miércoles, 8 de junio de 2011

Esta noticia no aparece en los medios masivos, se trata del saqueo de minerales que sufre la Argentina

La historia comienza mucho antes, pero la denunciada elevada en la Justicia tucumana ya cumplió su primer aniversario. Impulsado por un geólogo precisamente tucumano, Guillermo Vergara, el reclamo fue contundente: Minera Alumbrera, una compañía que explota oro, cobre, molibdeno y plata en Catamarca, estaría concretando la extracción y exportación de minerales no declarados al Estado Nacional.
La prueba aportada por Vergara para sostener su denuncia resultó ser una piedra extraída a unos 100 metros de profundidad de la zona de explotación de la firma. Analizado en Perú, el objeto habría confirmado la presencia de titanio, escandio, uranio, cromo, cobalto y cesio además de los componentes que explicita Alumbrera en su desempeño habitual. El listado de elementos fue extendido a la Justicia de Tucumán, y recibido por el fiscal Antonio Gómez, quien amplió la denuncia del geólogo. Y volvió a poner la lupa sobre una empresa que hace unos años fue sospechada de sacar del país minerales sin declarar a través del puerto de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.
Este escenario, que viene motivando desmentidas y acusaciones cruzadas, no hace más que poner sobre el tapete una realidad que preocupa a legisladores y especialistas legales: la vigencia de un marco que no obliga a las mineras a declarar el material que sale de la Argentina, más allá de lo pautado en el permiso de explotación.
Precisamente esta normativa, vigente desde 1993, apenas establece que las firmas que exportan minerales deben declarar tonelaje. Y fija que el contenido de lo que sale por puerto local sea declarado por la aduana del país que recibe la carga. En otras palabras, y por volver al caso de Alumbrera, el principal destino de su producción es el mercado chino, por lo que queda bajo la tutoría del gigante asiático el informe en el que se detalla cuáles son los minerales recibidos en territorio extranjero. De acuerdo a expertos como el citado Antonio Gómez, todo esto puede ser aprovechado por las grandes exportadoras de metales de la Argentina en tanto "no se controle de forma concreta y efectiva qué es lo que se está yendo". "Es en la aduana del otro país donde se dice qué se envió por barco y qué no. Por supuesto, esto nunca comprende lo que sale en bruto, que es mucho porque en nuestro país no se hace el procesamiento o fundido de minerales como el cobre", comentó a iProfesional.com.
Con estas palabras el fiscal hizo alusión a una condición sobre la que también se referirá María Fernanda Reyes, diputada nacional por la Coalición Cívica (CC): una vez extraído, elementos como el oro o la plata salen de las fronteras argentinas en bruto; esto es, en rocas sin tratar que contienen otros elementos.
El eje de la controversia está, justamente, en ese punto: los exportadores aseguran que, luego de la extracción del componente principal, el "desecho" casi no tiene valor alguno.
En cambio, los que denuncian este tipo de prácticas, aseguran que en esas rocas habría una gran cantidad de elementos no declarados que posteriormente podrían generar ganancias y que no estarían tributando regalías.
En este contexto, la lupa está puesta en elementos como el titanio, el escandio, o el uranio, que forman parte de esas rocas completas que se exportan y que no estarían declarados.
"Según las empresas, más allá del elemento principal, los componentes que salen tienen valor porque la cantidad es insuficiente como para justificar una comercialización. Pero no hay retorno de esos minerales y lo cierto es que, en algunos casos, pueden ser relevantes para industrias estratégicas", destacó a iProfesional.com la diputada Reyes.
En la vereda de enfrente, una fuente de Gemera, la cámara que nuclea a las mineras exploradoras que operan en la Argentina, explicó que "es cierto que se llevan muchos elementos, pero es comprensible porque la separación de minerales no es tan fácil como parece. Para las empresas eso es perjudicial, porque las impurezas implican un descuento de lo que pueden pagar por el metal que compran. Además, la cantidad de elementos extras que se va es muy baja", justificó a iProfesional.com.

Fuente: iProfesional.com

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