En el último día de la 122 edición de la exposición rural de Palermo me tocó cubrir la visita de algunos opositores al gobierno que fueron a brindar su apoyo a la mesa de enlace y a los productores que participaban de la muestra. Aprovechando la circunstancia, entre receso y receso periodístico, aproveché para recorrer la muestra en toda su magnitud, ya que siempre ingresé para hacer alguna nota y nada más. Debo destacar el alto nivel de los stands, la disposición de quienes los administran y la posibilidad de entrar en una gama de información, que siendo gente de ciudad no está al alcance de uno. ¿Los precios? sí, un poco salados pero al menos en la última jornada no tanto, había liquidaciones de embutidos, aceites de oliva, vinos y dulces.
Muchas de las pantallas dispuestas en los pasillos del predio ferial pasaban imágenes épicas de la lucha rural. Muchas con música alusiva y lo más sorprendente, una foto gigante en dónde estaban Alfredo de Angeli y Eduardo Buzzi, este último con un chico en andas al cual en vez de cara le dejaron un hueco para que los pequeños que visitaban el lugar pusieran su rostro y se sacaran la foto. La verdad, que vale la pena disfrutarla, esperemos que el año que viene pueda ir como un visitante más.
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