lunes, 13 de febrero de 2023

El Gobierno argentino otorga aumentos a las empresas de energía y ellas dejan sin luz a 200 mil usuarios

En jornada de calor del último día viernes -con una sensación térmica que llegó a los 40 grados- más de 200 mil hogares de distintos partidos del conurbano bonaerense y barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sufrieron cortes del suministro eléctrico debido a la demanda histórica que se produjo en el consumo de energía por la ola de calor, y obviamente tiene que ver con la falta de inversiones de las principales empresas que explotan el servicio en el Area Metropolitana de Buenos Aires: Edesur y Edenor. Firmas que en las últimas horas recibieron el beneficio, por parte del Gobierno de Alberto Fernández para incrementar las tarifas eléctricas entre un 17% y un 29% en el AMBA.

La cifra de familias sin luz descendió este sábado a 50 mil, informó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), al que se le reclama -desde distintas organizaciones que defienden los derechos de los usuarios- por la falta de regulación sobre las empresas, a las que no se les exige que mejoren sus servicios y utilicen los dividendos que perciben con cada autorización de incrementos que les otorga desde el Estado.

En las última horas las zonas más afectadas corresponden a los barrios porteños de Caballito y Flores, donde opera la concesionaria Edesur, informó desde el ENRE su titular, Walter Martello. A su entender “no debería haber más cortes” ya que “los sábados tienen la particularidad de que muchos se van a pasar el fin de semana al aire libre y baja la curva de demanda”. A las 8 de la mañana, apuntó, estaba “por debajo del promedio habitual”.

Para el funcionario esto ocurre porque “hay un grave problema de desinversión”. Además recordó que hubo un importante crecimiento de edificios inteligentes pero con la misma estructura eléctrica y eso no resiste sin inversiones. “Las empresas tienen la misma calidad de servicio de hace 30 años atrás, aunque sé que la actualización de las tarifas también influyó en la falta de inversión”, confirmó.

Desde su cuenta de Twitter, la empresa Edesur comunicó que “por déficit de generación eléctrica, el operador del sistema nos solicitó interrumpir el suministro a 180 mil clientes de manera provisoria hasta que se restablezca el faltante de energía paulatinamente”, y agregó que “a las 13:45 tuvimos récord histórico de demanda en nuestra área de concesión que llegó a los 4181 MW, según datos de CAMMESA”.

En ese sentido, la página oficial del Ente Nacional Regulador de la Electricidad arrojó que, pasadas las 15.30 horas, unos 176.944 usuarios de Edesur de la Ciudad y del Conurbano estaban sin luz; mientras que otros 6.372 clientes de Edenor tampoco tenían energía eléctrica.

Edesur explicó que reducir el nivel de carga se traduce en tener que dejar sin servicio en principio a 180 mil clientes. Y aclararon que cuando entró alguna máquina de generación al sistema, la Sociedad Anónima Centro de Movimiento de Energía (SACME) dio la indicación de normalizar el servicio. Además, aclararon que la empresa solo distribuye energía, no la produce.

La luz volvió entre las 17 y las 19 para los usuarios de Edesur y entre las 16 y las 17 para los de Edenor. Para la primera zona de concesión, las localidades bonaerenses más afectadas fueron Avellaneda (8.161), Ezeiza (5.426), Esteban Echeverría (4.941) y Berazategui (4.423); y los barrios porteños de Retiro (1.576) y Parque Patricios (1.323 y entre las localidades bonaerenses más afectadas de Edenor se encontraba San Isidro (1.542); y los barrios porteños que más sufrieron los cortes de luz fueron Palermo (86) y Belgrano (34).

A las 16:30, Edesur informó que 50 mil usuarios habían recuperado el suministro y que los que continuaban sin luz eran alrededor de 130 mil. Luego, cerca de las 18, la situación tendía a normalizarse. Fueron numerosos los cortes de calles de vecinos que salieron a reclamar con pancartas, que mando neumáticos, golpeando sartenes, y convocando a los medios para repudiar a quienes les complican la vida permanentemente, pero exigen el pago en término, sino ejecutan intereses, y ante cualquier atraso que se extienda, no tienen pruritos en cortar el servicio.

Lo cierto, es que este problema se repite cada verano y siempre sucede que, a lo sumo, lo que se termina haciendo es cobrar multas insignificantes a las empresas. La peor parte se la llevan los consumidores, que no reciben los descuentos correspondientes por las faltas de servicio, y que por el contrario con castigados con las boletas cada vez más abultadas.

Muchos tienen negocios y sufren pasivos, que nadie cubre, cuando se pudren los alimentos que pierden la cadena de frío. En los hogares se da el mismo fenómeno, que a la vez produce mayores perjuicios. Nos referimos a la falta de agua, a la imposibilidad de usar ascensores en edificios con muchos pisos. Y lo más grave, la necesidad vital de personas electro dependientes, así como de los adultos mayores que sufren el calor con peores consecuencias que los más jóvenes. Sin dudas que quienes están en falta, son los privados, pero también el Estado, que debería procurar que las inmensas utilidades que se llevan las firmas de energía no queden únicamente como rentabilidad empresaria, sino que mejore la calidad del servicio en base a renovar, y ampliar, sus capacidades.

Fuente: Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada para la agencia internacional Globatium. Más información exclusiva de Balcarce 50 a través de Twitter en @JuamPaPeralta y en IG: @juanpabloperaltaperiodista

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