En el primer brindis fallido de la historia del Día del Periodista en la sede del Poder Ejecutivo Nacional (un logro de la administración de Alberto Fernández) aproveché para tomar esta hermosa postal con los tres enormes periodistas acreditados permanentes de Casa Rosada, los que después de tantas décadas en Balcarce 50 conservan, como siempre, las ganas de laburar, pero también las de hacer chistes y divertirse, reír cuando las cosas se ponen tensas, ser solidarios siempre, y hacer que las largas jornadas de trabajo se conviertan en un placer.
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