lunes, 15 de julio de 2013

"Y por más que quiera odiarla, desecharla y olvidarla... la recuerdo más... (Cadícamo 1900-1999)


¡Qué noche llena de hastío y de frío!
El viento trae un extraño lamento.
¡Parece un pozo de sombras la noche
y yo en la sombra camino muy lento.!
Mientras tanto la garúa
se acentúa
con sus púas
en mi corazón...

En esta noche tan fría y tan mía
pensando siempre en lo mismo me abismo
y aunque quiera odiarla, desecharla
y olvidarla
la recuerdo más...

¡Garúa!
Solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera.
Sintiendo tu hielo,
porque aquella, con su olvido,
hoy le ha abierto una gotera.
¡Perdido!
Como un duende que en la sombra
más la busca y más la nombra...
Garúa... tristeza...
¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar!

¡Qué noche llena de hastío y de frío!
No se ve a nadie cruzar por la esquina.
Sobre la calle, la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina.
Y yo voy, como un descarte,
siempre solo,
siempre aparte,
recordándote.
Las gotas caen en el charco de mi alma
hasta los huesos calados y helados
y humillando este tormento
todavía pasa el viento
empujándome.



No digo mucho de maestros como este porque en realidad lo que hay que hacer con ellos es simplemente escucharlos, leerlos si se quiere. Especialmente sin son, como en este caso, interpretados por cantores gloriosos como el Polaco Goyeneche. Garúa tiene el agregado de esa música hipnótica de Pichuco que acompaña los versos antológicos del gran Enrique Cadícamo, en el vídeo se lo ve en el fueye a otro groso que estuvo en la fila de bandoneones de Troilo, Ernesto Baffa. La excusa es que haya llegado a este plano de la realidad un 15 de julio de comienzos de siglo. 

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