El asesinato del periodista José Carrasco (Pepone), 24 horas después del frustrado atentado contra Augusto Pinochet en 1986, es detallado en un libro presentado en Santiago de Chile este martes.
Al cumplirse 22 años del suceso, sus colegas Patricia Collyer y María José Luque presentaron “Crimen de un periodista”, 216 páginas, Editorial Radio Universidad de Chile, en homenaje también al periodismo comprometido con la libertad y los valores esenciales.
Carrasco, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), trabajaba en esa fecha como editor internacional de la revista Análisis, cuyo director Juan Pablo Cárdenas dirige actualmente la Radio de la Universidad de Chile y fue impulsor de la edición.
“Perdimos a un gran periodista, pero también a un gran político. Militante activo del MIR, era de aquellas especiales figuras que trabajan en función de los objetivos de la Patria, antes que los de su grupo de referencia o de las aspiraciones personales”, dijo Cárdenas.
Su trayectoria política es un testimonio constante de entrega generosa, en la que él no pidió más que la posibilidad de dar mucho más de lo que se exigía, de lo que parecía razonable”, recordó.
En realidad, las autoras publicaron una primera versión del libro apenas seis meses después de los hechos, durante los peores tiempos de la historia del periodismo chileno.
Ahora, lo corrigieron y actualizaron con los nombres de los responsables del crimen y todo el proceso judicial posterior.
Patricia Collyer relató que Carrasco fue asesinado por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), junto a otros tres opositores, al día siguiente del atentado a Pinochet, bajo el recién impuesto Estado de Sitio.
Sostuvo que, aunque los periodistas de la revista Análisis temían posibles represalias, Carrasco decidió volver ese día a su hogar, de donde fue sacado violentamente por los agentes. Al día siguiente fue encontrado muerto con 14 disparos de bala en el cuerpo. Carrasco, entre otras publicaciones, fue redactor de la revista Punto Final, clausurada en 1973, fecha en que el profesional comenzó a luchar contra la dictadura, sufriendo posteriormente cárcel, tortura, destierro y, finalmente, la muerte.
Al cumplirse 22 años del suceso, sus colegas Patricia Collyer y María José Luque presentaron “Crimen de un periodista”, 216 páginas, Editorial Radio Universidad de Chile, en homenaje también al periodismo comprometido con la libertad y los valores esenciales.
Carrasco, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), trabajaba en esa fecha como editor internacional de la revista Análisis, cuyo director Juan Pablo Cárdenas dirige actualmente la Radio de la Universidad de Chile y fue impulsor de la edición.
“Perdimos a un gran periodista, pero también a un gran político. Militante activo del MIR, era de aquellas especiales figuras que trabajan en función de los objetivos de la Patria, antes que los de su grupo de referencia o de las aspiraciones personales”, dijo Cárdenas.
Su trayectoria política es un testimonio constante de entrega generosa, en la que él no pidió más que la posibilidad de dar mucho más de lo que se exigía, de lo que parecía razonable”, recordó.
En realidad, las autoras publicaron una primera versión del libro apenas seis meses después de los hechos, durante los peores tiempos de la historia del periodismo chileno.
Ahora, lo corrigieron y actualizaron con los nombres de los responsables del crimen y todo el proceso judicial posterior.
Patricia Collyer relató que Carrasco fue asesinado por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), junto a otros tres opositores, al día siguiente del atentado a Pinochet, bajo el recién impuesto Estado de Sitio.
Sostuvo que, aunque los periodistas de la revista Análisis temían posibles represalias, Carrasco decidió volver ese día a su hogar, de donde fue sacado violentamente por los agentes. Al día siguiente fue encontrado muerto con 14 disparos de bala en el cuerpo. Carrasco, entre otras publicaciones, fue redactor de la revista Punto Final, clausurada en 1973, fecha en que el profesional comenzó a luchar contra la dictadura, sufriendo posteriormente cárcel, tortura, destierro y, finalmente, la muerte.
1 comentario:
Sigamos honrando al periodismo comprometido y valiente. Que no se olvide el coraje de la gente que murió por defender el ideal de la justicia.
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