Me quiero dedicar a este caso porque trabajando por aquel junio de 2005 para el Canal 26 me tocó cubrirlo (aquí las crónica para los amigos del exterior). Recuerdo que llegamos con el camarógrafo a Canning, una zona bastante despoblada de la Provincia de Buenos Aires y salió para hablar con nosotros la madre del nene y unos vecinos. Entre esos vecinos, dio testimonio el jefe de la familia que ayer fue condenada a cadena perpetua. El hombre se mostró preocupado y afirmó que estaba colaborando en la búsqueda desde que se había enterado. Más tarde me entero que el sujeto estaba entre los sospechosos, que él y su esposa sabían de un dinero que había cobrado la familia del nene y que ese había sido el móvil del crimen.
Más allá de la crónica policial y de suponer que la justicia tuvo pruebas irrefutables para condenar a toda esta gente en un hecho casi sin precedentes, recuerdo que pensé en su momento que algo así sólo podía formar parte de un thriller de Hitchcock. A horas de escuchar el fallo, me pregunto qué cosas, que trasfondo, más allá del dinero, puede haber motivado a que todo un núcleo familiar participe del asesinato a mazazos de una criatura de seis años.
2 comentarios:
Juan Pablo,
como siempre es un gusto leerte y aprender nuevas experiencias a través de tu textos, investigaciones y comentarios.
De igual forma, te agradezco tus constantes visitas al pequeño universo que es mi espacio.
Saludos y un gran abrazo desde México
Madre mía, qué historia tan escabrosa.
Saludos,
Dibujando la Crisis
Janario.
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