martes, 27 de junio de 2023

El albertismo juega sus últimas cartas en la interna con Massa y CFK

El feriado extra largo parecía signado por el silencio, hasta que el martes se produjeron fuertes enfrentamientos entre la policía jujeña y quienes se manifestaron contra la reforma constitucional que Gerardo Morales impulsó en la provincia que gobierna.

El grupo de prensa de Alberto Fernández no había dado ningún dato sobre el paradero del presidente durante los cuatro días no laborales. Convocado por las acusaciones del gobernador del norte, que lo responsabilizaba junto a Cristina Kirchner por “la extrema violencia que está viviendo la provincia”, el jefe de Estado salió a responder vía Twitter.

“Usted es el único responsable de haber llevado a nuestra querida provincia de Jujuy a esta situación límite tratando de imponer una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional”, escribió Fernández desde un lugar incierto. Algunos aseguraron que estaba en Olivos, aunque nadie lo confirmó.

La vicepresidenta también devolvió la gentileza con varios tuits, mientras que en Casa Rosada se rodaban escenas de una serie dedicada a la vida de Carlos Saúl Menem, que protagonizará el actor Leonardo Sbaraglia, quien se paseaba con el equipo de filmación -personificado como el riojano- por las galerías de Balcarce 50; el despacho presidencial; el Salón de los Bustos y el Patio de las Palmeras.

Desde el propio peronismo se le reclamaba al titular del Ejecutivo, que como presidente del PJ Nacional interviniera al Partido Justicialista jujeño, que con sus convencionales aprobó casi por unanimidad la nueva Carta Magna. Fernández no tomó ninguna decisión en esa línea, aunque algunos integrantes de su entorno dijeron “es una posibilidad que él está estudiando”.

Los incidentes dejaron heridos y detenidos, además del chisporroteo virtual de los políticos que, en rigor de verdad, en cada una de sus acciones demuestran estar con sus cabezas metidas en la pelea electoral de cara al 13 de agosto y el 22 de octubre. Mientras tanto, la situación del posible femicidio de Cecilia Strzyzowski en Chaco quedó eclipsada por las escenas que llegaban desde la capital jujeña. Jorge Capitanich celebraba la coyuntura, aunque el mundillo mediático no deje de apuntar a su administración.

Entre dos actividades protocolares, el miércoles, Alberto Fernández subió hasta el segundo piso del palacio gubernamental para hacer un anuncio en el Salón de Conferencias, donde como es costumbre, no permitió preguntas. Las especulaciones sobre una posible intervención federal a la provincia que gobierna Juntos por el Cambio, quedaron reducidas a una suerte de advertencia.

“Insto de forma definitiva al gobernador Gerardo Morales a cumplir con los estándares internacionales en materia de derechos humanos. No se lo pide este presidente: es nuestro pueblo y es el mundo el que le exigen que se termine la violencia estatal en Jujuy”, expresó Fernández, quien además le reclamó al jefe del estado provincial “que no use al pueblo jujeño como el banco de pruebas de la represión y el saqueo que determinados sectores políticos pretenden llevar adelante”.

El primer mandatario agregó: “He instruido al Ministerio de Justicia de la Nación para que analice y eventualmente promueva las acciones de inconstitucionalidad de los artículos de la reforma votada en Jujuy, que violan la Constitución Nacional y los tratados internacionales”.

El jueves, la trifulca interna en el Frente de Todos (ahora Unión por la Patria) tomó impulso cuando llegaron a Casa de Gobierno dos gobernadores para almorzar con el presidente Fernández, e intentar convencerlo de que baje a Daniel Scioli- de la competencia contra la fórmula de unidad que vienen reclamando Cristina, Massa y la mayoría de los sectores sindicales e intendentes peronistas.

El presidente les negó que el ex motonauta fuera su delfín. Algo difícil de ocultar en Gobierno, desde donde -con Alberto Pérez Aníbal Fernández a la cabeza- se pergeñó la precandidatura a los ojos de cualquiera que transite los pasillos rosados.

A posteriori de reconocer su apoyo a Tolosa Paz, escuchó los reclamos y les propuso que impulsen al jefe de Hacienda, pero que, en ese caso, acepten que sea él quien decida al vice. Un relato salió de los propios mandatarios provinciales.

Raúl Jalil de Catamarca y el santiagueño Gerardo Zamora, se retiraron por la explanada que da a Rivadavia rumbo al Senado. El jefe de Estado salió por atrás en una camioneta oficial negra, que se perdió por Paseo Colón, y luego se vio ingresando al Congreso.

En Rosada se especulaba con que Fernández también había acudido al palacio legislativo para verse con la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, el Ministro de Economía, y otros laderos de CFK. Nada se confirmó, pero a partir de ahí, desde “La Remisería” (oficina del Ministerio del Interior en Casa Rosada), se mostraba desde una cuenta informal que tiene la cartera en la red de Elon Musk- la imagen de una chimenea tipo vaticana, que emanaba un humo negro (en vez de blanco) acompañada de una sola palabra: “Habemus”.

Desde temprano ese bufete estuvo muy activo dando offs a la prensa y operando en favor de la precandidatura de su titular, Eduardo “Wado” de Pedro. Llamó la atención el color de la humareda que eligieron para postear, porque es el que indica que, al terminar una ronda de votación en el cónclave de obispos, no se alcanzó los 2/3 necesarios para elegir un Papa. Algo de eso había.

Ya circulaba la versión de que el mercedino había grabado un vídeo donde hacía público su lanzamiento a la carrera por el sillón de Bernardino Rivadavia. Varios habían apostado a que el material se emitiría al mediodía, pero ya eran más de las 17 hs y De Pedro asistía a la sede de la Unión Industrial Argentina sobre la Avenida de Mayo, en la que el organismo empresarial viene recibiendo a los potenciales presidenciables con mayores chances.

Los periodistas se dirigieron hacia allí, pero al salir del encuentro “Wado” habló de las PyMEs y otras generalidades sin confirmar nada sobre su postulación. A esa hora, en el teatro del operador albertista, José “Pepe” Albistur (ND Ateneo), arrancaba el acto de iniciación de campaña de su esposa, Victoria Tolosa Paz (que va por la gobernación bonaerense), y del propio “Pichichi”, quien mantiene su candidatura pese a las ofertas que le hizo la propia vicepresidenta.

En el momento en que Scioli todavía hablaba desde el tablado escenográfico del Ateneo, empezó a propagarse en las redes sociales el rostro de Eduardo de Pedro, sin su virtual compañero de fórmula, Juan Manzur, hablando de los desafíos económicos y sociales que tiene la Argentina, poniendo énfasis en la “convicción, coraje y mucha firmeza en la decisión para enfrentarlos y resolverlos”.

El mensaje del Ministro, de 2 minutos y 15 segundos, concluye con un firme: “Soy Wado de Pedro y quiero ser presidente, el presidente de todas las familias argentinas”.

La agenda de actividades de Alberto Fernández volvió a estar vacía el viernes. Las deducciones sobre por qué ni siquiera la jefa política del espacio al que responde el jefe de Interior había replicado el spot, derivaron en suspicacias y rumores provenientes del Palacio de Hacienda. Desde ahí, varias gargantas profundas aseguraban que el binomio De Pedro-Manzur no era el definitivo en UP. Esas mismas voces perjuraban dos semanas atrás que la fórmula era Massa-Wado.

Es que, en ese contexto celebrado por el kirchnerismo, Sergio Massa se quedaría sólo con una potencial senaduría, perdiendo así la opción de jugar en las grandes ligas. Cerca del cierre de los mercados, el Ministro filtraba a la prensa chats donde supuestamente arengaba a su gente a seguir trabajando más allá de las definiciones electorales. Pero por otro lado, el tigrense persiste en mostrarse como garante de la gobernabilidad.

De hecho, tanto el dólar blue y los financieros tuvieron alzas en el arranque del último día de la semana, cuando se infería que SM quedaba fuera del tablero, y según rumores, con ganas de irse. Una sentencia que tanto él como su esposa Malena Galmarini (AySA) sacan a relucir cada vez que sus intereses corren peligro.

En el marco de la puja oficialista, una de las personas más cercanas a Fernández señaló que “estamos frente a un cierre de listas donde todo el mundo aprieta”. Los dirigentes cristinistas sostienen que “Wado ya está, y eso es lo que más nos importa, el resto es paisaje”, sentencian.

La competitividad del hombre de Mercedes fue puesta en duda desde diversos sectores del ex FdT, pero los mismos que hacen los planteos se preguntan: “Hay que ver cuánto pesa el apoyo de Cristina para poder entrar al balotaje”


Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para Política&Medios (PyM). Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

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