Algún recuerdo de mi paso por la Universidad de La Matanza

Todavía tengo pegada en mi bibliotequita la hoja de ruta de materias que iba aprobando en mis años de estudiante terciario en la Universidad Nacional de La Matanza. Eran años duros allá en la previa al 2001 y comía salteado, había tenido que dejar de ir a la UBA porque el bolsillo me ardía con el viaje desde Isidro Casanova hasta la Ciudad Universitaria y otras sedes. Cuando me pasé de facu iba caminando porque tenía la UNLaM a unas 25 cuadras.. de paso me ejercitaba.. jajaj!. Ella me recibió siempre y hasta la última jornada de asistencia, pese a no tener una moneda partida al medio, salvo para picotear algo  y no desmayarme por ahí. Inclusive conseguí trabajar desde el primer día en el lanzamiento de su propia radio, la FM 89.1 (FM Universidad), que todavía sigue al aire (escucharla por acá) y formando gente de todas las edades para hacer periodismo y comunicación en general. Todo lo que aprendí, y después profundicé, como nos recomedaban siempre los profesores, proviene de ese lugar que me tuvo como integrante durante varios años y al que algún día me gustaría volver para devolver algo de lo que me dio formando nuevos colegas. Miren en la lista que fotografié las fabulosas áreas de estudio que propone la licenciatura o tecnicatura en comunicación social, hoy todavía más renovada y práctica. No puedo olvidar a la gran cantidad de amigos y compañeros que hice y hoy siguen en el ruedo peleándola pese a lo difícil que es este oficio o profesión, como la quieran llamar. Más allá de todos los dramas que tiene nuestro país este derecho a la educación pública existió, existe y existirá, más allá de las oscuras intenciones que tienen los que pretenden privatizar hasta la voluntad y ganas de defender la formación solventada como inversión desde el Estado.