viernes, 18 de noviembre de 2022

Alberto resiste encolumnarse detrás de CFK pero eso lo debilita en el FdT

Con la ausencia del presidente Fernández en Argentina durante diez días, Casa Rosada volvió a ser una postal de las épocas de la pandemia. Una foto que se repite cada vez que el jefe de Estado hace alguno de sus multitudinarios viajes. Es que la mayoría de los funcionarios que conforman el “albertismo” y habitan Balcarce 50 se subieron el miércoles pasado a un avión que los trasladó a Francia con el fin de asistir al Foro por la Paz que organizó Emmanuel Macron.

El periplo generó polémicas porque otra vez se pusieron abundantes sumas en dólares del Estado para participar de actividades que, en el contexto del grave cuadro de situación que atraviesa el país, podrían haberse realizado de manera virtual. Al menos hasta que se calme la febril tormenta económica.

Es que el Mandatario llevó con él una delegación, que entre funcionarios, asistentes, asesores, custodia y unos 20 periodistas –que fueron trasladados en la misma aeronave- superaron las 50 personas. Lo de “comitiva reducida”, que informó la vocería presidencial quedó en una suerte de fake news.

También generó controversia el dedo arbitrario de la secretaría de Comunicación y Prensa de la Presidencia (además de vocera), Gabriela Cerruti, a la hora de seleccionar a dedo qué medios y reporteros participaban de la cobertura del recorrido. Una manera de fomentar la lógica de “premios y castigos” que el área de portavocería impone en todos los temas vinculados al trato con la prensa, que obviamente no es en términos democráticos, igualitarios, y mucho menos antidiscriminatorios, sino todo lo contrario.

Cuando la nave aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle, ya circulaban datos que indicaban que sólo en el alquiler del chárter de Aerolíneas Argentinas -para cubrir el trayecto Buenos Aires-París-Bali- se pagaron 909 mil dólares. Además, en la Ciudad Luz, se optó por el lujoso Hotel Regina de cinco estrellas, que tiene un valor de entre 545 y 595 euros la noche ($160mil). Con el impuesto al gasto en el extranjero el costo llega a $200mil. En Indonesia se eligió otro lugar suntuoso como hospedaje; el opulento Hotel Meliá, que no baja de los 132.59€ la estadía diaria. A esto hay que agregar todos los viáticos y desembolsos hechos en Madrid, donde se cerró el periplo, y a su vez, los realizados en Roma, donde la primera dama, Fabiola Yáñez, llevó su propia agenda vinculada al bullying y las Scholas Ocurrentes del Papa Francisco, por quien fue recibida en el Estado Vaticano. 

Ya en Europa, el titular del Ejecutivo logró lo que tanto anhelaba: mostrarse abrazado a su par francés y estar por fin alejado de la interna del Frente de Todos, que va en línea con el duro trance que viven las finanzas locales. Las fotos y vídeos de las reuniones y sucesos del coloquio pacifista pasaron desapercibidas a los ojos del periodismo vernáculo. La idea de postular que Fernández llevaba un plan de tregua para ofrecer en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania no tuvo la recepción esperada por sus colaboradores, ya que se convirtió en el primer meme de la gira, en el que se comparaba esa supuesta propuesta con aquella guerra que el Presidente había prometido entablar contra la inflación -allá por marzo de este año- y que con el discutible 6,3% que se dio a conocer desde el INDEC con respecto al mes de octubre (y un 88% interanual), advierte que ni siquiera hay posibilidades de dar comienzo a un simple armisticio doméstico.

Ya en el G20 en Asia y desarrollando una serie de encuentros, cenas, exposiciones, Alberto Fernández debía intervenir en la apertura oficial del acontecimiento. En cambio, luego de fotografiarse con su homólogo indonesio, Joko Widodo, sufrió una descompensación por la que repentinamente se mareó en consecuencia de una hipotensión y tuvo que ser trasladado al Sanglah General Hospital de Bali, donde se le diagnóstico, luego de algunos estudios, una gastritis erosiva con sangrado. Algo que preocupó a su entorno. Quedó de lado su discurso, que tuvo que dar el Canciller Santiago Cafiero, y también un almuerzo que estaba previsto con otros mandatarios invitados. De hecho, fue el ministro de Relaciones Exteriores quien tuvo un breve acercamiento a Joe Biden en una actividad ecológica en Bali, a quien según sus declaraciones, le expresó que "el resultado que logró en las elecciones significaba un alivio para la Argentina".

Debido al sangrado, que fue importante, se le debió dar suero. Desde el centro médico, Fernández habló con su pareja y hasta recibió un llamado de Cristina Kirchner, con la cual no hablaba desde el intento de magnicidio que vivió la Vicepresidenta el pasado 1 de septiembre, salvo algunos chats que intercambiaron por Telegram, según afirmaron fuentes de Casa de Gobierno.

Mientras tanto, en Balcarce 50, el único que tuvo agenda fue, el todavía jefe de Gabinete, Juan Manzur. Se trató de encuentros protocolares con instituciones, dirigentes, y en una de las jornadas, se reunió con el banquero Jorge Brito (hijo). Todas acciones de las que únicamente se enviaron imágenes desde su equipo comunicacional. Por su parte, Eduardo de Pedro, hizo lo suyo, pero con  “La Remisería” -que es como llaman en Rosada a la oficina del Ministerio del Interior que da al ex Patio de Honor- muy relajada sin el “albertismo” acechándola.

En el transcurso de la excursión presidencial, antes del problema de salud de Alberto Fernández, se improvisó un nuevo destino para la delegación viajera, según circuló en los pasillos de Gobierno, con el fin de evitar estar cuando la senadora Kirchner tomara la palabra en el acto del Día de la Militancia en el Estadio Único de la Plata (Diego Armando Maradona). Se trató de una escala en la capital española para que el Presidente tuviera una entrevista con la vicepresidenta segunda del país ibérico, Yolanda Díaz.

Esa sensación de que llegarían críticas de la boca de la exmandataria se calmó después del episodio gástrico de Alberto, que forzó sin desearlo, el llamado de la Vice, preocupada por el hecho de que la continuidad de Fernández esté garantizada. CFK tiene claro que a diez meses de las elecciones no es momento para reemplazos por licencias inesperadas. Es un imperativo que su fallido delfín termine el mandato, y es por eso que ha decidido disminuir la presión sobre su errática gestión.

El miércoles, pese al alarmante cuadro que atravesó el día anterior, Fernández dejó su comparecencia, y más allá de los riesgos que implicaba, decidió ir al cónclave que estaba previsto con Xi Jinping. Lo hizo acompañado por Sergio Massa (Economía), Cafiero (Cancillería) y Jorge Argüello (embajador argentino en EEUU). De esa entrevista, el Gobierno informó que se acordó la ampliación del swap para que Argentina disponga libremente de 25 mil millones de yuanes, es decir, unos 5 mil millones de dólares, así como respuestas sobre las deudas que China tiene con las represas santacruceñas Cepernic y Néstor Kirchner. De parte de la administración del Partido Comunista Chino, nada de esto fue confirmado hasta ahora. Vale recordar que esas promesas fueron esbozadas por la dirigencia del gigante asiático a las autoridades nacionales en varias oportunidades, pero hasta ahora, nunca se concretaron.

El jefe de Estado tampoco quiso estar ausente en el encuentro con las máximas autoridades del FMI. Terminada la entrevista, Kristalina Georgieva emitió unas declaraciones que hicieron ruido: “Es muy importante que Argentina mantenga el rumbo exitoso de los últimos meses”, señaló la directora del organismo multilateral, que a la vez pidió a Massa y Fernández que bajen el proceso inflacionario.

Las metas acordadas se cumplieron, señalaron los representantes del Fondo en su paso por Buenos Aires. De esa manera fue aprobado otro desembolso de u$s 3800 millones para pagar la deuda con el propio FMI. El ajuste deberá continuar, ya con el Presupuesto 2023 convertido en ley en el Senado, y avanzar con el 1,9 por ciento de déficit fiscal.

En el silencio impávido del Patio de las Palmeras, donde nada más se escuchaba a los gorriones que suelen mojarse en la fuente, un administrativo de la Casa le espetó a otro -con el eco que genera la ausencia de personal- “¿viste el dólar?.. Llegó a 308 mangos”. El interlocutor se agarró la cabeza imitando a Bilardo cuando sufría ante los yerros de su seleccionado en el área de los adversarios en México ´86.

En línea futbolera, parece que lo que va a ocurrir en Rosada a partir de Qatar 2023, este 20 de noviembre, será sin dudas, una extensión de la decena de días que casi no hubo funcionarios en Casa de Gobierno.

La vicepresidenta Kirchner cumplió con lo que se propuso, y en la celebración peronista, además de convocar a sectores que nadie podría haber imaginado, como el del ex albertista Emilio Pérsico, hablamos del Movimiento Evita, no habló absolutamente nada sobre la administración Fernández, pero si la criticó de manera elíptica al resaltar las dos suyas y la de su marido fallecido, al asegurar que “podemos volver a ser esa Argentina". Ergo: con este gobierno fallido es imposible.

Además de criticar a la oposición y acusarla -por elevación- por el intento de atentado que sufrió; referirse a la inseguridad, insistir con generar empleo genuino para salir de los comedores y merenderos con su problemática social, la ex presidenta (que estuvo a cargo del Poder Ejecutivo) respondió a los cánticos de “Cristina Presidenta” con una frase de Juan Domingo Perón: “Todo en su medida y armoniosamente”.

La única respuesta que tuvo desde el “albertismo” provino del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien declaró que no está de acuerdo ni comparte lo expresado por la Senadora con respecto a la distribución de gendarmes y fuerzas federales en la necesidad de combatir los casos de inseguridad en lugares como el Conurbano bonaerense. “Lo que Cristina dice no es verdad”, afirmó el funcionario en contradicción con lo que ella y Néstor hicieron en sus administraciones, en las cuales Aníbal fue jefe de Gabinete.

Para algunos, el evento fue un lanzamiento de campaña, para otros, una estrategia que intenta ordenar al peronismo bajo su ala nuevamente de cara a los comicios del año que viene. Aunque en su foro íntimo CFK considere muy difícil imponerse, ve factible reorganizar la oposición más dura que pueda enfrentar un eventual gobierno cambiemistas.

La semana deja, no solamente una tournée presidencial con complicaciones, sino más problemas para Sergio Massa, el hombre que ahora está a cargo de la economía con auditoría de Cristina. El dólar blue llegó a los $308 y avanzó $14 en 4 días. El CCL (Contado Con Liquidación) alcanzó los $337,31, es decir que subió $13,47 en 24 horas, y el oficial aumentó a $169,69. Todos incrementos que inevitablemente irán a parar a los precios. De hecho, el dato de la Canasta Básica es demoledor: trepó al 9,5%, y de esta manera una familia tipo, de cuatro integrantes, necesitó en octubre $139.738 para no ser pobre; mientras que para no ser indigente, un matrimonio con dos hijos debió tener ingresos por $62.106.

El que sorprendió, en el marco de estos datos negativos, fue el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, quien en un foro empresario se sinceró y manifestó que no sabe adónde van, pero que confía en Sergio (Massa). También mencionó que si la devaluación se hace mal estamos en peligro de caer en un “Rodrigazo”, es decir en una megadevaluación.

El tigrense se enojó por esos dichos y su segundo tuvo que salir a desmentir que dejaba el Palacio de Hacienda. Más tarde se especuló desde la cartera económica con que el rumor sobre la renuncia de Rubinstein fue motorizado por cuatro bancos que a su vez impulsaron la disparada del dólar. Sobre el final de la jornada no quedó claro quién operaba a quién.

Lo que se supo en la sede del Poder Ejecutivo, es que apenas aterrizado en Ezeiza -cosa que hizo a las 5:30 de este viernes- el Primer Mandatario será sometido a varios estudios y deberá descansar. En consecuencia, no está previsto ni programado (hasta el momento) que vaya a tener agendas oficiales en los próximos días. Inclusive quedaría suspendido otro viaje, en este caso a México donde se reuniría el 24 del corriente mes con Andrés Manuel López Obrador para sellar acuerdos de cooperación bilateral y regional. Todo quedará en manos de la decisión que tomen sus galenos. Según el propio Mandatario argentino, las palabras que le manifestaron los doctores de la Unidad Médica Presidencial -Federico Saavedra y Manuel Estigarribia- fueron muy concretas: “Me dijeron que pare un poco”.

En este escenario, las ambiciones de Fernández, que van dirigidas a mantener algo de influencia en el armado de listas camino al desafío electoral en 2023, se debilitan. Su sueño de reelección es descartado enfáticamente por el kirchnerismo y hasta por algunos que jugaban políticamente con él hasta hace muy poco. "Los peronistas se acomodan a las circunstancias", asegura un dirigente del FdT", que añade que "si el máximo caudal de votos lo sigue proveyendo CFK, no dudarán en acompañarla a pesar de las diferencias". Un destino que en Casa Rosada, todavía cuesta digerir y aceptar.


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (PyM). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter: @JuamPaPeralta e IG: @juanpabloperaltaperiodista 

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