En el contexto de la campaña electoral del ministro de Economía Sergio Massa, la inflación que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos fue del 6% en el mes de junio. Un dato que genera polémicas porque no es lo que percibe el consumidor, que viene pagando aumentos sistemáticos, además de la incompatibilidad que genera que un hombre del jefe de Hacienda esté al frente del organismo que mide el Indice de Precios al Consumidor, nos referimos al massista Marco Lavagna.
De todos modos, la cifra sigue siendo altísima, ya que el guarismo interanual dio el 115,6 por ciento. En esa línea, el primer semestre de este 2023 llegó al 50,7%. Atrapado en su propia telaraña, el hombre que maneja la botonera económica del país -bajo la tutela y el respaldo de la vicepresidenta Cristina Kirchner- pone en riesgo toda posibilidad de sostener alguna expectativa positiva en las primarias que se llevarán a cabo el próximo 13 de agosto, nada más que en treinta días.
A corto plazo, se entiende que el año termine con una inflación por encima del 142 por ciento, dato aportado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del propio Banco Central de la República Argentina, a cargo del «albertista», Miguel Ángel Pesce.
Las consultoras privada aguardaban una cifra que iba a estar entre el 6,5 y el 7,2 por ciento, pero no la que se conoció este jueves. Recordemos que en abril el IPC fue de 8,4% y en mayo de 7,8%. El Gobierno del ex Frente de Todos habla de una desaceleración general que en rigor de verdad no se ve debido a los aumentos en tarifas, alimentos y la mayoría de bienes y servicios. El número mensual mensual es el más alto de los últimos 30 años.
Entre otras complicaciones que sufre la gestión Massa, en esta penúltima jornada semanal, el dólar libre llegó a los 512 pesos. Es decir que en pocas horas tuvo un alza de $13. Lo mismo ocurrió con los billetes verdes financieros, al igual que el oficial, que tiene permanentes microdevaluaciones que lo arrojan al camino de los $300. Una situación que erosiona cada vez más los bolsillos de la población.
Como ocurre siempre, la movilidad ascendente de la moneda estadounidense irá a parar a costos de todo lo que se intercambia en el mercado. Por ello la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, analiza un nuevo plan de Precios Justos, un esquema que ha fracasado en cada una de sus puestas en marcha.
El precandidato presidencial del nuevo sello oficialista (Unión por la Patria) no puede conseguir que el Fondo Monetario Internacional desembolse 4.000 millones de dólares que son requeridas por las arcas del BCRA, que tiene en sus reservas un saldo negativo de u$s6.000 millones.
La desesperación del titular de Hacienda lo llevó a decir en las últimas horas que economistas de la oposición hablaron con directivos del Fondo Monetario con el fin de pedirles que no se le preste más dinero a la Argentina, hasta después del 10 de diciembre, cuando asuma una nueva administración. Algo que los dirigentes macristas salieron a desmentir, advirtiéndole a Massa que en vez de acusar se encargue de bajar la inlfación.
Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista
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