un fuerte fraccionamiento opositor y estrategias del larretismo que fueron celebradas en Casa Rosada. Esa coyuntura genera esperanza pero tiene como límite un antecedente a tener en cuenta: el kirchnerismo no obtuvo ningún triunfo en elecciones de medio término estando en el poder.
Fuente: Juan Pablo Peralta para Corrientes de Tarde
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