viernes, 17 de junio de 2022

Cristina Kirchner juega sus últimas fichas para cambiar el rumbo económico de Guzmán

En la sede del Poder Ejecutivo, la sensación de que en un sólo día ocurren las cosas que podrían pasar en meses, es generalizada. A la agenda oficial de Alberto Fernández, atada a anuncios como el de un cambio de jerarquización para investigadores del CONICET el día lunes, se alterna otra de reuniones paralelas que no son comunicadas por la vocería presidencial. La caída de los mercados globales y de los activos locales fueron prioridad en una jornada negra en materia financiera.  

Es por ello que al iniciar la semana todos esos cónclaves tuvieron que ver específicamente con, entra otras cosas: el dato de la inflación que se avizoraba, la suba del dólar blue y el Riesgo País, la compleja búsqueda de financiación y renovación de vencimientos en el sector público y privado, la caída de los bonos atados al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), y el drenaje de las reservas del Banco Central que no cesa.

El martes a las 15:30 llegó a Balcarce 50, el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, y ya se encontraban en la Casa: el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, el  ministro de Economía, Martín Guzmán; el Canciller, Santiago Cafiero; el jefe de Gabinete, Juan Manzur Julio Vitobello (Secretario General de la Presidencia). Todos juntos testearon el número del Índice de Precios al Consumidor del pasado mes de mayo, que fue de 5,1 por ciento. Minutos después, salió por explanada y sin hacer declaraciones el mandamás del Palacio San Martín. Guzmán le siguió apresurado  y fue interceptado por algunos periodistas acreditados que lo seguimos en su caminata al Palacio de Hacienda. "No voy a hablar ahora. Eso lo debo coordinar con mi equipo de prensa", nos dijo a paso acelerado y junto a un par de sus asesores.

Sin dudas, era elocuente el gesto de preocupación del funcionario que más presiones está teniendo desde todas las facciones que integran el Frente de Todos. Nadie quiso hablar en on al respecto, y tampoco sobre el incremento de la moneda estadounidense que llegó a los $224 por unidad. Únicamente en off, un colaborador presidencial, que ya no confía en el discípulo de Joseph Stiglitz, dijo en el Patio de las Palmeras: "4,9% era un dibujo, 5,2% chau! afuera!! y 5,1% es un alargue”. Un turbio diagnóstico que se refleja en gran parte del funcionariado nacional. Es que el 60,7 por ciento interanual es una cifra que no se veía desde hace 30 años. 

Vale decir que en términos técnicos, cada punto de inflación equivale –aproximadamente- a 500 mil personas que ingresan o salen de la pobreza. Sin embargo, esta vez, esa lectura del punto menos en el IPC con respecto a abril, fue registrado por el conjunto de la sociedad como una simple teoría académica.

A la escalada del valor de la carne, que acumula 68, 4% (y determina en el país una caída del consumo histórica que no se daba en 100 años), se agrega la intentona del flamante secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, por achicar la brecha entre el valor de los productos alimenticios del programa Precios Cuidados –que cada vez son menos) y los no regulados, que han generado desabastecimiento. Por ahora -y para descomprimir- el sucesor de Roberto Feletti aprueba aumentos de las mercaderías y en las tasas de interés de planes como el Ahora 12.

Con respecto al avión de bandera venezolana y procedencia iraní con tripulación de ambos países que todavía está en territorio nacional, Casa Rosada dio un mensaje a través de su portavoz Cerruti: “Es una novela periodística” que está en manos de la Justicia. Bajar el tono a los dichos del jefe de la cartera de Seguridad (Aníbal Fernández) y el nuevo de la AFI, Agustín Rossi, fue la indicación que bajó desde el despacho del presidente Fernández, donde aguardan que el tema se disipe a la brevedad.

A mitad de semana, Manzur convocó a otra reunión del Gabinete nacional, que en este caso tuvo la participación del jefe de Estado. Más allá de los rumores sobre discusiones en elevado tono de voz (entre dos ministros) que subieron la temperatura del evento, en rueda de prensa posterior -esta vez en el Salón de Pueblos Originarios- el ministro coordinador se encargó de calmar las aguas y  reiterar su clásico: “Tocamos todos los temas y el Presidente nos pidió que redoblemos los esfuerzos”. Antes, las fotos oficiales que enviaba el dispositivo comunicacional de la administración central, publicó una postal donde sobresalía la ausencia de Guzmán, y otra donde el economista estaba presente en un paso fugaz de 10 minutos por el Salón Eva Perón.

Lo que no pasó desapercibido fue el mensaje que el tucumano arrojó frente al periodismo: "El ministro (Guzmán) está trabajando bajo indicación del Presidente en determinadas acciones que se van a tomar en los próximos días (...) Vemos una tendencia decreciente (de la escalada inflacionaria)", señaló el tucumano y agregó: "Bueno, pero esto hay que ver de qué manera podemos sostenerlo a lo largo del tiempo". Otro alto mando que marca la cancha al polémico licenciado en economía platense que va perdiendo respaldo en distinto ámbitos.

Según operadores del Instituto Patria, los vaivenes del gasoducto Néstor Kirchner son “daños colaterales” del objetivo de máxima: la salida de Matías Kulfas. Lo demás ya se evaporó en tribunales, una vez que el juez Daniel Rafecas archivara la causa, ya que el ex ministro de producción se desmintió a sí mismo ante el Magistrado.

Desde el Ejecutivo, hubo otra tentativa de desprestigiar a la “familia judicial”, cuando en un acto en el Museo del Bicentenario para firmar un convenio de fortalecimiento de la formación policial entre Seguridad (Aníbal) y Educación (Jaime Perczyk), el propio Fernández se dirigió al presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz al responderle: “Allí donde hay una necesidad, hay un derecho, aunque algunos jueces no lo entiendan”. El letrado había catalogado a esa idea como una “proclama populista”. Martín Soria (Justicia) directamente lo calificó de empleado de (Héctor) Magnetto, CEO del Grupo Clarín.

A mitad de semana, llegó finalmente el juramento de Daniel Scioli como nuevo ministro de Desarrollo Productivo. Sorprendió la gran convocatoria a la ceremonia que se hizo también en el Museo de Casa de Gobierno. Estuvo casi todo el Gabinete, exfuncionarios del exmotonauta en la Provincia de Buenos Aires -en sus épocas de gobernador-, referentes del sector PyME (al que garantizó prioridad), y muchos personajes del mundillo político de los ’90. Algunos hasta creyeron ver el fantasma de su mentor, Carlos Corach, quien ocupó altos cargos en el gobierno de Carlos Menem. En la última silla de la vieja Aduana Taylor se llegó a divisar al exsubsecretario de Obras Públicas, detrás del detenido hombre de los bolsos José López, se trataba del multiprocesado Abel Fatala, quien estaba un renovado look que lo hizo pasar desapercibido: una colita a modo de rodete entrecano en la mollera.

Un conocido dirigente bonaerense que hoy tiene buenos lazos con lo que queda del “albertismo” arrojó una frase -al pasar- que generó risas generales entre quienes la oyeron: “Esto es volver al futuro ¿no?”. Hacía pocas horas que se conocía la suba de tasas de interés de la FED de los EEUU (un 0,75%; la más alta desde 1994), algo que generó más preocupación en Rosada y Hacienda, y por supuesto, en las aspiraciones productivas del ahora ex embajador argentino en Brasil.

De todos modos, terminada la jura (que incluyó un reconocimiento del mandatario al despedido Kulfas) donde también estuvo Agustín Rossi -que debe esperar la aprobación del Senado de su pliego que oficialice su labor en la AFI- Scioli brindó una mini conferencia en la que apuntó a Mauricio Macri: "En 2019 la gente dijo únanse, no aguantamos más el ajuste, los aumentos de tarifas, el desmantelamiento del aparato productivo, etc". Según él, el gobierno de Alberto Fernández tiene indicadores de avance como el empleo y la producción.

No pasó mucho tiempo desde la asunción para que el asumido titular de la cartera de Desarrollo Productivo empezara a mostrarse activo a través de su equipo de comunicación. Reuniones en el INTI, otra con Perczyk (Educación), y una agenda que promete parecerse mucho a la de Manzur en sus primeros días al frente de la jefatura de Gabinete, actividades que hoy pasan desapercibidas.

No faltan los operadores que indican que al titular del Ejecutivo, si hay algo que le molesta, “es que le quieran copar la banca”. Si le pretenden meter otro comisario, va a actuar en consecuencia”, destacaron desde despachos leales al Presidente.

Esas declaraciones privadas apuntarían a que persiste la avanzada cristinista, que con Sergio Massa como delegado, pretende tomar las riendas del programa económico en el último año de administración. El esquema de segmentación de tarifas (de luz y gas) que dio a conocer Hacienda “es de una irracionalidad insólita”, manifestó un referente del Frente Renovador, que entiende que el hecho de que todos los usuarios –especialmente los de clase media- deban demostrar que no ganan por arriba de 333 mil pesos (tres canastas básicas y media) y encima tener que registrarse firmando una declaración jurada “es comprarse otro problema sin necesidad”.

La última conferencia de prensa de la portavoz Cerruti, que cada vez se muestra más distanciada de la mayoría de los periodistas y de sus propios colegas en Rosada, generó muchas polémicas. La funcionaria con rango de ministra aseguró algo que nadie garantiza. Se trata de que no se va a endurecer el cepo a las importaciones. El eufemismo que hacen circular en off the records hombres cercanos a Guzmán es que se “fijarán prioridades para autorizar importar''.

En otro tramo, la vocera de Presidencia respondió a PolíticayMedios sobre los dichos de la vicepresidenta Cristina Kirchner, con respecto a que, por primera vez, en Argentina hay trabajadores en relación de dependencia que son pobres. En esa línea, Cerruti reconoció que "algunos salarios pueden haber quedado retrasados con respecto a la inflación, si por supuesto", afirmó.

El dato que generó polémica, como réplica a nuestra consulta, fue que en Argentina “nosotros estamos generando alrededor de 20 mil nuevos empleos por día, estamos en una cifra histórica de empleos en la construcción”, aseguró Cerruti sin tener en cuenta que esas cifras son irracionales. Lamentablemente no dio una fecha para las subas en el transporte público en la zona del AMBA que llegarán al 40%.

En la noche del jueves se supo que con 21 provincias sufriendo faltantes de Gasoil (datos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas), el Gobierno autorizó que a partir de las 00hs de este viernes ese combustible suba un 12%. Algo que marca que la inflación de junio sigue creciendo y no podría estar por debajo del último índice de mayo.

En la previa al feriado largo, mientras Fernández se reunía con el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá en su despacho, se supo que la senadora Kirchner va a exponer en el plenario de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) que conduce Hugo Yasky. Allí estará junto al ministro de Vivienda y Hábitat -además de intendente de Avellaneda en uso de licencia- Jorge Ferraresi. El anuncio que ella misma publicó en sus redes promete tocar temas de producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria. Todo bajo la consigna “La Vigencia de Belgrano: Estado, Mercado y Precios”.

Se infiere que la jefa política del FdT bajará los lineamientos que deduce, deberá emprender la coalición que conformó junto a su ex socio Fernández y el “mediador” Massa. En particular, de cara a las elecciones del año próximo, donde no dejan de sorprender las encuestas.

Según la consultora Circuitos, CFK no deja de crecer en intención de votos en territorio bonaerense, mientras le sigue -a 4 puntos- Mauricio Macri. Pese a que hay otros distritos de peso donde el kirchnerismo lleva las de perder, la referencia a la PBA es estratégica. El alejamiento de la vicepresidenta de las políticas económicas de su elegido en 2019, es notorio: 26 puntos de diferencia con un pelotón encabezado por el líder del FR, que está muy lejos de ambos.

Las pocas posibilidades de Sergio Massa de ser competitivo en el Peronismo en este contexto, lo impele cada vez más a encabezar los cambios que haya que hacer en el plano de la economía. Ese equipo que espera agazapado la caída del "guzmanismo" es vital para el tigrense y fundamental para Cristina. 

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política y Medios (PYM). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de @JuamPaPeralta

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