Cada vez está más cerca el 11 de agosto, día en que las nueve fórmulas presidenciales que intentarán jugar en la primera vuelta de octubre se enfrenten en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sólo las que obtengan el 1,5 por ciento de los votos del padrón en el distrito en el que participen podrán seguir en carrera. Hace una semana se inició la batalla de spots publicitarios en radios, TV, diarios, revistas, redes, y por supuesto con los clásicos afiches y pintadas en las calles de la ciudad de Buenos Aires, el Conurbano y el resto de las provincias argentinas. Desde diferentes sectores políticos y periodísticos se habla de "campaña sucia". Los jefes de campaña y sus equipos están haciendo uso de todos los elementos a la mano para promover a sus candidatos. La Internet, incluyendo el WhatsApp, conforman un enjambre de vídeos, audios y notas escritas que revuelven el pasado, la mayoría de las veces contradictorios, de quienes tienen voluntad de Poder y llegar a liderar los destinos del país hasta 2023. Lo preocupante es que también entran en juego discursos muy duros, tendenciosos y con acusaciones graves que muchas veces resultan inverosímiles, y que van desde operaciones mediáticas hasta noticias falsas, las tristemente célebres Fake News. El pragmatismo del "todo vale" para hacer campaña y ganar recibe críticas pero también exacerba posiciones que fomentan la denominada "Grieta". Esa que se incentiva y potencia desde el oficialismo y las diversas oposiciones, en particular la del peronismo, principal fuerza con más posibilidades de jaquear las aspiraciones reeleccionistas de Mauricio Macri. La idea de quienes asesoran a los dirigentes, es que fustiguen a sus oponentes con todo los recursos que generen títulos circulantes en web, y que según sus expectativas tiendan a sumar votos. Lo cierto es que para confirmar si esas estrategias polémicas darán los resultados que los interesados esperan, habrá que aguardar a que hablen las urnas a través del sufragio de los ciudadanos.
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