El margen neto de ganancias de las 500 principales empresas norteamericanas (S&P500) es el mayor de los últimos 50 años (+9,4% en 2014), 1/3 por encima del promedio vigente desde la década del 60.
Más del 40% de las firmas S&P500 corresponde a los sectores tecnológicos y financieros, cuyos márgenes de ganancias han sido superiores a 20% anual a partir de 1990 (+ 1.000 puntos básicos).
Las ganancias tecnológicas y financieras contribuyeron 0,49% a la tasa de retorno S&P500 en enero de 1964 (6,6%), y aumentaron 7 veces en 2014 (3,42%) sobre una tasa de retorno de 8,09%.
Lo mismo ocurrió con los ingresos de las compañias tecnológicas y financieras, que eran 5,41% del total S&P500 en 1964, y treparon a 23,8% en el último trimestre del año pasado.
Lo decisivo en la acumulación capitalista no es el costo del capital (tasa de interés), sino el nivel neto de ganancia: relación entre valor total generado (plusvalía) y monto del capital invertido (anticipado). Esta es la fuerza impulsora de la producción capitalista, que sólo produce bienes que generan beneficios.
Es el indicador que determina si el sistema se encuentra en una etapa de ascenso histórico secular o si enfrenta una situación de decadencia. Si las ganancias netas son récord 10/20 años –como ha ocurrido en los Estados Unidos desde 1990–, significa que el sistema experimenta una revolución tecnológica de envergadura, que al desplegarse y ser absorbida por la estructura productiva modifica la ecuación de costos en forma irreversible.
Las ganancias tecnológicas y financieras han sido 80% más elevadas que el promedio histórico (6,6%) en las últimas dos décadas, en tanto que en el resto de las firmas S&P500 prácticamente no han crecido (+18%). El sector high-tech representa 10% del PBI de EE.UU. y 12% las finanzas, pero combinados alcanzan a 42% del total de ganancias S&P500.
Lo real es lo actual y también lo posible, y la realización de éste último es contingente pero no arbitraria, y se revela como potencialidad o tendencia, forma abreviada e intensificada de la realidad.
Wall Street se encuentra en el nivel más alto de cotización de sus activos de toda la historia, que ha aumentado 240% desde marzo de 2009 y es superior a los que logró en los otros booms de apreciación de activos (1949-1968 y 1982-2000).
Para los inversores, volcarse a Wall Street es una apuesta racional. Se guían por la forma que ha adquirido lo posible a través del récord de ganancias high-tech/ financieras. Es lo que se denomina “animal spirits”: entusiasmo que despierta la evidencia de que hay en marcha en el capitalismo una nueva revolución tecnológica secular, que es causa directa, sin mediaciones, del récord de ganancias del S&P500.
La acumulación de capital no es sólo un aumento de la magnitud del capital invertido, sino, ante todo, la modificación cualitativa de su composición orgánica. Esto es lo que la convierte en el motor que impulsa el desarrollo de las fuerzas productivas y el alza sistemática del cambio tecnológico, que se expresa en el nivel de incremento de la productividad.
El capitalismo es un sistema en crisis cada 5, 10, o 50 años, que emerge de ellas expandiéndose. La expansión (reproducción ampliada) se financia sin utilizar recursos propios, sino los del mercado financiero global. Muestra la constante acentuación de la división internacional del trabajo.
Por eso el sistema financiero global es tres veces mayor que el PBI internacional; y el aumento del endeudamiento empresario revela la magnitud de la reproducción ampliada. Es una etapa de ascenso histórico del capitalismo.
Fuente: Jorge Castro para Clarín
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