Desde el fin de semana pasado, todas las energías de la mesa chica del presidente Alberto Fernández estuvieron depositadas en la gira europea que recién concluyó este viernes. En medio de la pandemia que azota al mundo, en particular al viejo continente, Portugal recibió, como primer destino, al mandatario acompañado de una delegación, que entre la primera dama, Fabiola Yañez, funcionarios y personal de ceremonial alcanzó a las 13 personas.
Para los factótum del viaje, los importantes costos que generó este este recorrido están justificados porque, según entienden, se consiguió lo que todavía no está confirmado, que el Fondo Monetario Internacional y el Club de París prorroguen pagos de la deuda y quiten los sobrecargos en los intereses.
Tanto en Lisboa, como en Madrid, París, Italia y el Vaticano, los jefes de Estado que estuvieron reunidos con Fernández manifestaron apoyo a la Argentina para este cometido. El encuentro final con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva preludian que algo de lo solicitado por el ministro de Economía, Martín Guzmán y su jefe podría ser atendido, sin embargo los inquilinos que quedaron cuidando la Casa Rosada manifestaron que si hay algo que anunciar será de boca del propio titular de la cartera de Hacienda.
Quienes dentro del Frente de Todos no celebraron tanto el cruce del Océano Atlántico aguardan agazapados los resultados que pueda obtener "la patriada", como la bautizó un volátil albertista en Balcarce 50, ya que las últimas ideas del discípulo de Joseph Stiglitz, no van en línea con las necesidades electorales de la coalición gobernante, en particular la suba de tarifas eléctricas y la impronta de reducir gastos cuando entienden que es necesario circular efectivo con destino a los bolsillos de quienes votarán cinco semanas más tarde, en septiembre y noviembre, pero que sufragarán este año pese a la pandemia y su segunda ola, cuando se infiere que los tiempos de recuperación económica son demasiado escasos.
Los esfuerzos de la comunicación presidencial para intentar que los medios reflejen leves mejoras y logros en el periplo europeo se intensifica pero con argumentos comparativos. Las fuentes oficiales de alto nivel justifican el ajuste de tarifas en comparación con los de la administración anterior de Cambiemos. La palabra "herencia" volvió a retumbar en los despachos gubernamentales: "tarifazos eran los de Macri, de 2000 por ciento, no esto!", señaló un alto funcionario en la sede del Poder Ejecutivo.
El 4,1 % de inflación del pasado mes de abril que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), asestó otro golpe a la gestión Fernández-Fernández, en el país de los 19 millones de pobres y que tiene un Salario, Mínimo, Vital y Móvil de 21.160 pesos, a incrementarse en cuotas y recién en febrero del 2022, en $29.160. Sobre las críticas a la Tarjeta Alimentar de los titulares de las organizaciones sociales que hoy son subsecretarios de Estado en el Ministerio de Desarrollo, como Emilio Pérsico, fueron respondidas en off con una importante diferencia de criterios. Para la oficialidad del "albertismo" la visión de las organizaciones es el de que los fondos vayan a las cooperativas, para el Gobierno la idea es volcarlas en la tarjeta bancaria que, según analizan, permite comprar alimentos sin otro intermediario que los bancos y los supermercados, explicaron en Casa de Gobierno, con el fin de recuperar a corto plazo el poder adquisitivo que se pierde con la suba del costo de vida.
Los lujos de los hoteles, banquetes, paisajes, y postales de las reuniones con líderes del viejo continente ya quedaron atrás. El barro local se impone desde este lunes cuando Alberto Fernández vuelva a depender de la llegada de más vacunas y de Sergio Massa junto a Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados, donde el primero, en su calidad de presidente del cuerpo, y el otro de jefe de bloque oficialista, intenten conseguir la aprobación del proyecto de ley de Restricciones Sanitarias. Algo que bajaría las críticas contra un presidente desgastado en varios frentes, pero especialmente por asumir en soledad la firma de Decretos de Necesidad y Urgencia, que con cada fase de restricciones por los contagios del Covid-19, contrae más la economía.
La oposición usa el eslogan de "no dar superpoderes al Presidente", para rechazar la iniciativa. No quieren que Fernández los incluya junto a los gobernadores e intendentes en un esquema decisorio no tan centralizado, y que le de un poco de aire hasta fin de año, al menos en ese plano. El próximo viernes 21 de mayo vence el último DNU que estableció, entre otras cosas, límites horarios a la circulación, a la actividad comercial, cultural, y a rubros vinculados a las pequeñas y medianas empresas e industrias, que se siguen deteriorando desde el 20 de marzo del 2020, cuando se inició la cuarentena dura que potenció los números negativos que ya tenía sumida a la Argentina en una situación crítica, que de no encontrar salida, seguirá cayendo a la espera de milagros cíclicos, como el del precio de la soja o la piedad de los organismos financieros mundiales.
Fuente: Juan Pablo Peralta para la agencia internacional Globatium.com (@globatium), ECMC Noticias México-Argentina-España-Brasil-Bolivia-Ecuador-Estados Unidos (ecmcnoticiasmex), RCR Metro Barcelona (@RCRBarcelona) y FM Concierto (@105Concierto).
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