Desde que mi viejos comenzaron a militar en el peronismo, cuando yo aún iba a la primaria, allá en la vuelta de la Democracia del '83, empecé a ver figuras icónicas que me llamaban poderosamente la atención. Una era la de María Eva Duarte, a la que mi mamá me pidió dibujar en una cartulina gigante para poner en una stand de una feria del libro en la Rural. Miren como habían cambiado los tiempos. Obra que no se si estaba bien hecha pero que sirvió para que una morocha muy atractiva que pasaba por el lugar se detuviera a mirarla y conociera a uno de los compañeros de mis viejos, Guillermo, un pibe joven que era como un hermano mayor o un tío joven que estuvo solo hasta ese día. El otro era Perón... claro, si todavía guardo en mis retinas de los 4 años el ver en la tele blanco y negro a la gente llorando por su muerte y ese peregrinar inmenso por las calles junto a su féretro. Yo no entendía nada, y en mi inocencia infantil confundía al tres veces presidente con mi abuelo paterno, Juan Carlos Ruíz. Yo sabía que él tocaba la guitarra esa que tenía arriba de su ropero en su casa de Pacheco, y que apenas me dejaba tocar un poquito para guardarla rápido pero antes hacer dos o tres acordes. Sus sonidos me viajaban a otros mundos. La fascinación por ese instrumento no la perdí jamás. Más grande me enteré que el papá de mi mamá había sido cantor de tangos y era una de las voces que acompaña en el coro a Hugo del Carril en la famosa grabación de La Marcha Peronista. El Ché no me había llegado aún y no sé bien porqué, pero si los ojos extraños y la campera de cuero negra de ese que decían era un cura, que por lo que veía siempre en televisión estaba en una villa miseria, como se les decía en esa época. El tipo era más fotogénico que Richard Burton.. de hecho mi viejo le había puesto Ricardo a un perrito que teníamos porque tenía un ojo celeste como ese actor que se había casado con la bella Elizabeth Taylor. Al Padre Mugica no lo dibujé nunca, pero lo vi de infinidad de veces cada vez que salía en algún micro desde la Estación Retiro y me daban ganas de hacerlo. Luego alguien lo estampó en miles de remeras, y luego curioso aproveché Internet para disfrutar muchos documentales como el que quiero invitarlos a ver hoy al cumplirse 44 años de su apestoso asesinato. Todo gira en torno a una pareja militante de montoneros que fue casada por él en los '70 y tuvo mucha relación con sus vidas, eran José Luis Nell y Lucía Cullen. No se lo pierdan, los va atrapar como a mí. (ACÁ VA LA PRIMERA PARTE, ACÁ LA SEGUNDA Y TERCERA)
viernes, 11 de mayo de 2018
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