La campaña para las presidenciales comenzó y las dos
principales fórmulas ya están recaudando con miras a las PASO de agosto y las
elecciones generales de octubre.
En el caso del oficialismo, el jefe de asesores del PRO,
José Torello, es el recaudador junto a la empresaria textil Flavia Martini. El
diputado Ezequiel Fernández Langan será el responsable económico. Cada empresa
figurará con un tope de $18 millones por las tres elecciones.
El radicalismo y la Coalición Cívica solo colaborarán con el
aporte de fondos del Estado, aunque Elisa Carrió exigió investigar a los
potenciales donantes para verificar si existen conflictos de interés y reducir
los monto por debajo del tope legal.
En la nómina de aportantes se destacan banqueros, referentes
agropecuarios, startups, algunos unicornios –tecnológicas con valuación por
encima de los u$s1.000 millones– y líderes del sector de servicios, según
consigna La Nación.
Si bien serán los primeros comicios con la nueva ley de
financiamiento electoral que habilita el aporte de privados, los empresarios
tienen sus reservas a la hora de ser nombrados.
Además, el oficialismo contará con los recorridos de obras y
el uso de aviones oficiales, la publicidad oficial y empleados públicos que
trabajan para la campaña. De hecho, los voluntarios se mezclan con funcionarios
y empleados públicos en edificios del gobierno porteño en Parque Patricios o la
Fundación Pensar.
Por su parte, en el kirchnerismo está el diputado Carlos
Castagneto, de la agrupación Kolina, a cargo de la recaudación. La propia
Cristina Fernández fue quien lo llamó para repetir el esquema de la campaña
legislativa de 2017.
Con pasado de arquero en San Lorenzo y Gimnasia de La Plata,
Castagneto llamó a los gobernadores e intendentes para comunicarles que el
equipo de campaña les pagará la impresión del tramo nacional de las boletas
Fernández-Fernández.
La movida busca que los gobernadores e intendentes sean
quienes acerquen donantes de sus distritos. El objetivo son los empresarios de
las Pymes más importantes, quienes recibirán invitaciones por correo y mail
para que realicen aportes por debajo del $1 millón.
Tras el escándalo de los cuadernos, Frente de Todos elaboró
un instructivo interno que fija como pauta que se acepten aportes de empresas,
pero solo hasta el 20% del tope establecido por ley, según revela La Nación.
Alberto Fernández conoce la metodología, ya que estuvo a
cargo del financiamiento de 1999, con la fórmula Duhalde-Ortega; y luego con el
kircnerismo, hasta el escándalo por los aportes de la mafia de la efedrina.
Eligió a Juan Manuel Olmos como el responsable de interactuar con el equipo de
Cristina.
Además, el candidato a presidente tiene llegada a
empresarios y sindicalistas. Uno de los gremialistas más importantes ya habría
aportado la asesoría en comunicación.
Fuente: iProfesional
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